25 de enero de 2012

Israel detiene a un diputado vinculado a Hamás

Israel detiene a un diputado vinculado a Hamás

Es el tercer representante arrestado en cuestión de horas. Los palestinos denuncian una supuesta campaña para boicotear el proceso de reconciliación nacional entre Al Fatah y Hamás

Mohammed Totá y Jaled Abu Arafé, en el juzgado. / AHMAD GHARABLI (AFP)
La pasada madrugada las Fuerzas de Seguridad israelíes realizaban una nueva redada nocturna en la ciudad de Ramala y detenían a un representante del Consejo Legislativo Palestino. En este caso se trata de Abdul Yaber Fukaja, un diputado del Bloque por el Cambio y la Reforma, afiliado al movimiento islamista Hamás. Esta detención sucedía solo horas después de la de otros dos aforados palestinos residentes en Jerusalén. Se trata de Mohammed Totá y Jaled Abu Arafé, que el día anterior eran detenidos en la sede del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), donde se refugiaron en julio del año 2010.
“Los diputados sabían que nuestra sede no disfruta de inmunidad diplomática, se lo advertimos desde el primer momento”, comenta la portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Jerusalén, Cecilia Goin. “Si la Policía hubiera querido detenerles antes lo hubiera podido hacer sin problemas”, añade en su despacho del barrio de Sheij Yarraj. De hecho, ya detuvieron en septiembre de 2011 a otro diputado, Ahmed Attun, que se había encerrado con ellos y cometió el error de poner un pie fuera del recinto de la organización, circunstancia aprovechada al momento por la policía para detenerle.
Decenas de palestinos protestaban este mediodía frente a la sede del CICR y hacían entrega de una carta de protesta contra “los secuestros” de los diputados, dirigida al delegado de la organización humanitaria. La misiva era leída en voz alta y después entregada de forma pacífica, a diferencia del día anterior, en que “familiares de los detenidos irrumpieron dentro del recinto de forma violenta”, describe la portavoz. No obstante, no hubo agresiones ni tampoco daños materiales, pero “sí una gran frustración e impotencia”, asegura Amyad Abu Assab, miembro del Comité de Solidaridad con los Diputados y sus Familiares, tras la lectura del manifiesto. “Confiábamos en que la Cruz Roja protegería a nuestros representantes”, añade, tras explicar que como él, muchos pensaban que los diputados disfrutaban de una doble inmunidad. Por un lado, parlamentaria, al ser miembros electos del Consejo Legislativo y por otro diplomática, al creer erróneamente que se encontraban en territorio que suponían protegido por las Convenciones de Ginebra. Una deducción a la que llegaban después de pasar más de año y medio viviendo en el edificio sin ser molestados por las Fuerzas de Seguridad. “El momento elegido para las detenciones tiene sin duda un componente político, teniendo como objetivo sabotear las negociaciones de reconciliación nacional”, agrega Abu Assab.
Por el contrario, según el portavoz de la Policía de Jerusalén, Shmulik Ben-Ruby “las detenciones se hicieron de acuerdo a razones operacionales, eligiendo el momento más adecuado desde el punto de vista policial”. Según esta misma fuente, “los detenidos serán deportados el domingo por la mañana a Cisjordania después de haber sido juzgados”.
Ambos parlamentarios son residentes en Jerusalén y hace un año y medio las autoridades israelíes les obligaron a elegir: o renunciaban a su escaño y se desvinculaban de Hamás, o perdían su derecho de residencia en la ciudad. Tanto Mohammed Totá y Jaled Abu Arafé son titulares del llamado “carné azul”, que les otorga el derecho a la educación, a la Sanidad y a la protección social pero les niega la ciudadanía plena.
Estas últimas detenciones suceden a la del propio Presidente del Consejo Legislativo Palestino, Abdel Asís Dweik, arrestado el pasado jueves en Ramala, y que por tercera vez ha sido objeto de una detención preventiva (sin cargos) de 6 meses. Para muchos palestinos éste es un indicador de que el Gobierno israelí quiere hacer descarrilar el proceso de reconciliación entre las facciones rivales de Al Fatah y Hamás, en un momento en el que las reuniones israelo-palestinas, auspiciadas por el Cuarteto, parecen haber entrado en un punto muerto.
Según lo acordado con este grupo de contacto, israelíes y palestinos debían presentar un borrador inicial en cuestiones como las fronteras o la seguridad en el espacio de tres meses. Los palestinos ya lo han hecho, tomando como referencia la fecha de la primera reunión el pasado 26 de octubre. Los israelíes, en cambio, quieren esperar hasta el próximo 3 de abril dado que toman el último encuentro, celebrado el 3 de enero en Ammán, como referencia. En este contexto de parálisis negociadora tiene lugar la llegada de la Alta Representante para Política Exterior y de Seguridad de la UE, Catherine Ashton, que además de dar garantías a Israel de la aplicación de las recién aprobadas sanciones contra Irán, intentará reactivar por enésima vez un proceso de paz cuya resolución más parece una utopía.

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