15 de julio de 2010

Crece el malestar entre los disidentes cubanos en Madrid

EL MUNDO

Este jueves llegarán otros dos opositores


Crece el malestar entre los disidentes cubanos

en Madrid

· Algunos se quejan de las condiciones del hostal donde se alojan

· Otros presos políticos son reacios a aceptar el estatus de inmigrantes

Gionata Chatillard | Madrid

Actualizado miércoles 14/07/2010 22:15 horas

Crece el malestar entre los disidentes cubanos que han llegado aMadrid en las últimas horas. Por un lado, empiezan a oírse quejas por las condiciones del hostal donde se alojan; por el otro, algunos de los ex presos políticos son reacios a aceptar el estatus de inmigrantes que les ha ofrecido el Gobierno español.

Los opositores cubanos se encuentran en el Hostal Welcome, situado en un polígono industrial en el sur de Madrid. "El baño es colectivo y las habitaciones no están ventiladas", comenta Oleivys García. La mujer del disidente Pablo Pacheco expresó su "desconcierto" ante el nuevo alojamiento, mientras fuentes cercanas al exilio directamente lo califican de "cutre", pese a que el precio de una noche en el hostal (13,90 euros) supera el salario medio de Cuba.

Algunos de los nueve exiliados que se encuentran en Madrid -este jueves llegarán otros dos- no quieren ser enviados a centros de acogida fuera de la capital, porque prefieren quedarse en la ciudad o irse a EEUU. "Nos recomiendan que nos vayamos, porque aquí la vida es demasiado cara", explica Omar Moisés Ruiz Hernández en la puerta del Welcome.

¿Asilo político?

Fuentes de Cruz Roja señalan que los desterrados se repartirán en varias comunidades autónomas: "El protocolo firmado con Exteriores prevé la asistencia a los disidentes durante 24 meses, aunque el acuerdo se revisará cada año. Les ofreceremos alojamiento, asesoramiento laboral, apoyo médico y psicológico".

El Gobierno español ha ofrecido a los exiliados la condición de inmigrante, algo que les permitiría solicitar un permiso de residencia y poder un día volver a Cuba. Pero varios disidentes rechazan ese estatus y subrayan que han sido forzados a abandonar su país como única vía para salir de la cárcel, informa Efe. Sin embargo, de renunciar a esa condición, tendrían que solicitar el asilo político, lo que les cerraría las puertas de Cuba, ya que pasarían a ser considerados como refugiados.