19 de abril de 2012
Por qué son sinceras las disculpas
ANÁLISIS | Lenguaje verbal y no verbal
En el análisis de la comparecencia del Monarca podemos destacar diferentes aspectos. El más llamativo es la mirada que refleja su rostro justo antes de pedir disculpas. Presenta una mirada perdida hacia abajo a la izquierda. Este signo aparece en repetidas ocasiones en diferentes personajes públicos ante situaciones o acciones que ellos consideran vergonzosas. Estaríamos ante un signo de vergüenza. Es verdadero ya que se produce décimas de segundo antes que la expresión verbal de la disculpa.
En segundo lugar, comprobamos cómo aparece una expresión facial sutil. Según el código de codificación facial (FACS), creado por los científicos y psicólogos Ekman, Friesen y Hager, presenciamos la existencia de las unidades de acción nº 1 y 2, consistentes en elevar las cejas en su parte interior y exterior. Según el sistema de correspondencia emocional elaborado por estos autores, estas unidades de acción estarían presentes en dos emociones básicas: miedo y sorpresa. Ahora bien, al venir precedido de una expresión emocional de vergüenza, a mi modo de ver, estaríamos ante la expresión de una emoción secundaria en la cual se mezclan las emociones con la razón, y por tanto podríamos interpretar una expresión de resignación.
Por otro lado, aparecen dos gestos que podemos incluir dentro de la tipología de 'emblema' que corroboran que su mensaje verbal es totalmente coherente con su mensaje no verbal. Cuando dice "lo siento mucho, me he equivocado", el mensaje va acompañado de un movimiento vertical de cabeza, diciendo 'sí' con su gesto. Y cuando dice "no volverá a ocurrir" lo acompaña con un movimiento lateral de negación.
Por último, si analizamos el contenido verbal, vemos cómo habla en primera persona lo cual refleja un compromiso claro con el mensaje que está emitiendo. Este hecho no es propio de una persona que miente.
Por todo ello, podemos concluir que en esta comparecencia, el Jefe del Estado expresa un estado emocional de vergüenza y resignación que es totalmente coherente con su comunicación verbal. Todos los indicadores reflejan que es sincero en su expresión.
Una vez más comprobamos el gran poder de una comunicación no verbal coherente y sincera. Ante un hecho fuera de toda justificación y reprobado por la gran mayoría de la sociedad, su sinceridad y expresión coherente han hecho que un gran número de los españoles perdonen el 'hecho' rindiéndose a los pies de la 'persona'. Desde luego una gran lección de comunicación para muchos de nuestros políticos.
* Rafael López es director del Club del lenguaje no verbal.
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