3 de marzo de 2010
2010, el año del ‘crash’
FORUM LIBERTA.COM DIARIO DIGITAL
Isabel Ordóñez
Niño Becerra advierte al Gobierno: el ‘crash’ de la economía española “está por llegar”
Desde El País, el experto economista enciende 13 ‘luces rojas’ que auguran una “crisis sistémica que estallará a mediados del año en curso”
Por mucho que se empeñe el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en lanzar mensajes de que ya ha pasado lo peor y de que este año se iniciará una cierta recuperación económica, lo cierto es que “lo sucedido es sólo la antesala de lo que está por llegar” y que “2010 será el año del crash” a escala internacional, muy especialmente para España.
Lo dice el catedrático de Estructura Económica en la Facultad de Economía IQS de la Universidad Ramon Llull, Santiago Niño Becerra, en un artículo de opinión publicado el pasado 16 de febrero en el diario El País cuyo título responde precisamente a esa afirmación: 2010, el año del ‘crash’.
Este experto economista, afirma que hasta ahora sólo hemos vivido “la precrisis de la crisis sistémica que estallará a mediados del año en curso” y augura hasta 13 ‘luces rojas’ de alerta que se encenderán a lo largo de los próximos meses.
Aunque los pronósticos de Niño Becerra apuntan a la mayoría de países en crisis, cobran mayor significación en el caso de España, al tratarse del segundo país, por detrás de Grecia, que presenta un escenario económico más complicado de cara a la recuperación. Todo ello lo explica este experto en su libro El crash del 2010. Toda la verdad sobre la crisis.
De esta manera, si este miércoles, 24 de febrero, informábamos sobre las críticas de voces autorizadas del entorno socialista contra la política económica del Gobierno, las previsiones de Niño Becerra no hacen más que ahondar en la deficiente gestión que ha realizado hasta ahora en este terreno el Ejecutivo de Zapatero.
Un sistema que se agota
El prestigioso economista traza en su artículo un paralelismo entre la Gran Depresión de 1929 y la actual crisis económica; y considera que la secuencia de ambas crisis empieza años antes del estallido de las mismas.
Así, se sitúa “en 1923 (en el crash de entonces) y en 2003 (en el crash actual)” para analizar ambos fenómenos. “Un repaso de la evolución del PIB de las principales economías en ambos periodos de tiempo muestra similitudes sorprendentes”, señala.
“La diferencia estriba en las decisiones entonces adoptadas y en las que ahora se han adoptado. Sin embargo, el final será idéntico: una crisis sistémica fruto del agotamiento de un modo de hacer que dará origen a un nuevo modo de funcionamiento. Puede sonar misterioso, pero, en el fondo, es algo muy técnico. El año 2010 constituye la frontera”, añade.
Las 13 ‘luces rojas’
A partir de aquí, Niño Becerra desgrana hasta un total de 13 advertencias sobre lo que va a suceder en los meses posteriores al verano de este mismo año.
1. El Banco Central Europeo (BCE) “pondrá fin al acceso fácil (y barato) a su dinero para las entidades financieras”, que hasta ahora pedían prestado al BCE al 1% para invertirlo en Deuda Pública al 3%.
2. Las empresas tendrán “mayores dificultades (mucho mayores) a la hora de obtener financiación, debido a una creciente percepción de impago posible”, por lo que las entidades financieras “restringirán el crédito en cualquiera de sus formas”.
3. Se pondrá fin a “la ficción en la que han vivido […] los reguladores financieros: la aceptación como buenos de gran número de activos inaceptables” que podrían rondar los “¿600.000 millones de euros?, se pregunta el economista. Esta situación “ha permitido posponer el crash unos meses”.
4. La propia deuda de las entidades (410.000 millones de euros es la que las españolas deberán atender entre 2010 y 2012)”.
5. “Ocupación decreciente”, debido a las “más difíciles posibilidades de financiación para las empresas”. Esto significa “un desempleo al alza”.
6. “Restricciones en el consumo de todo tipo de bienes y servicios debidas al aumento del paro y al colapso de la capacidad de endeudamiento de las familias”.
7. “Imposibilidad de que de que las exportaciones se conviertan en la solución de todos los problemas”.
8. Al derrumbarse el consumo, se “aleja la posibilidad de alzas significativas en los tipos de interés”.
9. Como consecuencia de lo anterior, “rentas decrecientes por congelaciones salariales y por reducción de los beneficios empresariales y rentas medias a la baja debido al aumento del desempleo y a la caída de la actividad económica”.
10. Y a su vez se producirán “caídas de los pluses y de los bonus pagados por las empresas”.
11. El declive de la capacidad de consumo conllevará a su vez un descenso de “la recaudación de los Estados, tanto por lo que respecta a la imposición indirecta como a la directa”.
12. “La salida natural a un decorado como el descrito es hacia la economía sumergida (y mucho más en casos como el español, debido al reducido valor añadido de los bienes fabricados)”.
13. Durante este año también asistiremos al fin de “los estímulos, las ayudas y las inyecciones directas e indirectas, aunque generalizadas, aplicadas por los gobiernos” y que son las que han posibilitado una cierta “recuperación” del segundo semestre del 2009. “Su final se producirá por el hecho de que la propia capacidad de endeudamiento de los Estados (al menos en su forma actual) ha llegado a su fin”.
España, peor que la mayoría
Niño Becerra pronostica también en su artículo que “los Estados deberán ir realizando aquellos ajustes presupuestarios más imperativos; […] no tanto incrementando las figuras impositivas como reduciendo el Gasto Público”.
El doble objetivo de estas acciones será el de “disminuir sus déficit y conseguir una mejor aceptación (al menor coste posible) de la Deuda Pública que tales Estados van a tener que continuar emitiendo”.
El catedrático de Estructura Económica insiste en que padeceremos “una crisis larga y profunda muy semejante a la Gran Depresión”. Pero, “¿España?”, se pregunta el experto. “Le irá todo peor que a la mayoría debido a su particular modo de hacer las cosas”, responde.
“Para 2010 estimo que el PIB español experimentará una tasa de variación de entre el -4,4% y el -4,2%. Y nuestra tasa de desempleo se situará entre el 22,0% y el 23,0% de la población activa, y ello sin considerar ni el desempleo encubierto ni el subempleo. Una joya de año, vamos (y será el principio)”, advierte.
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Isabel Ordóñez
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Desde El País, el experto economista enciende 13 ‘luces rojas’ que auguran una “crisis sistémica que estallará a mediados del año en curso”
Por mucho que se empeñe el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en lanzar mensajes de que ya ha pasado lo peor y de que este año se iniciará una cierta recuperación económica, lo cierto es que “lo sucedido es sólo la antesala de lo que está por llegar” y que “2010 será el año del crash” a escala internacional, muy especialmente para España.
Lo dice el catedrático de Estructura Económica en la Facultad de Economía IQS de la Universidad Ramon Llull, Santiago Niño Becerra, en un artículo de opinión publicado el pasado 16 de febrero en el diario El País cuyo título responde precisamente a esa afirmación: 2010, el año del ‘crash’.
Este experto economista, afirma que hasta ahora sólo hemos vivido “la precrisis de la crisis sistémica que estallará a mediados del año en curso” y augura hasta 13 ‘luces rojas’ de alerta que se encenderán a lo largo de los próximos meses.
Aunque los pronósticos de Niño Becerra apuntan a la mayoría de países en crisis, cobran mayor significación en el caso de España, al tratarse del segundo país, por detrás de Grecia, que presenta un escenario económico más complicado de cara a la recuperación. Todo ello lo explica este experto en su libro El crash del 2010. Toda la verdad sobre la crisis.
De esta manera, si este miércoles, 24 de febrero, informábamos sobre las críticas de voces autorizadas del entorno socialista contra la política económica del Gobierno, las previsiones de Niño Becerra no hacen más que ahondar en la deficiente gestión que ha realizado hasta ahora en este terreno el Ejecutivo de Zapatero.
Un sistema que se agota
El prestigioso economista traza en su artículo un paralelismo entre la Gran Depresión de 1929 y la actual crisis económica; y considera que la secuencia de ambas crisis empieza años antes del estallido de las mismas.
Así, se sitúa “en 1923 (en el crash de entonces) y en 2003 (en el crash actual)” para analizar ambos fenómenos. “Un repaso de la evolución del PIB de las principales economías en ambos periodos de tiempo muestra similitudes sorprendentes”, señala.
“La diferencia estriba en las decisiones entonces adoptadas y en las que ahora se han adoptado. Sin embargo, el final será idéntico: una crisis sistémica fruto del agotamiento de un modo de hacer que dará origen a un nuevo modo de funcionamiento. Puede sonar misterioso, pero, en el fondo, es algo muy técnico. El año 2010 constituye la frontera”, añade.
Las 13 ‘luces rojas’
A partir de aquí, Niño Becerra desgrana hasta un total de 13 advertencias sobre lo que va a suceder en los meses posteriores al verano de este mismo año.
1. El Banco Central Europeo (BCE) “pondrá fin al acceso fácil (y barato) a su dinero para las entidades financieras”, que hasta ahora pedían prestado al BCE al 1% para invertirlo en Deuda Pública al 3%.
2. Las empresas tendrán “mayores dificultades (mucho mayores) a la hora de obtener financiación, debido a una creciente percepción de impago posible”, por lo que las entidades financieras “restringirán el crédito en cualquiera de sus formas”.
3. Se pondrá fin a “la ficción en la que han vivido […] los reguladores financieros: la aceptación como buenos de gran número de activos inaceptables” que podrían rondar los “¿600.000 millones de euros?, se pregunta el economista. Esta situación “ha permitido posponer el crash unos meses”.
4. La propia deuda de las entidades (410.000 millones de euros es la que las españolas deberán atender entre 2010 y 2012)”.
5. “Ocupación decreciente”, debido a las “más difíciles posibilidades de financiación para las empresas”. Esto significa “un desempleo al alza”.
6. “Restricciones en el consumo de todo tipo de bienes y servicios debidas al aumento del paro y al colapso de la capacidad de endeudamiento de las familias”.
7. “Imposibilidad de que de que las exportaciones se conviertan en la solución de todos los problemas”.
8. Al derrumbarse el consumo, se “aleja la posibilidad de alzas significativas en los tipos de interés”.
9. Como consecuencia de lo anterior, “rentas decrecientes por congelaciones salariales y por reducción de los beneficios empresariales y rentas medias a la baja debido al aumento del desempleo y a la caída de la actividad económica”.
10. Y a su vez se producirán “caídas de los pluses y de los bonus pagados por las empresas”.
11. El declive de la capacidad de consumo conllevará a su vez un descenso de “la recaudación de los Estados, tanto por lo que respecta a la imposición indirecta como a la directa”.
12. “La salida natural a un decorado como el descrito es hacia la economía sumergida (y mucho más en casos como el español, debido al reducido valor añadido de los bienes fabricados)”.
13. Durante este año también asistiremos al fin de “los estímulos, las ayudas y las inyecciones directas e indirectas, aunque generalizadas, aplicadas por los gobiernos” y que son las que han posibilitado una cierta “recuperación” del segundo semestre del 2009. “Su final se producirá por el hecho de que la propia capacidad de endeudamiento de los Estados (al menos en su forma actual) ha llegado a su fin”.
España, peor que la mayoría
Niño Becerra pronostica también en su artículo que “los Estados deberán ir realizando aquellos ajustes presupuestarios más imperativos; […] no tanto incrementando las figuras impositivas como reduciendo el Gasto Público”.
El doble objetivo de estas acciones será el de “disminuir sus déficit y conseguir una mejor aceptación (al menor coste posible) de la Deuda Pública que tales Estados van a tener que continuar emitiendo”.
El catedrático de Estructura Económica insiste en que padeceremos “una crisis larga y profunda muy semejante a la Gran Depresión”. Pero, “¿España?”, se pregunta el experto. “Le irá todo peor que a la mayoría debido a su particular modo de hacer las cosas”, responde.
“Para 2010 estimo que el PIB español experimentará una tasa de variación de entre el -4,4% y el -4,2%. Y nuestra tasa de desempleo se situará entre el 22,0% y el 23,0% de la población activa, y ello sin considerar ni el desempleo encubierto ni el subempleo. Una joya de año, vamos (y será el principio)”, advierte.
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