Un cambio de tendencia, más austero y consecuente con los tiempos de crisis, se ha impuesto en las celebraciones de Primera Comunión
Los vestidos para las niñas son más caros, hasta 1.300 euros / DANIEL PEDRIZA
SARA CAMPELO | MADRID
Domingo , 21-02-10
Vestidos de organdí suizo, fastos cuasi-nupciales, «books» fotográficos y el consabido viaje a Eurodisney. Poco queda ya de la Nancy vestida de blanco o de la merendola familiar cuando hablamos de las Primeras Comuniones en tiempos modernos. En la última década, los padres españoles no repararon en gastos a la hora de celebrar la fiesta de la Eucaristía, una tendencia que empieza a encontrar serios obstáculos en tiempos de austeridad económica como el actual.
Las familias españolas, que en épocas de bonanza no dudaban incluso en endeudarse bajo la premisa del «cueste lo que cueste», han echado el freno a tanto dispendio. «En los dos últimos años ha habido un cambio de tendencia. Se siguen celebrando las comuniones, pero los banquetes son más austeros, se ha reducido el número de invitados y son más habituales las comidas en casa con la familia. La gente es consciente de que no estamos en el mejor momento económico para hacer ningún tipo de derroche», explica Isabel Ávila, presidenta de la Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa y Usuarios (Ceaccu). Desde esta asociación calculan que las familias españolas se gastarán un 30% menos en las celebraciones de Comunión.
Bajo estas nuevas coordenadas, los sectores vinculados a este tipo de ceremonias se han visto profundamente afectados, sobre todo restauración y confección. «Los ingresos por celebración de comuniones se redujeron el año pasado un 15% en nuestro país, una cifra que esta primavera seguramente será mayor debido al empeoramiento de la situación económica» adelanta José Luis Guerra, adjunto a la Presidencia de la Federación Española de Hostelería (FEHR), un sector que en 2009 redujo su actividad un 7,5%, según el Instituto Nacional de Estadística.
Nuevas tendencias
Pese a ello, el gasto medio por comunión oscila entre 3.500 y 4.000 euros, dependiendo del número de invitados, calidad de los servicios contratados e incluso del sexo del niño. «Mientras que el traje de los niños oscila entre 300 y 400 euros -detallan desde El Corte Inglés-, en el caso de las chicas llega hasta los 1.300 euros». Hay que sumar zapatos, ropa interior y complementos, «lo que en el atuendo de una niña suma otros 200 euros», explican.
Nuevas tendencias de moda y la incorporación de diseñadores de postín son algunos de los factores que han influido en la subida de precio de los trajes este año. Por ello, distintas empresas han puesto en marcha iniciativas para paliar las dificultades económicas de los padres y, de paso, salvar su negocio. En esta línea se ha movido la empresa valenciana Edbe, que ha sorprendido con una propuesta: un precio único de 120 y 150 euros en vestidos de niño y niña, respectivamente, para los padres que están en paro. La originalidad también se ha impuesto en hostelería. «Se está haciendo todo lo imaginable -comenta José Luis Guerra desde la FEHR-: desde bajar los estándares de los menús hasta iniciativas más creativas para promocionar el negocio».
El reportaje fotográfico supone otro esfuerzo para los padres. La presidenta de la Federación de Fotógrafos de Guipúzcoa, Irate Aizpurua, explica que «hay un amplio abanico de productos, desde un tríptico realizado en estudio por 60 euros hasta un álbum digital que puede rondar los 400». Este colectivo recomienda que los padres dejen las fotografías en manos expertas. «Luego traen las fotos al laboratorio y casi siempre son un desastre. Al final, les sale mucho más caro».