El presidente de la
Conferencia Episcopal Española (CEE), Antonio María Rouco Varela, ha apelado hoy a la caridad y a la necesidad de apartarse "de la codicia" como guías para la superación de la grave crisis económica. El también arzobispo de Madrid ha hecho estas reflexiones en el discurso inaugural de la 99 Asamblea Plenaria de la CEE, que se celebrará durante los próximos días para trabajar en un nuevo plan pastoral, durante el cual se ha referido a la situación general de la sociedad española.
"A nadie se le oculta que la crisis que nos azota desde hace ya varios años es el factor más preocupante y al que hay que prestar la más cercana atención", ha señalado Rouco Varela, quien ha precisado, no obstante, que no es misión de la Iglesia analizar las soluciones económicas y políticas que conduzcan a la superación de la crisis. Lo que sí es deber de la Iglesia, ha manifestado, es "ayudar al análisis cultural y moral para llegar al fondo de las causas de la situación dificilísima que vivimos".
Según el presidente de la Conferencia Episcopal, es necesario seguir el camino de la caridad, fuera del cual "no será posible una buena solución a la crisis". Rouco Varela ha hecho un llamamiento a los ciudadanos para apartarse "de la codicia que da alas a la ilusoria identificación de la felicidad con la mera acumulación de bienes, a la búsqueda irresponsable del enriquecimiento rápido, así como a la cultura del endeudamiento exagerado que amenaza el presente y lastra a las generaciones futuras".
En este punto, ha subrayado la importancia de la "sincera generosidad" necesaria para crear un "verdadero espíritu de cooperación y concordia entre los actores políticos y sociales, condición indispensable para afrontar con altura de miras, valentía y espíritu de sacrificio las reformas necesarias, salvaguardando la justicia y protección de los más débiles".
El presidente de la CEE también ha dedicado buena parte de su discurso a recordar las palabras del Papa Benedicto XVI acerca de quienes interpretan el Concilio Vaticano II como una ruptura con todo lo anterior. Así, se fijan solo en el "espíritu" de los textos allí aprobados y no en la literalidad de los mismos, lo que "concede espacio para todo tipo de imaginación extravagante", en palabras de Rouco Varela. Estas advertencias llegan unas semanas después de que la CEE cuestionara las obras de dos teólogos españoles -
Juan José Tamayo y Andrés Torres Queiruga- por considerar que sus obras les "apartan de la comunión eclesial".
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