10 de abril de 2010

Misa rockera en la catedral

El padre Jony durante la misa rockera celebrada ayer en la catedral de Tortosa.- JOSEP LLUIS SELLART


EL PAIS

Misa rockera en la catedral

El padre Jony llena la iglesia de Tortosa con un oficio a ritmo de rap y 'blues'

F. BALSELLS - Tarrragona - 09/04/2010



Con la chupa de cuero sobre el alzacuello y la guitarra eléctrica reposando sobre el altar, el padre Jony arrancó ayer una misa rockera que convirtió la catedral de Tortosa (Tarragona) en algo muy parecido a un festival veraniego. "Es mi primer servicio rockero en España", explicó después Joan Enric Reverté, el sacerdote catalán volcado en acercar la Iglesia a los jóvenes y que se convierte en el padre Jony cuando oficia acompañado de un teclado, un bajo, una batería y dos guitarras eléctricas, como ya ha hecho en Guatemala y Colombia.
Unas 500 personas, en su gran mayoría adolescentes, atestaron la catedral, que había invitado a Reverté para conmemorar el centenario de la constitución de la Corte de Honor de la Virgen de la Cinta, patrona de la comarca.
El cura, en verdad, se entregó a fondo: empezó a ritmo de blues para proseguir con versiones rockeras de canciones religiosas y cautivó al entonar las ofrendas a golpe de rap. "A Dios rogando y con la guitarra tronando", coreó el padre entre aplausos y conatos de baile. Los haces de luz y las proyecciones de vídeos que acompañaron la decena de temas musicales interpretados por la banda completaron la escenografía. "Casi parece una estrella de rock", comentó un párroco presente en la misa, algo desconcertado al ver que los asistentes coreaban las canciones de forma similar a como lo harían en un macroconcierto. "Si la estrella es para dar luz a los demás pues sí, me siento una estrella de rock. Lo importante es acercar a los jóvenes al Señor", se excusó Jony ante tanta idolatría juvenil.
Reverté, rector de una parroquia en Alcanar, ya ha editado dos discos y aspira a salir de bolos este verano para popularizar su estilo eucarístico. "Si usted oficiara aquí nadie me sacaría de la iglesia", le animó Juan Carles, estudiante de 16 años y fan declarado de la misa rockera. El padre acabó, como mandan los ritos de su hobby, firmando autógrafos.