28 de julio de 2010

Cataluña aprueba la ley que busca sustituir las cuatro provincias por siete veguerías


EL MUNDO

Con los votos del tripartito

Cataluña aprueba la ley que busca sustituir las cuatro provincias por siete veguerías

El conseller Ausàs defiende la ley.| Santi Cogolludo

• Inicialmente se crearán cuatro: Barcelona, Tarragona, Lleida y Girona
• Después se pedirá modificar la ley para alcanzar las siete previstas
• Así nacerían Cataluña Central, Terres de l'Ebre y Alt Pirineu i Aran
• Existentes en la Edad Media fueron suprimidas por el Decreto de Nueva Planta

ELMUNDO.es | Agencias | Barcelona

Actualizado martes 27/07/2010 10:40 horas


El Parlament ha aprobado la Ley de Veguerías, que establece siete demarcaciones territoriales en Cataluña para sustituir a las cuatro provincias, y que estarán gestionadas por consejos de veguería para suplir a las diputaciones, aunque inicialmente sólo serán operativas cuatro de las siete.
La nueva ley de organización territorial catalana ha sido aprobada con losvotos de los tres grupos que apoyan al Govern (PSC, ERC e ICV-EUiA) y los contrarios de los de la oposición (CiU, PP y mixto), y supone crear siete veguerías como circunscripciones territoriales de la Administración catalana: Barcelona, Catalunya Central, Girona, Lleida, Tarragona, Terres de l'Ebre y Alt Pirineu.
No obstante, las cuatro provincias seguirán existiendo como circunscripciones del Estado, y más cuando en la reciente sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut quedan "blindadas".
En cualquier caso, la creación de veguerías y la pervivencia de las provincias como circunscripciones estatales no significará una duplicación de administraciones, porque en la ley se estable que los consejos de veguería sustituyen a las diputaciones y los funcionarios de estas últimas dependerán de los nuevos organismos.
Los consejos de veguería que se corresponden con las cuatro provincias actuales -Barcelona, Girona, Lleida y Tarragona- quedarán constituidos después de las elecciones municipales de mayo de 2011, mientras que el de las Tierras del Ebro podría constituirse en aquel momento sólo si acuerda con el Gobierno español la modificación de una ley estatal, y las otras dos se aplazan para más adelante, ya que requieren un cambio de límites provinciales.

Es necesario que en las Cortes se apruebe una ley para cambiar límites provinciales, y otra que modifique la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (Loreg).
El tripartito considera que se da cumplimiento pleno a las recomendaciones del Consell de Garanties Estatutàries y también a la sentencia del Tribunal Constitucional del Estatut, después de las modificaciones realizadas sobre el proyecto de ley.
El TC desestimó la impugnación de los artículos 83, 90, y 91 del Estatut que prevén la creación de las veguerías en Cataluña, dejando claro que "en ningún caso la creación, modificación y supresión, así como el desarrollo del régimen jurídico de las veguerías", pueden regularse por parte del legislador autonómico, aunque recuerda que la alteración de los límites provinciales corresponde a una ley orgánica estatal.
'Hito histórico'
El conseller ha tildado de "hito histórico" la aprobación de la nueva organización territorial, y ha añadido que la implantación de los consejos de veguerías, que sustituirán a las diputaciones, no supondrán "un simple cambio de nombre", sino una "reorganización del sistema de poderes públicos en Cataluña".
Ausàs se ha mostrado "decepcionado y triste" por la postura de CiUy ha opinado que ningún partido catalanista debería "oponerse a un ejercicio de soberanía" como el que supone dar luz verde a esta ley.
Por otra parte, el conseller ha admitido que la implementación de las veguerías requiere la "necesaria colaboración del Estado", y ha recordado que el Govern ha optado por una "línea pragmática" ante el reto de las veguerías, que son "respetuosas con el marco de la Constitución".
Aún así, ha criticado la "doctrina provincialista del Tribunal Constitucional", que supone un "lastre para los legisladores actuales", ha apuntado Ausàs, que ha subrayado que las veguerías no se hacen sólo para recuperar una "realidad histórica" de Cataluña, sino para mejorar la prestación de servicios a los catalanes.
Un denominación con precedente
Una de las reivindicaciones históricas desde el inicio del catalanismo político, en el siglo XIX, era superar la división provincial que en 1833 hizo el estadista Jaime de Burgos. También era uno de los objetivos que se marcó el primer tripartito en 2003 y que se ha materializado siete años después.
Las veguerías es el nombre de una organización territorial que existió en Cataluña durante la Edad Media y la Moderna, desde el siglo XII hasta el XVIII. Fue entonces cuando fueron sustituidas por corregimientos en el Decreto de Nueva Planta, aprobado por Felipe V tras la Guerra de Sucesión Española, en 1716.
Cataluña ha contado a lo largo de sus más de mil años de historia con diferentes organizaciones territoriales. Primero fueron los condados catalanes que se constituyeron tras la conquista carolingia, a finales del siglo IX: Pallars, Ribagorça, Urgell, Cerdanya, Barcelona, Girona, Osona, Empúries, Rosselló, Berga y Vallespir.
En el siglo XII, se crearon las veguerías, que fueron variando a lo largo de la historia: Bages, Barcelona, Berga, Besalú, Camarasa, Camprodon, Cervera, Girona, Lleida, Montblanc, Osona, Pallars, Ribagorça, Ripoll, Tarragona, Tàrrega, Tortosa y Vilafranca del Penedès. Además, existían subveguerías, como la del Vallès. Al frente de cada una de estas divisiones había un veguer.
En 1716, con el Decreto de Nueva Planta, el mapa se reordenó con 12 corregimientos: Tortosa, Tarragona, Lleida, Talarn, Puigcerdà, Manresa, Vic, Girona, Mataró, Vilafranca del Penedès y Barcelona. La Val d'Aran era considerada un distrito especial. Esta división duró menos de un siglo.
Con la invasión napoleónica, entre 1808 y 1814, la administración afrancesada dividió Cataluña en cuatro departamentos: Ter, con capital en Girona; Montserrat, con capital en Barcelona; Segre y Les Boques de l'Ebre, con capital en Lleida. Aran fue incorporada a un departamento al otro lado de la frontera francesa.
En 1833 se llevó a cabo la división provincial en España, y luego en partidos judiciales, que el catalanismo siempre ha considerado una imposición de Madrid, porque reclamó una organización territorial propia. Esta se hizo realidad durante la II República.
Tras la constitución de la Generalitat Republicana y el Parlament, se creó una ponencia al respecto, cuyos trabajos dieron con el mapa de 38 comarcas y 9 regiones, aprobado por decreto en 1936.
Para hacer esta división, la ponencia dirigió en noviembre de 1931 un cuestionario a todos los ayuntamientos catalanes en que les formulaba tres preguntas: a qué comarca pensaban que pertenecía su pueblo, en qué ciudad iban de mercado, y si iban a otro mercado.
El resultado fue una organización territorial que sólo estuvo vigente en los tres años de Guerra Civil. Con la recuperación del autogobierno, la división territorial volvió a plantearse.
Finalmente, en 1987, la Generalitat liderada por Jordi Pujol (CiU) recuperó la división de 1936, aunque en 1988 creó tres nuevas comarcas --Pla de l'Estany, Pla d'Urgell y Alta Rigaborça--, y luego modificó algunos límites comarcales; división que permanecerá vigente, ya que el proyecto de ley de organización veguerial no contempla por ahora crear más comarcas