18 de febrero de 2010

El obispo de Lugo, sobre los abusos a menores: 'El humano es débil'

EL MUNDO

IGLESIA | Monseñor Carrasco Rouco

El obispo de Lugo, sobre los abusos a menores: 'El humano es débil'

• Monseñor Carrasco Rouco se duele de que 'deslucen' la imagen de la Iglesia
• Le echa la culpa a que la moral cristiana está cuestionada 'en todas partes'

Actualizado miércoles 17/02/2010 18:08 horas


El propio Papa Ratzinger acaba de tacharlos de "crímenes infames". En cambio, en su afán por quitar hierro al escándalo de los abusos del clero a los menores, el obispo de Lugo, Alfonso Carrasco Rouco, los disculpa con la manida teoría de que "la naturaleza es débil, frágil y tiende al pecado".
En base a este agustinismo puro y duro, el obispo gallego, sobrino del cardenal Rouco Varela, arzobispo de Madrid, recurre a otro tópico para justificar lo injustificable. "Es más difícil para cualquiera conservar con claridad los principios de la moral cristiana cuando ya está tan puesta en cuestión por todas partes", sentenció.
Y por si quedaba alguna duda, antes de presidir la inauguración de una exposición en un edificio de la Xunta de la capital lucense, monseñor Carrasco Rouco añadía que "es muy difícil pensar que, entre cientos y miles de personas, nunca pase esto".
Eso sí, el prelado gallego se mostró dolido, porque esos escándalos de los curas abusadores de menores "deslucen" la imagen de la Iglesia. "Yo creo que eso que es bien triste, desluciría la imagen de cualquier agrupación o cualquier grupo de personas. Pienso que es una pena que suceda".
Ley del Aborto
Más claro y contundente se manifestó, en cambio, a la hora de rechazar la nueva Ley del Aborto, que hoy ha superado su primera prueba en el Congreso. A su juicio, es algo que "no debe hacerse". Y por dos razones. "Una de ellas es por el niño que muere y porque es muy contraria a lo que necesita nuestra sociedad que esta envejeciendo, pero eso es anecdótico con respecto al hecho fundamental que afecta a la conciencia de quien aborta y al destino de los niños".
Tímido y bien preparado, Alfonso Carrasco (Villalba, 1956) está doctorado por la Universidad de Friburgo y fue profesor de Teología sistemática durante décadas en la Facultad de San Dámaso del arzobispado de Madrid, llegando a ser su decano. Hasta que en 2007, fue promovido obispo de Lugo, donde sustituyó al carismático franciscano, José Gómez