22 de abril de 2010

Al Supremo le llueven peticiones para que cierre el «caso Garzón»

ABC

Al Supremo le llueven peticiones para que cierre el «caso Garzón»

Una oleada de marchas se preparan para el sábado en embajadas y ciudades españolas, asociaciones como Human Rights y Amnistía Internacional censuran el proceso contra el juez y 150.000 personas entregan firmas en el Congreso


VÍDEO de la entrega de firmas en el Parlamento a favor de Garzón: ATLAS
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«No comento temas judiciales», dice Botín, que ha recibido la citación
Las acusaciones requieren que también se pida información a Cepsa
Los «garzonistas» marcharán el sábado en una veintena de ciudades
La Fiscalía del Supremo pide el archivo de la causa contra Garzón
E. M. | MADRID

Actualizado Jueves , 22-04-10 a las 20 : 42

Durante la jornada de hoy, hemos escuchado muchos argumentos para no callarse ante el juicio que parece próximo y que sentará en el banquillo al juez Baltasar Garzón. Él mismo ha denegado acudir a un congreso que tenía en su agenda en Ginebra sobre la ligazón de Periodismo y Justicia debido a su «situación actual». Que el juez más mediático acuda a dar una lección magistral sobre lo unidos que deben caminar el ejercicio de periodistas, en connivencia con los jueces y las informaciones que su actividad depara, tiene un punto paradójico a fecha de hoy.

En su favor, el colectivo de representantes de la cultura agrupados en la recién creada Plataforma contra la impunidad del franquismo ha dado voz al anuncio de una manifestación multitudinaria -esperan- para el sábado en una veintena de ciudades. En Madrid estarán el cineasta Almodóvar, los escritores Almudena Grandes y Marcos Ana, y otro, Luis García Montero, se ha encargado de dar algunos detalles de la concentración del 24 de abril, a las 18.30 horas, entre Cibeles y Sol. Este colectivo de artistas -entre los que se ha podido ver, esta mañana, a Aitana Sánchez-Gijón, Tristán Ulloa, José Sacristán, Juan Diego Botto, Antonio de la Torre o Asunción Balaguer- se ha rodeado hoy de familiares de víctimas y asociaciones de la memoria histórica para presentar el acto.
El poeta García Montero ha hecho hincapié hoy en que la convocatoria se realiza desde el «respeto a las instituciones democráticas» -para alejar fantasmas de críticas al quehacer del Tribunal Supremo- y «sin intención de presionar a ninguna institución judicial». A continuación, familiares de víctimas del franquismo, como Hilda Farfante, quien tenía cinco años cuando sus padres, maestros de profesión, fueron asesinados en 1936 «y tirados a una cuneta», ha afirmado, para dejar la palabra al ex presidente de la asociación de ex presos y represaliados del franquismo, Gervasio Puente, literalmente: «Nos hemos dormido durante estos años, es necesario luchar».
El mismo sábado, Falange Española ha convocado otra concentración enfrentada, aunque los artistas han dejado claro que habrá un gran dispositivo que evite «cualquier mezcla»
García Montero ha censurado, literalmente, que «las mismas siglas que en el año 1936 rompieron la legalidad para imponer el terror sean las que ahora utilizan las leyes para burlar y despreciar a los descendientes de las personas a las que ellos mismos ajusticiaron», en referencia a la denuncia interpuesta por Falange Española. Por ello, la manifestación discurrirá por arterias centrales de la capital reclamando «Justicia, verdad y reparació para los familiares de al menos 131.000 desaparecidos, los fusilados, encarcelados, represaliados y exiliados».

Concentración hoy en apoyo a Garzón / EFE


Polvorín de manifestacionesEl mismo día de esta marcha, Falange Española ha convocado otra concentración en las calles de Madrid, un gesto que los organizadores consideran «un acto de provocación más». Sin embargo, explicaron que han mantenido diversas reuniones con responsables del Ministerio del Interior para garantizar la seguridad. «Habrá un dispositivo policial que evite cualquier enfrentamiento y mezcla», garantizó García Montero.

Para apoyar la manifestación de Madrid están convocados actos a la misma hora en otras ciudades españolas y concentraciones ante las embajadas de España de diferentes lugares del mundo como Buenos Aires, Bruselas, Londres o París. Hoy mismo, y después de que asociaciones de víctimas hayan hecho entrega de 150.000 firmas pidiendo -como la Fiscalía- el archivo de la causa contra Garzón, la organización internacional Human Rights Watch ha pedido al presidente permanente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y a los Estados miembros de la UE, que expresen «su oposición a las posibles sanciones contra el juez español Baltasar Garzón por investigar los abusos cometidos durante la dictadura franquista». «Garzón ha hecho esfuerzos para lograr justicia para las víctimas de violaciones de Derechos Humanos en el extranjero, y ahora está siendo castigado por intentar hacer lo mismo en su propio país», expresó Lotte Leicht, directora de la oficina ante la UE de Human Rights Watch. «La decisión de procesar a Garzón permite que España y Europa sean acusadas de aplicar un doble rasero y socava la credibilidad y efectividad de la UE en la lucha contra la impunidad por delitos graves», agregó, según informa Ep.

Otra organización internacional de entidad, Amnistía Internacional, ha solicitado también la «retirada de los escandalosos» cargos presentados contra el juez de la Audiencia Nacional por un presunto delito de prevaricación. Amnistía recuerda en un comunicado que por cuestión de principios no toma partido sobre los cargos que se presentan contra determinadas personas en el marco de un proceso judicial, pero que «en este caso, la organización no puede permanecer en silencio». Para Widney Brown, directivo de AI, «la cuestión de si la investigación de Baltasar Garzón violó o no la ley española es sencillamente irrelevante, porque esa ley (la Amnistía de 1977) vulnera el derecho internacional». «Investigar violaciones de los derechos humanos del pasado y dejar de lado una ley de amnistía para perdonar crímenes reconocidos en el derecho internacional -como las desapariciones forzosas, las ejecuciones extrajudiciales y la tortura- nunca debería ser tratado como un acto delictivo», añade Brown.