12 de agosto de 2009

Los 51 soldados hondureños que España no quiere por el conflicto con Micheletti

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Miércoles, 12 de Agosto de 2009

Madrid

España


Los 51 soldados hondureños que España no quiere por el conflicto con Micheletti

Defensa suspende un acuerdo firmado con el Ejecutivo de Zelaya unos días antes de que comience la misión

ALONSO DE LAS HERAS | MADRID
El contingente militar hondureño que se preparaba en España para la misión de paz en Líbano ha sido repatriado a su país, en un avión de la Fuerza Aérea Española, al vetar el Gobierno de Rodríguez Zapatero su presencia en el próximo dispositivo de la Finul, que será comandado por España. El rechazo al Gobierno provisional de Roberto Micheletti, tras la deposición por orden de la Justicia local del presidente electo Zelaya, ha sido determinante para devolver a su país a los 51 militares que se disponían a prestar un servicio, como soldados de paz, en una de las zonas calientes del planeta. El grupo se encontraba desde hace dos meses en la base cordobesa de Cerro Muriano completando un exhaustivo programa de entrenamiento para la misión que las Naciones Unides despliega en este rincón de Oriente Próximo.
Pero de momento no pisarán tierra libanesa, pues a falta de cinco días para el inicio de la misión, las autoridades españolas dan por suspendido -según declararon portavoces del Ministerio de Defensa hondureño- el memorándum de entendimiento que el pasado 30 de marzo fue firmado por la ministra Carmen Chacón con su, por entonces, homólogo en el país centroamericano, Ángel Edmundo Orellana. Fuentes del Ministerio de Defensa español, que cita Europa Press, aseguraron que el acuerdo se recuperará «cuando se den las circunstancias políticas en que se firmó».
Un convenio de transporte
No obstante, un portavoz del Ministerio contactado por ABC restó toda importancia a la devolución a su casa de los hondureños, al tiempo que limitaba la relación de Defensa con estas tropas a un mero «convenio para el transporte». En Exteriores, tampoco aportaron explicación alguna a la repatriación cuando este periódico intentó indagar sobre el asunto.
Llevaban dos meses preparándose para la misión de paz en la base de Cerro Muriano
Sí lo hicieron las autoridades de Honduras, que calificaron el regreso de sus tropas como una «decisión política del Gobierno español». El ex jefe de las Fuerzas Armadas de este país, Isaías Barahona, consideró que España «no podía» cancelar este tipo de misiones de paz, ya que las coordina Naciones Unidas y es este órgano, y no el Ejecutivo español, quien debió tomar la decisión. El canciller Carlos López -presidente del ejecutivo provisional de Honduras- matizó esta afirmación asegurando que, aunque las tropas estén al servicio de la ONU, España es «quien está al mando de esa tropa, y tomó esa decisión en nombre de las Naciones Unidas». El canciller López también aprovechó para pedir a los «países amigos» como España «respeto al manejo interno de la situación política del país y su soberanía».
Un portavoz de las Fuerzas Armadas hondureñas, el coronel Ramiro Archaga, insistió en la idea de que la retirada de las tropas no corresponde a motivos operativos. Que el Gobierno de Rodríguez Zapatero es el responsable de que los «cascos azules» hondureños no entreguen su esfuerzo en la pacificación de Líbano queda acreditado -según el Ejecutivo hondureño- en que sus militares acaban de recibir de Naciones Unidades su correspondiente orden de rotación en la misión que desempeñan en el Sáhara.
el gobierno provisional de Tegucigalpa cree que se trata de una «decisión política»
«Nos trataron bien»
Por su parte, el teniente coronel Juan Ramón Barahona -el oficial de más alto rango del contingente expulsado- agradeció el trato que les prestó el Ejército español hasta el día de la expulsión. «No nos podemos quejar, no tuvimos problema alguno y nos trataron bien».