17 de enero de 2012
Mucho que celebrar: eutanasia y sedación terminal no son lo mismo
TRIBUNA SANITARIA
La Organización Médica Colegial (OMC) y la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL) consideran desproporcionada, muy desafortunada y extremadamente contradictoria la crítica sobre la Guía de Sedación Paliativa, realizada por los doctores Luis Montes y Fernando Soler, miembros de Derecho a Morir Dignamente, en el artículo publicado titulado Guía de sedación paliativa: nada que celebrar.
Los doctores Montes y Soler aseguran que esta guía “no aporta novedades ni da solución a algunos pacientes”. ¿Nos permiten discrepar?. Este documento aporta todo lo necesario para que un médico pueda aplicar correctamente la sedación paliativa con el fin de que ningún enfermo sufra innecesariamente al final de la vida ni desee morir por falta de atención y asistencia. Insiste también en remarcar la diferencia entre la sedación terminal y la eutanasia que radica en la intención, el procedimiento empleado y el resultado, la misma diferencia que separa los planteamientos de la OMC y la SECPAL del discurso artificioso de los doctores Montes y Soler.
Lamentamos que el respeto que reiteradamente hemos manifestado y exigido para posiciones diferentes a las nuestras como las de los doctores Montes y Soler se vean correspondidos por la intolerancia, juicios de valor inapropiados, descalificaciones y falsedades, simplemente por no estar de acuerdo con las posiciones a favor de la eutanasia que manifiestan sus autores. Desde esta tribuna, reiteramos nuestra postura en contra de la eutanasia porque la eutanasia tiene como objetivo exclusivo terminar con la vida de un paciente y nosotros, como médicos, defendemos, por encima de todo, la vida y la salud de los ciudadanos. Y defendemos los cuidados paliativos y la sedación paliativa porque son prácticas médicas que conducen exclusivamente a limitar el dolor y el sufrimiento.
Los doctores Montes y Soler afirman que nadie ha hecho llegar a los médicos la mencionada Guía de Sedación Paliativa y hablan de “secretismo” en su elaboración. Los hechos son contundentes: desde hace dos años, la OMC y la SECPAL –que agrupa a más de 1.800 profesionales que trabajan en esta disciplina- trabajaron en la elaboración de un documento de consenso que sirviera de guía para la correcta aplicación de la sedación paliativa; posteriormente, este documento fue sometido a su aprobación por la Asamblea General de la OMC en la que están representados los 52 Colegios Médicos de España y el 10 de noviembre se hizo una presentación pública ante los medios de comunicación, a cargo del presidente de la corporación, Juan José Rodríguez Sendín; el presidente de la Comisión Central de Deontología, Marcos Gómez Sancho y el de la SECPAL, Javier Rocafort, quienes respondieron a todas las preguntas libremente formuladas por los diversos medios de comunicación.
Los medios, incluidas las televisiones, difundieron ampliamente el documento que se publicó íntegro en la webwww.medicosypacientes.com y se incorporo a la web de la corporaciónwww.cgcom.es, ambas de acceso libre. Por su parte, la SECPAL distribuyó el 15 de noviembre la guía a más de 12.000 profesionales sanitarios a través de su foro de discusión y colgó el original de su banco de archivos, accesible gratuitamente para cualquier profesional registrado.
Por lo tanto, el “secretismo”, la “nula difusión” y los “principios democráticos” a los que aluden y que cuestionan los doctores Montes y Soler quedan totalmente fuera de toda evidencia racional y lógica ya que la guía está al alcance de cualquier médico que quiera consultarla y de pacientes y familiares que necesiten informarse sobre la atención y asistencia al final de la vida.
La colaboración de la OMC y la SECPAL en esta materia se remonta a 10 años y se han realizado conjuntamente reiteradas declaraciones en el mismo sentido. Antes de la publicación del anteproyecto de la ley reguladora de los derechos de la persona ante el proceso final de la vida, del anterior Gobierno, ambas organizaciones ya habíamos solicitado públicamente a los grupos políticos responder a las importantes deficiencias que en la atención al final de la vida deberían ser abordadas en una futura Ley. Hace tres años, la delegación española de la OMC propuso a la Asociación Medica Mundial (AMM) dos declaraciones: una de ellas, la declaración sobre atención médica al final de la vida, ha sido aprobada en la última asamblea general celebrada en Montevideo el pasado mes de octubre, convirtiéndose nuestro texto en una referencia para los profesionales y también para las administraciones de todos los países.
La otra declaración presentada en la AMM por la OMC es, precisamente, la declaración sobre la sedación paliativa, documento que ha sido aceptado para su discusión en un grupo de trabajo que preside España y que será aprobada, casi con toda seguridad, en la próxima asamblea general. ¿Cómo pueden extrañarse los autores del por qué concretamos e intentamos paliar las deficiencias asistenciales en esta cuestión con una guía? Nosotros nos preguntamos ¿por qué ahora y en este momento los autores lanzan esta soflama contra la OMC y la SECPAL?
Los doctores Montes y Soler acusan a los colegios de médicos de “elementos al servicio de los poderes fácticos reaccionarios” cuando ellos saben perfectamente o deberían saber que son organizaciones democráticas, independientes de los poderes políticos, que ejercen de garantes del correcto ejercicio profesional y de los derechos y deberes de los médicos, siempre al servicio de los pacientes y al cuidado de su salud, respetando la vida humana y la dignidad de las personas.
Afirman que la OMC se opuso a la ley de muerte digna de Andalucía, lo que es totalmente falso. La OMC se opuso a la primera redacción y aplaudió la segunda. Se opuso a la primera redacción por considerarla inaceptable en alguno de sus contenidos, como en lo referente al ensañamiento terapéutico o por no precisar ante ciertos supuestos, como la retirada del soporte vital, la posibilidad de reconocer el derecho a objetar en conciencia.
La eutanasia tiene como objetivo terminar con la vida de un paciente; los médicos defendemos por encima de todo la vida y la salud
Y aún siguen faltando más a la verdad cuando aseguran que la corporación ha compartido la estrategia de oposición con la jerarquía católica y el Partido Popular, amparándose, entre otros argumentos, en la objeción de conciencia. Tal afirmacion es absolutamente falsa y resulta curioso cuando sectores conservadores han acusado a la OMC precisamente de todo lo contrario. Entonces ¿con qué nos quedamos? Pues nos quedamos con nuestro trabajo que no es otro que dar una respuesta constructiva, respetuosa y honesta a los compromisos que la profesión médica tiene adquiridos ante los ciudadanos y conseguir que ningún paciente desee morir por falta de atención y asistencia.
Sabemos que la necesidad de disminuir la conciencia de un enfermo en las horas anteriores a su muerte ha sido y es, en muchas ocasiones, motivo de controversia, tanto en aspectos clínicos, como en los éticos, legales y religiosos. Y asimismo que, en todos estos aspectos, incluidos los legales, existen vacios por cubrir. Además, quienes no conocen las indicaciones y la técnica de la sedación o carecen de experiencia en medicina paliativa, pueden confundirla con una forma encubierta de eutanasia. Y este documento, realizado por profesionales con muchos años de experiencia en la atención a enfermos en situación terminal, recoge pautas de intervención para los médicos a la hora de aplicar los cuidados paliativos para que ningún enfermo sufra innecesariamente al final de la vida, lo que es también la mejor manera de afrontar los casos de petición de eutanasia.
En este documento quedan perfectamente reflejados otros aspectos como el consentimiento, la administración de fármacos y su evolución, así como pautas para que el médico evalúe el estado emocional de las familias, proporcionándoles siempre presencia, comprensión, disponibilidad y privacidad.
La Guía de Sedación Paliativa, en contra de lo que los doctores Montes y Soler interesadamente afirman, al respecto de no aportar novedad alguna, ofrece un importante y trascendente salto cualitativo al considerar a la sedación paliativa buena practica cuando cumple con los criterios que determina, garantizando el respeto a la vida y la dignidad de todos los enfermos, evitando el dolor y el sufrimiento al final de la vida.
* Juan José Rodríguez Sendín es presidente de la Organización Médica Colegial (OMC) y Javier Rocafort es presidente de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (Secpal)
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