El cardenal Rouco pide para España «la reconciliación y la concordia»

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Martes, 23 de Junio de 2009

Madrid


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El cardenal Rouco pide para España «la reconciliación y la concordia»

M. A. | MADRID

«El camino de la descristianización no conduce a ningún futuro de salvación y de verdadera felicidad para el hombre», afirmó ayer el cardenal arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco Varela, en la homilía de la misa en la que se renovó la Consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús. Por ello, «renovamos hoy aquella solemnísima consagración» que «hicieran nuestros antepasados». Y «lo hacemos pidiéndole para todas las familias de nuestra patria y para todos los españoles que nos conceda por medio de su Espíritu robustecernos en lo profundo de nuestro ser, que Cristo habite por la fe en nuestros corazones, que el amor sea nuestra raíz y nuestro cimiento».
El cardenal recordó que hace 90 años, en el Cerro de los Angeles, centro geográfico de la Península Ibérica, «se consagraba España al Sagrado Corazón de Jesús ante la estatua que había sido levantada por la piedad cristiana del pueblo español en este lugar elegido sabiamente para expresar una plegaria ardiente e incesante: que el Sagrado Corazón de Jesús reinase en España por la gracia de su amor infinitamente misericordioso, elección, fruto de una luminosa toma de conciencia histórica y llena de un profundo significado espiritual para el presente y el futuro de España». Rouco resaltó además que, aunque los tiempos han cambiado desde aquel 30 de mayor de 1919 cuando Alfonso XIII realizó la primara consagración, «también hoy» España necesita «los bienes de la reconciliación, de la solidaridad, de la justicia, de la concordia y de la paz».
En su homilía, aludió al Año Sacerdotal, que el pasado viernes inauguró el Papa, y recordó que los sacerdotes «son los instrumentos imprescindibles de la gracia y del amor salvador de Cristo». Por esta razón,«la renovada consagración de España al Santísimo Corazón no cuajará en frutos abundantes de vida y testimonio del amor cristiano sin sacerdotes santos». Y concluyó: «¡España, la España de hoy, necesita muchos y santos sacerdotes según el corazón de Cristo!».
La misa, a la que asistieron varios miles de personas, fue concelebrada por el Nuncio del Papa en España, Manuel Monteiro de Castro, y el cardenal Cañizares, prefecto de la Congregación para el Culto Divino, entre otros prelados.