17 de mayo de 2018
Quim Torra promete el cargo de ‘president’ omitiendo a la Constitución y al Rey
Quim Torra promete el cargo de ‘president’
omitiendo a la Constitución y al Rey
El Gobierno declina
asistir a la toma de posesión del líder de la Generalitat, que duró menos de
tres minutos
EL
PAIS - Madrid / Barcelona 17
MAY 2018 - 12:41 BRT
Quim
Torra promete el cargo bajo la mirada de Roger Torrent. GENERALITAT / ATLAS
Ni tres minutos ha durado la toma de posesión de
Quim Torra como nuevo presidente catalán. En el acto más minimalista de este
tipo que se recuerde en el Palau de la Generalitat, el nuevo president ha jurado el cargo sin hacer referencia
alguna a la Constitución o al Rey y se ha limitado a prometer "fidelidad
al pueblo de Cataluña". Torra solo ha estado acompañado por su familia y
los únicos símbolos en el recinto donde se ha celebrado el acto han sido
una senyera y el medallón que identifica al
presidente, que Torra no ha lucido. El nuevo president sí
llevaba en la solapa el lazo amarillo, símbolo de apoyo a los políticos en
prisión preventiva. El Gobierno, en desacuerdo con el formato del acto, ha
declinado asistir.
"Prometo cumplir lealmente con las obligaciones
del cargo de presidente de la Generalitat, en fidelidad a la voluntad del
pueblo de Cataluña, representado en el Parlament", ha jurado Torra ante el
secretario del Govern, Víctor Cullel. Se trata de una fórmula similar a la que
usó Carles Puigdemont en 2016 y que levantó polémica por el hecho de no
mencionar ni a la Carta Magna ni a su Majestad. La justicia, sin embargo,
determinó que la fórmula no está reglada y no vio ninguna ilegalidad. En la
toma de posesión del expresident tampoco
había ninguna bandera española en el salón.
La ceremonia ha estado presidida por el presidente
del Parlament, Roger Torrent, y Cullel, que leyó el decreto en el que se nombra
a Torra. El único público fueron la compañera del president, Carlota Miró, y otros familiares a los que
Torra ha saludado tras el juramento. En la sala solo hay una estatuta de la
Virgen de Montserrat, la patrona de Cataluña, y un tapiz de Sant Jordi. En la
mesa estaba el medallón que identifica al presidente de la Generalitat y que
Mas entregó a Puigdemont el día de su investidura. El papel de la joya, sin
duda, es simbolizar la ausencia y legitimidad de Puigdemont en un nuevo Govern
en el que el propio Torra ha dicho que jugará un papel de mero
"custodio".
El Gobierno central ha querido escenificar su
malestar con el acto declinando asistir. Una imagen que contrasta con la
presencia en el acto de investidura de Puigdemont. En 2016, asistieron en
nombre del Gobierno central el entonces ministro del Interior, Jorge Fernández
y la ex delegada del Gobierno María de los Llanos de Luna. Entre el público
también estuvieron entonces el inspector general del Ejército en Cataluña,
Ricardo Álvarez-Espejo, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.
El desacuerdo entre las partes lo motivan los
detalles de la toma de posesión. El Gobierno central (encargado de la
Generalitat en virtud del artículo 155) y el equipo de colaboradores del nuevo
líder catalán negociaban desde hace dos días el contenido, pero no llegaron a
un acuerdo. Desde Moncloa han asegurado esta mañana que se "ha intentado
imponer el nivel de la delegación gubernamental", cosa que no se ha
aceptado. El Gobierno considera además que el modelo de acto por el que
finalmente se ha optado "degrada la propia dignidad de la
institución".
Sin invitados
La convocatoria oficial a los medios llegó a las
10.20 horas de este jueves e incluía detalles atípicos en una ceremonia de este
tipo. La toma de posesión acostumbra ser un acto con un gran número de
invitados, lleno de simbolismo y con un gran despliegue mediático. Todos esos
detalles han sido minimizados y el equipo de Torra ha optado por un encuentro
casi íntimo. No se ha invitado, por ejemplo, a los expresidentes de la
Generalitat o del Parlament. Tampoco a los presidentes de los otros grupos
parlamentarios.
La toma de posesión usualmente se realiza en el
Salón de Sant Jordi, con más aforo y el más simbólico del Palau. A la de Carles
Puigdemont, por ejemplo, asistieron 400 personas. Esta vez se ha optado por el
Salón de la Verge de Montserrat, mucho más pequeño. El acto se enmarca en la
"estricta legalidad catalana", dice la nota de convocatoria enviada
por el departamento de Presidencia de la Generalitat.
En la fachada del Palau sí ondea la bandera
española. Adicionalmente, se ha colgado del balcón el tapiz con el escudo de la
Generalitat que se suele exhibir en las fiestas oficiales y un mástil extra con
otra bandera catalana, informa Pere Ríos. Torra ya
había anunciado que una de sus primeras medidas como presidente de la
Generalitat sería colocar un gran lazo amarillo. De hecho, la frugalidad de los
actos la atribuyen desde su entorno al respeto al momento de
"excepcionalidad político y de respero a los presos políticos".
El acceso a los medios de comunicación también ha
sido restringido, argumentado problemas de aforo. Solo los medios públicos
catalanes y las agencias podrán estar en el salón donde se realizará el acto.
El resto de medios que deseen lo podrán seguir desde la sala de prensa del
Palau de la Generalitat. La toma de posesión tampoco ha despertado mucha
curiosidad entre los catalanes, ya que a diferencia de otras ocasiones hay
pocos curiosos en la plaza de Sant Jaume.
Un acto
"formal"
El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha
asegurado que la toma de posesión es un acto "formal". Preguntado por
la no presencia del Gobierno en el mismo, Catalá ha dicho que lo
"relevante" es que Torra designe a su consejeros y puedan
"empezar a trabajar juntos" los dos gobiernos, informa Guillem Andrés.
Inés Arrimadas, líder de Ciutadans y jefa de la
oposición cuando se constituya el Govern, se ha referido al acto de este jueves
en una entrevista radiofónica "Nosotros siempre vamos a este tipo de
actos, pero no nos han invitado así que no nos hemos planteado si ir o
no", ha dicho.
Por su parte, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha
propuesto hoy regular las tomas de posesión de los cargos públicos para que en
ellas sea obligatorio "acatar la Constitución y respetar al jefe del
Estado y la Monarquía". "Vamos a presentar una iniciativa legislativa
para regular y concretar los nombramientos de altos cargos y cargos electos,
para que se proteja la lealtad constitucional en los actos de posesión",
ha anunciado en Antena 3, tras defender que las "manifestaciones políticas
hay que dejarlas para otros momentos" y que "en el momento de tomar
posesión del cargo hay que acatar la Constitución".
AGENCIAS
El presidente de la Generalitat electo, Quim Torra,
ha denunciado a través de su cuenta de Twitter que se está intentando
'hackear" su perfil en esta red social con el fin de introducir tuits que
él no habría hecho. "Lamento comunicar que están intentando hackear mi
cuenta de Twitter. Pueden haberse filtrado comentarios que yo no he realizado",
advierte Torra en un tuit publicado esta mañana, que concluye: "Espero
poder resolverlo en breve".
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