18 de julio de 2011

El acoso de los mercados a España e Italia marca nuevos máximos

La crisis del euro

El acoso de los mercados a España e Italia marca nuevos máximos

La rentabilidad exigida por los inversores para entrar en los bonos a 10 años italianos rompe la barrera del 6%. -Los españoles alcanzan el 6,33% por primera vez desde 1999

EL PAÍS | Madrid 18/07/2011
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La resaca de las pruebas de resistencia a la banca publicadas el viernes tras el cierre de los mercados no han traído buenas noticias para España e Italia. Aunque ambos países salieron bien parados de los exámenes, y eso a pesar de que el sistema financiero español acumuló cinco de los ocho suspensos registrados en toda Europa, los inversores han optado por hacer más caso al escepticismo de los analistas sobre la capacidad real de estas pruebas de revelar las tripas de la banca y, lo que es más importante, a sus dudas sobre si los países de la UE lograrán alcanzar la unidad necesaria para dejar atrás su peor crisis desde la puesta en marcha del euro. Ante este panorama, el acoso de los mercados contra la deuda de España e Italia ha marcado esta mañana nuevos máximos desde que ambos países se sumaron a la Unión Monetaria en 1999.
Al inicio de una semana que se prevé clave -una más- para el futuro de la divisa europea, que desde hace unos meses camina de la mano de las decisiones que se tomen sobre Grecia, la rentabilidad exigida por los inversores para comprar bonos españoles a 10 años ha tocado por primera vez desde agosto de 1998 el 6,33%. En el caso de Italia, los títulos del Tesoro italiano a los mismos plazos, ya que la deuda a 10 años es la que sirve de referencia para el conjunto del pasivo del Estado, ha roto la barrera del 6%, algo que no se veía desde 1996. La razón de este repunte es que la opción directa para superar las mayores dudas de los inversores sobre la capacidad de España e Italia de devolver la sostenibilidad a sus cuentas públicas es ofrecer más dinero por los títulos emitidos por sus respectivos Tesoros.
Con este incremento de la rentabilidad de los bonos a 10 años de España e Italia en el mercado secundario, que es donde se negocian los títulos una vez emitidos, la prima de riesgo, que es el diferencial que les separa de la deuda alemana al mismo plazo y que sirve de referencia por su seguridad, ha seguido aumentando. Para España, el incremento de las dudas se ha traducido en un repunte de la prima o riesgo país de más de 30 puntos básicos hasta los 372, muy cerca del récord del pasado martes (375). Para Italia, este indicador, que es el que mejor refleja la confianza de los inversores en las finanzas de un determinado país, ha llegado al 337, once menos que su máximo de hace una semana.
Los inversores están pendientes de los avances que puedan alcanzar los países de la eurozona con vistas a acordar la participación del sector privado -bancos y entidades financieras como aseguradoras- en el segundo rescate a Grecia. Este país, cuyo primer plan de auxilio por 110.000 millones puesto en marcha en mayo de 2010 se ha revelado como inútil para garantizar su regreso al mercado para financiarse por su cuenta, necesita la ayuda de sus socios del euro para no caer en impago. El tiempo que tienen para ello los Gobiernos de los Estados que comparten la divisa europea es escaso, ya que la solución debe llegar antes de la cumbre extraordinaria convocada para el jueves. En este periodo, o bien Alemania, que sigue apostando por una incorporación "sustancial" del sector privado a la hora de pagar este plan de ayuda cede y acepta una participación moderada de la banca y demás acreedores privados, o seguirá sin haber acuerdo.
Sin embargo, al seguir con las ventas y los recelos para entrar en los títulos de los países bajo sospecha, los inversores están dejando en evidencia que no esperan mucho de la reunión del jueves. Por este motivo también empeoraban, aunque en menor proporción, el acoso contra Grecia o Irlanda. En su caso, Portugal, una jornada más, alcanzaba cotas negativas que pasarán a los archivos ya que su deuda a corto plazo ha vuelto a dispararse, especialmente en el caso de los títulos a dos años, que han superado por primera vez la barrera del 20% -lo mismo que le cuesta a un particular tirar de tarjeta de crédito para pedir efectivo prestado-. Esta inversión de la curva de rentabilidades pone de relieve el temor de los inversores a que el país siga los pasos de Grecia y tenga problemas de solvencia en un futuro próximo.

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