El Instituto de Enseñanza número uno de Gijón permite, desde hace tres años, que los profesores "corrijan" a través del "contacto físico" a sus alumnos. Un documento solicita el permiso de los padres para que los profesores puedan registrar a los estudiantes y "controlarlos" en caso de incurran en determinados comportamientos durante los viajes y excursiones extraescolares.
El director del Instituto, Julián Dizy, ha defendido este miércoles el texto. "Para mí es ofensivo que alguien pregunte si significa que se les van a dar tortas por no resolver bien el tiro parabólico", ha indicado en declaraciones a Europa Press, al tiempo que ha precisado que lleva tres años en vigor este documento y hasta ahora no habían tenido "ninguna" queja de las familias, aunque sí se dieron aclaraciones cuando surgieron dudas de algunos progenitores.
De hecho, ha indicado que, a excepción de uno, todos los que van a participar en el viaje de la Semana Blanca a Andorra que tendrá lugar en fechas próximas han entregado ya firmado el permiso. Según el director, el AMPA está de acuerdo, y ha incidido en que el objetivo es que las familias reflexionen sobre la importancia que tiene un profesor cuando se sale de excursión o viaje escolar, ya que actúan como tutores. "Deben actuar con la diligencia de un buen padre de familia", dice según él el Código Civil.
Es ofensivo que alguien pregunte si significa que se les van a dar tortas por no resolver bien el tiro parabólico, dice el director
Ha insistido en que de trata de prever situaciones y ha referido que se pide, por ejemplo, autorización para la "realización de controles del alumnado y sus pertenencias por el profesorado, la autoridad o el sistema de control pertinente de instituciones que lo requieran".
Ha puesto de ejemplo un episodio que él mismo vivió, cuando en un aeropuerto una de los alumnos "pitó" al pasar el control y el vigilante le pidió que como tutor de la menor autorizara que la "cachearan", pero también en otros pasos fronterizos pasan a los perros para buscar posibles drogas.
"Que se hagan responsables de los daños y perjuicios causados por el alumno", dice otro de los puntos del documento, algo que ha indicado puede ser intencionado o de forma accidental. Dizy ha incidido en que es la familia quien debe hacerse cargo y no el instituto.
Sobre el último punto, ha señalado que dice que "el deber y derecho de corrección del profesorado puede hacer necesario el contacto físico y verbal proporcional al hecho en particular en casos de acoso escolar o agresión, peligro inminente o incitación a situaciones intolerantes, violentas o peligrosas para el colectivo".
La realización de controles del alumnado y sus pertenencias por el profesorado, es uno de los puntos del documento
Dizy ha justificado este punto por un suceso acontecido hace un tiempo, cuando una alumna del instituto, durante una excursión, desobedeció a un profesor y se puso a cruzar la carretera por un lugar no habilitado para peatones. En esa ocasión, el profesor la agarró por el brazo para volverla a subir a la acera y este acto fue recriminado posteriormente por el progenitor de la menor, según el director.
"Es muy serio el tema, no es un guía con turistas del Imserso', ha apuntado sobre la responsabilidad del profesor. Dicho esto, ha destacado que en el 90 por ciento de los lugares a los que van felicitan a los alumnos por su comportamiento. 'A lo mejor porque prevemos las cosas", ha apostillado.
Por parte de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA), su presidente, Paulino Martínez, ha visto necesario este documento, que ha recordado que fue aprobado en su día por el Consejo Escolar. Martínez ha incidido en que el documento del permiso se remite a todos los padres y pueden firmarlo o no, ya que se trata de actividades extraescolares que no son obligatorias.
En su opinión, se está haciendo una mala interpretación del mismo, ya que lo que se autoriza es a que pueda intervenir el profesor y evitar, por ejemplo, una agresión a algún alumno, o que pueda defenderse si le agreden a él un estudiante.
Asimismo, ha considerado que muchos padres no están asumiendo que el profesor va de forma voluntaria a esa actividad extraescolar y, en caso de que autoricen a su hijo a viajar, significa que confían 'plenamente' en este. Ha apuntado que es 'lógico y legal' que los progenitores se hagan cargo de los destrozos que puedan causar los menores, aunque ha precisado que hay padres 'que no lo asumen hasta que ocurre'.
Quién sí se ha mostrado en contra es la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Gijón y Carreño (Fapas-Xixón), de la que no forma parte el AMPA de ese instituto. Su presidenta, Juana Llana, quien ha señalado que no tenían conocimiento de este documento. Ha precisado que no se puede decir que vayan a hacer 'algo ilegal', pero, en todo caso, cree "muy poco afortunada" la redacción del mismo.
Asimismo, ha dado por sabido por todos los padres que cuando un hijo viaja con el centro de estudios si este causa destrozos tienen que asumirlos, por lo que ha considerado que no es "oportuno" ponerlo por escrito. Ha mostrado su deseo de que no se extienda a otros institutos y ha avanzado que se abordará el asunto en la próxima Junta de Fapas-Xixón del próximo lunes.
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