28 de julio de 2010

Padres plantados en vacaciones

ABC

SOCIEDAD

Padres plantados en vacaciones

Cada vez a edades más tempranas los hijos quieren tener sus propios planes para descansar en verano

ANDREA SÁNCHEZ MATA / MADRID
Día 24/07/2010


Tras un duro año de trabajo son muchos los padres que por fin tienen un mes de vacaciones. El propósito común de gran parte de ellos es pasar ese preciado tiempo con sus hijos. ¿Y con qué se encuentran? Con que sus hijos cada vez ponen más pegas para acompañarles. Un ejemplo es Winy Soufi. Tiene 12 años y el año pasado «estaba loca» por irse a la playa con su madre. Pero este verano algo ha cambiado. «Estoy mejor con mis amigas y me divierto más», comenta convencida.

JAIME GARCÍA
Dolores y Winy tienen problemas por las vacaciones
Y es que, la edad en la que los hijos plantan a sus padres en el verano se está anticipando. «Esto no es más que un reflejo de que se ha adelantado la edad de la pubertad y todo lo que ello significa: primeras experiencias con el alcohol, el tabaco, relaciones sexuales, etcétera. Los niños dejan de ser niños a edades cada vez más tempranas y lo que antes era habitual que comenzara a los quince años, ahora se adelanta», explica Alicia López de Fez, psicóloga especializada en terapias familiares y con adolescentes y niños.
Sin embargo, esta reacción en los niños puede suponer la ruptura más radical con su familia. «Pero antes de que esto ocurra, han tenido que producirse otro tipo de plantes o minirupturas», asegura la especialista. «Ya me había tenido que enfrentar a que me dijera que no quería venir de compras conmigo, pero que tampoco quiera venir a la playa no me lo esperaba», observa Dolores, madre de Winy.
Según explica Alicia López, estas conductas «indican que el adolescente está buscando reafirmarse y, por supuesto, que quiere su independencia». El mundo de los jóvenes está centrado cada vez más en su grupo de amigos. «Con ellos encuentran satisfechas todas sus necesidades, también en verano», dice la terapeuta.
Ejercer autoridad
Este trance supone un fiasco para los padres que no saben cómo actuar y que no están preparados para este adelanto de la pubertad. La batalla aún no está perdida. El secreto está en preparar con tiempo unas vacaciones que incluyan actividades que gusten a toda la familia.
Y que no se impacienten ni padres ni hijos. Cada cosa a su tiempo. La receta es ir poco a poco. «Los padres,haciendo uso de su sentido común, irán comprobando en determinada situaciones de la vida cotidiana si su hijo está preparado para irse con los amigos. Por ejemplo: ir un día a dormir a casa de un amigo, quedarse una mañana solo en casa, excursiones de fin de semana con amigos… Así, hasta que llegué el día en el que podrá quedarse solo. No habrá más que ver la reacción del hijo para que los padres puedan tomar una decisión sin grandes riesgos», asevera la especialista.