11 de agosto de 2009

«Quitar los crucifijos es grotesco»

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Martes, 11 de Agosto de 2009

Madrid

«Quitar los crucifijos es grotesco»

ESTRELLA ABACAL FRAILE | MADRID
No es la primera vez ni será la última que el Gobierno arremete contra todo aquel símbolo que identifique la cultura católica de la sociedad española. Su caballo de batalla desde 2006 ha sido la retirada de todas las figuras religiosas de los centros educativos públicos y concertados. Andalucía en 2006 o Castilla y León en 2008, sirvieron como experimento.
En esta ocasión el Ejecutivo ha elegido un domingo de agosto para dar a conocer las particularidades de la nueva reforma de la Ley de Libertad Religiosa. «No se trata de limitar el debate a que los crucifijos y los belenes se retiren o no de los colegios públicos y concertados», aseguraba el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, «sino de reconocer la laicidad del Estado y la separación de funciones de la Iglesia». Sin embargo, tras el anuncio, las primeras respuestas de los afectados -los padres de alumnos-, no se han hecho esperar, mientras las organizaciones laicistas se muestran favorables, las de familias religiosas tildan la medida de «retroceso».
Contra la mayoría
Al ser consultado por ABC, el secretario de la Comunidad de Madrid de FERE (asociación de escuelas católicas), Emilio Díaz, asegura que «lejos de reconocer la libertad religiosa, y la igualdad de los ciudadanos del Estado, la nueva norma ahora genera problemas» en el sistema educativo. «Es un retroceso y es una medida forzada que no bebe del sentir popular, porque los crucifijos, belenes, o la iconografía son una aportación cultural en España». La retirada de los primeros «no nos coge por sorpresa», sostiene Díaz, que tacha de «ridículo» el apartado de que no se permita a los niños expresarse con una tradición como los belenes, ambos son grotescos».
Por otro lado, Luis Carbonell, presidente de Concapa, Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y padres de Alumnos, destacó que la retirada es intrascendente, porque «lo importante es que el Gobierno se empeña en ir contra la mayoría española, que es católica».
«¿Quién es el ministro Caamaño para decidir cuál de los símbolos tiene valor artístico y cuál no?, es como la pregunta sobre qué es arte y qué no lo es». Para Emilio Díaz, «es ridículo depositar en manos del Gobierno la determinación del valor artístico o la expresividad de los niños de un colegio», en el caso de que éstos quieran colocar un belén en su aula para celebrar las fiestas navideñas.
«Elemento de unión»
No todo son críticas a la nueva legislación. Pedro Rascón, presidente de Capa, Confederación Española de Asociación de Madres y Padres de Alumnos, observa «muy positiva» la modificación de la ley en cuanto a eliminar estos símbolos «como único modo de respeto a todas las sensibilidades», que no debería ser un elemento de conflicto sino de unión.
La única objeción que el presidente de Capa le otorga se refiere a la eliminación de barreras en los comedores escolares, pues ya se han eliminado. «Va a ser difícil legislar en ese sentido», matiza Rascón. Es «una cuestión de desconocimiento, por parte del Ministerio, sobre la realidad y las dimensiones de cada centro». Porque «cada institución resuelve las incompatibilidades alimenticias por alergias, dietas u otras, sin necesidad de legislar al respecto», concluye Pedro Rascón.