27 de febrero de 2010
«El Diccionario de americanismos incluye setenta mil entradas»
ABC
«El Diccionario de americanismos incluye setenta mil entradas»
Víctor García de la Concha, Director de la Real Academia Española
Foto: IGNACIO GIL
TULIO DEMICHELI | MADRID
ActualizadoSábado , 27-02-10 a las 13 : 09
«Cuando se celebró el IV Congreso en Cartagena de Indias —recuerda Víctor García de la Concha—, Chile se ofreció como sede del V Congreso como primera celebración del nacimiento de su república. Así se aceptó y se propuso que fuera un encuentro americanista con el lema “América en la lengua española”».
—El español ha mantenido una coherencia mucho mayor que el inglés en las naciones anglófonas. ¿Qué papel han desempeñado las Academias?
—La unidad del idioma se debe a ellas. Cuando nacen las distintas repúblicas hispanoamericanas no faltaron voces que reivindicaban una radical independencia del idioma en esos territorios. Esa tendencia fue contestada con autoridad por don Andrés Bello, a quien este congreso rendirá homenaje, pues defendía que la lengua es de todos por encima de las diferencias. Ese debate coincide con el momento de mayor expansión del español en América: el nacimiento de las repúblicas trajo como consecuencia que el idioma se vertebrara como lengua de relación. Entonces la Real Academia Española tuvo una gran idea: crear Academias correspondientes. Fue una decisión política muy sabia que sentó las bases de la actual red.
—¿Cómo se llevan?
—Si bien al principio la colaboración no fue muy intensa, debido a las dificultades de infraestructuras y las limitadas comunicaciones de la época, hoy es intensísima y fruto de una conciencia muy clara: el español es patrimonio común que debemos administrar en común. A ello se deben los actuales frutos: el Diccionario de americanismos, la Nueva Gramática de la lengua española, cuyo «Manual» se presenta ahora, y la nueva Ortografía. de la que damos un adelanto en Valparaíso.
—¿Cómo se ha fraguado el «Diccionario de americanismos»?
—Fue un proyecto que la RAE se propuso ya en el siglo XIX y que se ha dilatado mucho, sobre todo por dificultades técnicas. Fue nuestro deseo culminarlo para este encuentro y consta de unas 70.000 entradas. El protagonismo de su realización le pertenece a las Academias americanas. Es un diccionario contrastativo, no un diccionario del español usado en América, porque la lengua hablada en nuestros países coincide en un noventa por ciento. En él se recogen las acepciones que sólo se utilizan allí: nombres de plantas, animales, costumbres, alimentos... Y muchos coloquialismos.
—En el Congreso de Zacatecas Gabriel García Márquez propuso: «Jubilemos la ortografía»... La que están realizando, ¿erradica las «haches rupestres», pone «límites entre la ge y la jota» o ha elminado «la be de “burro” o la ve de “vaca” que los españoles nos trajeron como si fueran dos y siempre sobra una»?
—(Se ríe) Bueno, yo creo que García Márquez quería escandalizar un poco y lo que proponía era una vuelta a Bello. que postulaba una ortografía basada en criterios fonéticos Hoy creemos con todas las Academias que nuestro sistema ortográfico es fácil y estamos haciendo una edición de la ortografía que va a ser razonada. Explicamos el porqué del sistema y cómo funciona, pues conociendo con detalle el sistema, resulta más fácil retener las normas concretas. No queremos barrer debajo de la alfombra, sino resolver los problemas que tiene quien escribe allí donde la ortografía no es clara.
—¿Qué nos dice del «Manual» de la «Nueva Gramática...»?
—Es una versión abreviada. Aún no lo tenemos físicamente, pero el libro se distribuirá en una fecha simbólica: el 23 de abril, aniversario de Cervantes y Día del Libro.
«El Diccionario de americanismos incluye setenta mil entradas»
Víctor García de la Concha, Director de la Real Academia Española
Foto: IGNACIO GIL
TULIO DEMICHELI | MADRID
ActualizadoSábado , 27-02-10 a las 13 : 09
«Cuando se celebró el IV Congreso en Cartagena de Indias —recuerda Víctor García de la Concha—, Chile se ofreció como sede del V Congreso como primera celebración del nacimiento de su república. Así se aceptó y se propuso que fuera un encuentro americanista con el lema “América en la lengua española”».
—El español ha mantenido una coherencia mucho mayor que el inglés en las naciones anglófonas. ¿Qué papel han desempeñado las Academias?
—La unidad del idioma se debe a ellas. Cuando nacen las distintas repúblicas hispanoamericanas no faltaron voces que reivindicaban una radical independencia del idioma en esos territorios. Esa tendencia fue contestada con autoridad por don Andrés Bello, a quien este congreso rendirá homenaje, pues defendía que la lengua es de todos por encima de las diferencias. Ese debate coincide con el momento de mayor expansión del español en América: el nacimiento de las repúblicas trajo como consecuencia que el idioma se vertebrara como lengua de relación. Entonces la Real Academia Española tuvo una gran idea: crear Academias correspondientes. Fue una decisión política muy sabia que sentó las bases de la actual red.
—¿Cómo se llevan?
—Si bien al principio la colaboración no fue muy intensa, debido a las dificultades de infraestructuras y las limitadas comunicaciones de la época, hoy es intensísima y fruto de una conciencia muy clara: el español es patrimonio común que debemos administrar en común. A ello se deben los actuales frutos: el Diccionario de americanismos, la Nueva Gramática de la lengua española, cuyo «Manual» se presenta ahora, y la nueva Ortografía. de la que damos un adelanto en Valparaíso.
—¿Cómo se ha fraguado el «Diccionario de americanismos»?
—Fue un proyecto que la RAE se propuso ya en el siglo XIX y que se ha dilatado mucho, sobre todo por dificultades técnicas. Fue nuestro deseo culminarlo para este encuentro y consta de unas 70.000 entradas. El protagonismo de su realización le pertenece a las Academias americanas. Es un diccionario contrastativo, no un diccionario del español usado en América, porque la lengua hablada en nuestros países coincide en un noventa por ciento. En él se recogen las acepciones que sólo se utilizan allí: nombres de plantas, animales, costumbres, alimentos... Y muchos coloquialismos.
—En el Congreso de Zacatecas Gabriel García Márquez propuso: «Jubilemos la ortografía»... La que están realizando, ¿erradica las «haches rupestres», pone «límites entre la ge y la jota» o ha elminado «la be de “burro” o la ve de “vaca” que los españoles nos trajeron como si fueran dos y siempre sobra una»?
—(Se ríe) Bueno, yo creo que García Márquez quería escandalizar un poco y lo que proponía era una vuelta a Bello. que postulaba una ortografía basada en criterios fonéticos Hoy creemos con todas las Academias que nuestro sistema ortográfico es fácil y estamos haciendo una edición de la ortografía que va a ser razonada. Explicamos el porqué del sistema y cómo funciona, pues conociendo con detalle el sistema, resulta más fácil retener las normas concretas. No queremos barrer debajo de la alfombra, sino resolver los problemas que tiene quien escribe allí donde la ortografía no es clara.
—¿Qué nos dice del «Manual» de la «Nueva Gramática...»?
—Es una versión abreviada. Aún no lo tenemos físicamente, pero el libro se distribuirá en una fecha simbólica: el 23 de abril, aniversario de Cervantes y Día del Libro.