Las compañías de entre 6 y 50 empleados son las más afectadas
El agravamiento de la crisis obliga a cerrar 35.000 empresas desde julio
La crisis económica se ha recrudecido desde el verano pasado y eso ha obligado a otras 35.000 empresas, con al menos un trabajador, a echar el cierre entre julio y noviembre pasados. Esto supone un tercio de todas las empresas que se han destruido desde principios de la recesión.
El Gobierno cuenta con que la EPA eleve el número de parados a cerca de 5,4 millones
R. Pascual - Madrid - 27/01/2012 - 07:00
Entre los empresarios, sobre todo del sector industrial, existe una máxima que dice: "Empresa que se cierra no vuelve a abrir". Esto supone que cada fracaso empresarial se traduce en un deterioro difícilmente reparable del tejido productivo. Según el registro de empresas, con al menos un trabajador, de la Seguridad Social, el recrudecimiento de la crisis desde el pasado verano ha obligado a otras 35.000 empresas a echar el cierre en España.
Esta cantidad es un tercio de todas las compañías que han cerrado desde 2009, poco después del inicio de la recesión. En total, el fracaso empresarial ha afectado a 102.870 en los últimos tres años. Estas cifras empeorarán con toda seguridad a tenor de la nueva cifra de en torno a 5,4 millones de parados que arrojará hoy la EPA, según avanzó ayer el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.
El patrón del tejido empresarial español refleja que siete de cada diez empresas tiene menos de cinco trabajadores. Este grupo ha registrado una destrucción del 5% de las entidades desde el inicio de la crisis.
Pero están siendo las empresas medianas de entre 6 y 50 empleados las más castigadas por la recesión, ya que han registrado una disminución del 11% en los últimos tres años. Algo similar ha ocurrido desde el pasado verano, las compañías medianas han sido también las que más han tenido que cerrar (14.837 entre julio y noviembre). Casi la mitad de las empresas desaparecidas en los últimos seis meses tenían entre 6 y 50 trabajadores.
Con toda probabilidad, son precisamente estas empresas, que tienen hasta medio centenar de asalariados, las que podrían estar en los planes del Gobierno para darles mejores condiciones de contratación y, sobre todo, medidas adicionales y específicas de flexibilidad interna, según fuentes del sector empresarial consultadas.
Precisamente ayer, el presidente de la Federación de Asociaciones de Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, recordó que el acuerdo laboral al que han llegado patronal y sindicatos no afectará al 80% del tejido empresarial formado por autónomos y pymes, donde en la práctica la representación sindical casi no existe.
Además de los datos citados de la Seguridad Social, el Directorio Central de Empresas (Dirce) que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE) incluye a todos los autónomos, por lo que este organismo llama la atención sobre el hecho de que el 55% del tejido empresarial español está formado por empresas sin asalariados. De esta forma el número total de empresas ascendería a 3,2 millones.
Si se toman como referencia estos datos, el número de empresas sin asalariados experimentó un crecimiento entre 2008 y principios de 2011 del 2,3%, pese a la crisis. Mientras que el total se redujo un 5% en ese periodo.
En cualquier caso, según el INE, España cuenta en la actualidad con unas 70 empresas por cada 1.000 habitantes; y casi la mitad están ubicadas en tres comunidades autónomas: Cataluña (18% del total), Madrid (15,4%) y Andalucía (15,1%). Además, la economía española tiene una de las mayores concentraciones de microempresas de toda la Unión Europea (93,1%), solo superada por países como Italia, Polonia, Suecia, República Checa o Portugal.
Pero además, el INE también refleja un deterioro del tejido empresarial español en términos de productividad y valor añadido. Entre 2007 y 2011 las empresas del sector industrial han reducido su peso del 7,3% al 6,8%; al tiempo que los servicios, excluido el comercio, pasaban de ser el 50% al 54,1%.
Miedo a pedir un crédito
La sequía del crédito desanima a cada vez más pequeñas y medianas empresas a la hora de acudir a una entidad financiera para solicitar préstamos. En el último trimestre de 2011, solo la mitad de las pymes (el 51,5%) solicitó financiación, lo que supone una cantidad sustancialmente menor al promedio de 2010 y los tres primeros meses del pasado año, cuando el 68% de las pymes pidió financiarse, según la encuesta de las Cámaras de Comercio sobre el acceso a la financiación.
De todos estos solicitantes tres de cada cuatro consiguieron financiarse pero el cuarto no logró ningún tipo de crédito, lo que en la mayoría de los casos puede suponer el fin de la empresa. Uno de los principales problemas de las pymes para acceder a la financiación es el endurecimiento de las condiciones del préstamo: a finales de 2001 el 65% recibió el crédito con condiciones más duras.
El 93,5% de las empresas quiere el dinero para financiar circulante (el 91,6% de promedio en 2010 y 2011). Y solo una de cada cuatro pymes quería la financiación para proyectos de inversión.
La cifras
6,7% es el porcentaje que representa la desaparición de 102.870 empresas del registro de Seguridad Social desde 2009.
76% de las empresas españolas tiene entre uno y cinco trabajadores. Y solo el 3% entre 100 y 500 empleados.
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