23 de enero de 2009
Empresarios y consumidores rechazan el «made in Spain» de Sebastián
ABC - Jueves 22, enero 2009 - Últ. actualización 13:25h
Empresarios y consumidores rechazan el «made in Spain» de Sebastián
Además
Las «ideas luminosas» de Miguel Sebastián
Otras «propuestas»
El reparto de bombillas de bajo consumo es otra de las iniciativas del ministro que ha recibido fuertes críticas.
En su particular campaña de ahorro energético, acudió al Congreso sin corbata para protestar por la baja temperatura del hemiciclo.
Tampoco el Plan VIVE, puesto en marcha para paliar la crisis del sector del automóvil, tuvo buena acogida y el ministro tuvo que aumir su fracaso y reformarlo.
A. DELGADO MADRID
Actualizado Jueves, 22-01-09 a las 13:24
La solución propuesta ayer por Miguel Sebastián para salvar puestos de trabajo mediante el boicot a los productos extranjeros no ha dejado indiferente a empresarios y a consumidores. Los primeros alertan del peligro de hacer este tipo de llamamientos a la ciudadanía; los segundos piden que no se responsabilice a los consumidores del aumento del desempleo.
El ministro de Industria propuso ayer consumir productos «made in Spain» para hacer frente al paro y llegó a poner cifras a su propuesta: si cada español sustituye en su cesta de la compra productos extranjeros por españoles en unos 150 euros al año «reduciríamos las importaciones, aumentaría el consumo interno y se evitaría la destrucción de 120.000 empleos». La cifra es ciertamente impresionante, pero no parece que la propuesta haya calado.
De hecho, el presidente del Círculo de Empresarios, Claudio Boada, calificó hoy la idea de «planteamiento peligroso». «En el Círculo, todo lo que huele a proteccionismo nos repele profundamente». Boada explicó que esta propuesta «no conviene» a España en las actuales circunstancias económicas y apostó por averiguar por qué los ciudadanos no compran muchos productos españoles con el objetivo de mejorar la competitividad de la economía, solucionando así problemas de calidad o de adaptación a las necesidades de las personas.
«Con la economía precaria de muchas familias que tienen a uno de sus componentes en paro no es de recibo que pretenda cargar el peso del desempleo en los consumidores»
«Ahí es donde me parece que hay que incidir; me parece magnífico que compremos productos españoles, pero "for the good reasons, no for the bad reasons", por razones que de verdad sean de peso y porque se hayan hecho los deberes, cosa que creo que no se está haciendo».
Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) también se ha respondido al «plan Sebastián». Su portavoz, Ileana Izverniceanu, tachó de «sinsentido» y de «salida de pata de banco» que el ministro trate de hacer recaer en los consumidores la responsabilidad del aumento del desempleo. «Con la economía precaria de muchas familias que tienen a uno de sus componentes en paro no es de recibo que pretenda cargar el peso del desempleo en los consumidores», reiteró. «Los consumidores quieren comprar bueno, bonito y barato y si un producto es más barato y de buena calidad que el español no se puede pedir a nadie que tire el poco dinero que le queda para adquirir un producto nacional» y añadió que hay muchas empresas extranjeras que dan trabajo a españoles.
Empresarios y consumidores rechazan el «made in Spain» de Sebastián
Además
Las «ideas luminosas» de Miguel Sebastián
Otras «propuestas»
El reparto de bombillas de bajo consumo es otra de las iniciativas del ministro que ha recibido fuertes críticas.
En su particular campaña de ahorro energético, acudió al Congreso sin corbata para protestar por la baja temperatura del hemiciclo.
Tampoco el Plan VIVE, puesto en marcha para paliar la crisis del sector del automóvil, tuvo buena acogida y el ministro tuvo que aumir su fracaso y reformarlo.
A. DELGADO MADRID
Actualizado Jueves, 22-01-09 a las 13:24
La solución propuesta ayer por Miguel Sebastián para salvar puestos de trabajo mediante el boicot a los productos extranjeros no ha dejado indiferente a empresarios y a consumidores. Los primeros alertan del peligro de hacer este tipo de llamamientos a la ciudadanía; los segundos piden que no se responsabilice a los consumidores del aumento del desempleo.
El ministro de Industria propuso ayer consumir productos «made in Spain» para hacer frente al paro y llegó a poner cifras a su propuesta: si cada español sustituye en su cesta de la compra productos extranjeros por españoles en unos 150 euros al año «reduciríamos las importaciones, aumentaría el consumo interno y se evitaría la destrucción de 120.000 empleos». La cifra es ciertamente impresionante, pero no parece que la propuesta haya calado.
De hecho, el presidente del Círculo de Empresarios, Claudio Boada, calificó hoy la idea de «planteamiento peligroso». «En el Círculo, todo lo que huele a proteccionismo nos repele profundamente». Boada explicó que esta propuesta «no conviene» a España en las actuales circunstancias económicas y apostó por averiguar por qué los ciudadanos no compran muchos productos españoles con el objetivo de mejorar la competitividad de la economía, solucionando así problemas de calidad o de adaptación a las necesidades de las personas.
«Con la economía precaria de muchas familias que tienen a uno de sus componentes en paro no es de recibo que pretenda cargar el peso del desempleo en los consumidores»
«Ahí es donde me parece que hay que incidir; me parece magnífico que compremos productos españoles, pero "for the good reasons, no for the bad reasons", por razones que de verdad sean de peso y porque se hayan hecho los deberes, cosa que creo que no se está haciendo».
Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) también se ha respondido al «plan Sebastián». Su portavoz, Ileana Izverniceanu, tachó de «sinsentido» y de «salida de pata de banco» que el ministro trate de hacer recaer en los consumidores la responsabilidad del aumento del desempleo. «Con la economía precaria de muchas familias que tienen a uno de sus componentes en paro no es de recibo que pretenda cargar el peso del desempleo en los consumidores», reiteró. «Los consumidores quieren comprar bueno, bonito y barato y si un producto es más barato y de buena calidad que el español no se puede pedir a nadie que tire el poco dinero que le queda para adquirir un producto nacional» y añadió que hay muchas empresas extranjeras que dan trabajo a españoles.