5 de mayo de 2014
La falsificación de la Historia al servicio del independentismo catalán
ESPAÑA / 10 MENTIRAS HISTÓRICAS
ABC -Día 05/05/2014 - 09.07h
El escritor Jesús Laínz desenmaraña en su último
libro «España contra Cataluña» (Encuentro Editorial) las mentiras históricas
sobre las que se asienta el nacionalismo catalán
http://www.abc.es/espana/20140504/abci-falsificacion-historia-servicio-independentismo-201405032002_1.html
Mapa con el Reino de Aragón, en el que se incluía
Cataluña
En primer lugar, no es cierto que haber sido un
Estado en el pasado legitime secesiones futuras. Todos los países de Europa,
sin excepción, son el agregado de múltiples territorios que fueron reinos,
principados, repúblicas, ducados, cantones, condados y señoríos. Y algunos de
ellos hasta tiempos tan recientes como el siglo XIX: por ejemplo,
Alemania e Italia.
Y, en segundo, los condados catalanes nunca
conformaron un reino independiente, sino que pasaron en el siglo XIII de la
soberanía de los reyes francos a la de la Corona de Aragón.
Por el contrario, otras regiones españolas actuales (Asturias, León, Castilla)
sí fueron reinos y, sin embargo, no se deduce de ello derecho alguno a la
secesión.
2Cataluña no participó de la historia de España
El«Gran Capitán» durante la batalla de Ceriñola,
durante la segunda guerra de Nápoles
La primera capital de la Hispania romana
fue Tarragona. Y la primera de la
Hispania visigoda, Barcelona. Durante la
Edad Media, los catalanes participaron, al igual que los demás españoles, en la
reconquista. Jaime I de Aragón, por ejemplo, conquistó el reino de Murcia en
nombre y por cuenta de su yerno Alfonso X de Castilla.
Asimismo participaron en el proceso repoblador,
pero no sólo de Valencia y Baleares, sino también de territorios castellanos
como Valladolid o Sevilla. La sevillana Coria del Río, por ejemplo,
fue otorgada por Alfonso X a «150 omes de Catalunna».
Y los catalanes participaron durante siglos en
todos los hechos de armas de la historia de España: la conquista de Granada, la
de Navarra, la de Nápoles, la de América, los Tercios de Flandes, la batalla de Lepanto, etc.
3Los catalanes medievales no se consideraban
españoles
Jaime I de Aragón recibiendo del obispo y jurista
Vidal de Canellas los Fueros de Aragón
Todos los testimonios de aquella época demuestran
lo contrario. En su «Llibre dels feits», escrito por él mismo, Jaime I explicó
sobre la colaboración de los soldados catalanoaragoneses en beneficio del reino
de Castilla: «Porque lo hemos hecho en primer lugar por Dios, en
segundo por salvar a España, y en tercero para que tengamos el gran
honor de que gracias a nosotros se haya salvado España». Y al salir en Lyon del
concilio en el que se había ofrecido para ir en cruzada a Oriente,
declaró: «Barones, ya podemos irnos, que hoy ha sido honrada toda
España».
Y de Ramón Muntaner nos ha llegado la mejor
explicación de la solidaridad política que, por encima de ambiciones y
enfrentamientos, informó a todos los monarcas medievales españoles, cuando
reclamó una política conjunta de todos los reyes «de España, que son
una carne y una sangre».
4Los catalanes fueron excluidos de América
EFE
Estatua de Colón en Barcelona, con la camiseta del
Barça
En primer lugar, todo el victimismo queda anulado
de raíz pues, aun en el caso de que hubiese sido cierta la exclusión, sus
destinatarios no habrían sido los catalanes, sino los súbditos de los
territorios de laCorona de Aragón.
La confusión inicial nació de que los derechos
sobre las tierras recién descubiertas derivaban del Tratado de Alcaçovas que
puso fin a la guerra lusocastellana por el trono de Enrique IV y que otorgaba a
Castilla las tierras que se descubrieran hacia el oeste. Aragón no era parte en
este acuerdo, tanto por no participar en la pugna por el trono como por no
tener litoral atlántico. Por lo tanto, del hecho de que sólo la Corona de
Castilla tuviera derechos en el Atlántico se derivó la incorporación a ella de las
tierras descubiertas por Colón.
A pesar de alguna confusión jurídica inicial y de
muy corta duración, la orden dada por Isabel y Fernando en 1501 a Ovando sobre
que «no haya extranjeros de nuestros reinos y señoríos» se refería a los
flamencos de la corte de Felipe el Hermoso y estaba destinada
a prohibir el comercio de las Indias con y desde puertos de Flandes. La
realidad fue, además, que los aragoneses y los catalanes participaron desde el
principio en la empresa americana, monopolizada, eso sí, desde los puertos
castellanos hasta su liberalización por Carlos III.
Por ejemplo, el jefe militar del segundo viaje de
Colón fue el ampurdanés Pedro de Margarit al frente de
doscientos soldados catalanes. El primer vicario apostólico en las nuevas
tierras fue Bernardo Boil, benedictino de Montserrat. Jaime Rasqui fue uno de
los conquistadores del Río de la Plata. Juan Orpí fundó Nueva Barcelona en
Venezuela. Juan de Grau y Ribó, compañero de Hernán Cortés, se esposó con
Xipaguazin, hija de Moctezuma. Y el leridano Gaspar de Portolá conquistó
California.
5
En 1714 Cataluña perdió su independencia al ser
conquistada por España
Grabado sobre el asalto final a Barcelona por las
tropas borbónicas
No es cierto que Cataluña fuese un estado soberano
en 1714, sino un territorio con algunas instituciones propias, como en
cualquier otro lugar de la Europa del Antiguo Régimen, y parte constituyente de
la Corona de Aragón, es decir, de España. No es cierto que se tratase de una
guerra entre castellanos y catalanes, sino entre partidarios de dos candidatos
al trono de España. No es cierto que lo que moviese a los catalanes fuera la
castellanofobia, sino la francofobia. No es cierto queFelipe V suprimiera
la soberanía nacional representada en las Cortes catalanas, pues eran
estamentales y no representaban a soberanía nacional alguna. No es cierto que
Felipe V incorporara Cataluña a Castilla, sino que uniformizó legislaciones y
centralizó el gobierno, fenómeno general en toda la Europa de aquel tiempo, lo
que también conllevó grandes cambios en la vieja planta castellana, detalle que
no suele recordarse.
No es cierto que los catalanes fuesen austracistas
y los castellanos, borbónicos: muchos de los más importantes gobernantes
castellanos fueron austracistas y en Cataluña hubo comarcas enteras que
se destacaron por su borbonismo. No es cierto que Cataluña fuese
austracista desde el primer momento, pues las cortes catalanas juraron por rey
a Felipe V en 1702, tres años antes de hacer lo propio con el Archiduque Carlos
tras el desembarco angloholandés en Barcelona. No es cierto que en el famoso 11
de septiembre combatieran catalanes contra castellanos, pues hubo castellanos
defendiendo Barcelona del mismo modo que el ejército de Felipe V contó con
miles de voluntarios catalanes. Y no es cierto que los catalanes
austracistas fueran separatistas, sino que presumieron de ser los más
españoles de todos.
6Cataluña es otra nación por tener otra lengua
ABC
Carod
Rovira y el conseller balear, Albert Moragues, en París para participar en la
inauguración de Expolangues, febrero de 2010
Una lengua no
equivale a una nación. Si en la ONU hay 193 naciones y en el mundo varios miles
de lenguas, ¿faltan miles de naciones en la ONU o sobran miles de lenguas en el
mundo? Todos los países europeos son multilingües, con la única
excepción de Islandia.Y España no es precisamente el más multilingüe de
todos: más variedad de lenguas hay en Francia o en Italia. Además, si una
lengua es igual a una nación, ¿pertenecerían los araneses a la nación catalana?
Finalmente, ¿por qué de la existencia de una lengua han de deducirse
consecuencias políticas?
7La castellana es una lengua impuesta a los
catalanes por la fuerza
El símbolo del Instituto Cervantes
La extensión del castellano sobre tierras catalanas
comenzó en la Edad Media, cuando fue consolidándose como la lengua franca, la
lengua en la que era más fácil entenderse dada su mayor extensión territorial,
su mayor número de hablantes y su posición geográfica central. Los lingüistas
lo han explicado mil veces. Un solo ejemplo: Jaime II de Aragón, siglo
XIII, escribía sus cartas a los reyes musulmanes de Granada en castellano,
sin que el rey de Castilla tuviese participación, influencia, autoridad ni
culpa alguna en ello.
Por otro lado, el cultivo literario de la lengua
castellana, que no alcanzó ninguna otra lengua española, su prestigio y su peso
económico provocaron el abandono paulatino de las lenguas de alcance
regional, como ha sucedido siempre en todo el mundo. Fueron los
propios catalanohablantes, empezando por las elites sociales e intelectuales,
los que fueron pasándose a la lengua castellana y abandonando la lengua catalana.
Así lo hicieron Despuig, Martí de Viciana, Viñoles, Boscán y Timoneda en los
siglos XV y XVI. Muchos catalanes incluso recomendaron el abandono de la lengua
catalana, como Antonio Capmany, que la consideró «un idioma antiguo y
provincial, muerto hoy para la república de las letras»; o nada menos que
Aribau, que animó al gobierno español a que «generalizase en todos sus dominios
una misma lengua».
Las medidas de extensión de la lengua común de la
monarquía (que no es lo mismo que la extirpación de las regionales, lo que sí
se hizo, por ejemplo, en la Francia republicana), tomadas desde el
comienzo del siglo XVIII, palidecen en comparación con el abandono por
parte de los hablantes. Así lo reconocieron todos los ideólogos nacionalistas.Cambó,
por ejemplo, declaró en 1916 que «quienes más han trabajado para la destrucción
de la personalidad catalana han sido los propios catalanes».
El periódico de su partido, «La Veu de
Catalunya», escribió en 1910 que «el castellano no se ha impuesto por
decreto en Cataluña, sino por adopción voluntaria, lenta, de nuestro pueblo,
efecto del gran prestigio adquirido por la lengua castellana. Éramos libres,
teníamos completa autonomía política, con Cortes más soberanas que las
propuestas por las Bases de Manresa, y ya se hablaba y escribía en castellano».
8España ha sido tradicionalmente reaccionaria, a
diferencia de Cataluña
BRANGULI
Barcelona. Febrero de 1936. En el Teatro Olymppia,
mitin de la Liga Catalana bajo la presidencia de Cambó.
Olvidando el hecho de que las primeras cortes
europeas fueron las leonesas, y viniendo a tiempos más cercanos, la Cataluña
del siglo XIX se caracterizó por ser una abundante fuente de pensamiento
conservador y el principal reducto, junto a las provincias vasconavarras, del
absolutismo y el carlismo. Cataluña fue la única región española que se
alzó en armas cinco veces en defensa de los sagrados derechos del trono y el
altar, además del especial entusiasmo con el que los catalanes
lucharon contra la Francia revolucionaria en 1793 y la napoleónica en 1808:
durante el trienio liberal (1820-23), en defensa de la Regencia de Urgell
contra la Constitución de Cádiz; en 1827, la Guerra dels Agraviats o dels
Malcontents, que reivindicaron el apartamiento de los ministros liberales y el
restablecimiento de la Inquisición; y en 1833-40, 1846-49 y 1872-76, las tres
guerras carlistas. Mientras tanto, gran parte de la España castellana se
distinguía por su apoyo al liberalismo.
Por otro lado, Cataluña fue
la fortaleza del proteccionismo frente al librecambismo, Prat de la Riba y
otros liguistas fueron partidarios del sufragio censitario, y Cambó y
la Lliga apoyaron a Primo de Rivera y a Franco.
9España ha sido tradicionalmente imperialista y
belicista, a diferencia de Cataluña
Detalle del cuadro de Ramon Padró i Pijoan
«Embarcamiento de los voluntarios catalanes en el puerto de Barcelona»
¿Habrá que olvidarse, pues, de los almogávares, que
dejaron imborrable recuerdo en el Mediterráneo a golpe de espada? ¿Y de los
reyes catalanoaragoneses que expulsaron a los moros de España y a continuación
se dedicaron a conquistar Cerdeña, Sicilia e Italia?
En tiempos más cercanos, Cataluña fue la región
española que más encarnizadamente se alzó contra la invasión napoleónica, según
palabras del mariscal Berthier. Los gerundenses prefirieron morir antes que
entregarse. Y la primera batalla ganada a los franceses fue la
del Bruch.
Durante todo el siglo XIX; Cataluña fue la región
más patriota, belicista, islamófoba, esclavista, colonialista e imperialista de
España. Durante la Guerra de Marruecos de 1859-60 Cataluña se
llenó de versos, canciones, zarzuelas, himnos y obras de teatro incitando a los
jóvenes catalanes a alistarse para borrar la Media Luna de la faz de la tierra.
Respecto a la esclavitud, de todas las ligas antiabolicionistas de España, la
más activa fue la de Barcelona.
La prensa catalana, de todas las tendencias,
incluida la de la extrema izquierda republicana y anticlerical, fue
extraordinariamente agresiva y patriotera tanto contra los alemanes en la
crisis de las Carolinas en 1885, como contra los marroquíes en la de Melilla de
1893, como contra mabises y yanquis en las guerras de Cuba y Filipinas.
Cataluña fue la primera región en levantar tercios de voluntarios para todas
esas guerras, como ha quedado inmortalizado en incontables versos, cuadros y
periódicos de la época.
10La de 1936 fue una guerra entre España y Cataluña
Madrid. Palacio del Pardo. 1974. Franco recibe en
audiencia a la directiva del Fútbol Club Barcelona
Habrá que olvidarse, por lo tanto, de los dos
principales apoyos eclesiásticos de Franco, los cardenales Gomá y Pla. Y de un
Cambó que, tras medio siglo de liderazgo catalanista, puso su fortuna a disposición de Franco y organizó en París, junto con Llonc, Ventosa,
Estelrich y otros huidos de la Cataluña republicana, la Oficina de Propaganda y
Prensa para defender el bando franquista ante la opinión pública europea y
organizar su servicio de espionaje. Cambó también fue el responsable del
manifiesto que secundaron cientos de personalidades catalanas de la política,
la empresa y la cultura en el que proclamaron que «como catalanes, afirmamos
que nuestra tierra quiere seguir unida a los otros pueblos de España por el
amor fraternal y por el sentimiento de la comunidad de destino, que nos obliga
a todos a contribuir con el máximo sacrificio a la obra común de liberación de
la tiranía roja y de reparación de la grandeza futura de España». Otros
catalanes que se distinguieron por su apoyo a Franco fueron, entre otros
muchos, Josep Pla, Eugenio d’Ors, Agustí Calvet, Federico Mompou y
Salvador Dalí.
Por otro lado, Xavier de Salas, Josep Maria
Fontana, Josep Vergés, Ignasi Agustí y Juan Ramón Masoliver fundaron en Burgos
la influyente revista Destino, y tres de los principales dibujantes y
guionistas de las revistas juveniles Pelayos y Flecha fueron Valentí Castanys,
Josep Serra y Josep Maria Canellas.
Por no hablar de los miles de alcaldes,
gobernadores, procuradores, diplomáticos y ministros catalanes del régimen
franquista. Entre estos últimos estuvieron Joaquín Bau y Nolla, Francisco
Serrat y Bonastre, Eduardo Aunós, Joaquín Planell y Riera, Pedro Gual Villalbí,
etc.
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