19 de abril de 2014

La venta de electrodomésticos marca el fin de la crisis del consumo


ECONOMIA 'Brotes verdes' en el sector de la distribución

La venta de electrodomésticos marca el fin de la crisis del consumo

Los españoles vuelven, con reservas, a renovar sus aparatos domésticos. Tras varios ejercicios en negativo, las ventas de electrodomésticos repuntaron un 8,06% en el primer trimestre del presente año, según los datos de la Asociación Nacional de Fabricantes e Importadores de Electrodomésticos (Anfel). El negocio también vuelve al verde por número de unidades vendidas en los primeros meses de 2014, al crecer un 14,56%.
Pocos productos miden con tanta precisión la salud del consumo en una economía como la venta de electrodomésticos. Son uno de los bienes más susceptibles de la compra a plazos y del crédito al consumo. Y, por tanto, son también beneficiarios directos del precio del dinero y evidencian cuánto de verdad tiene que los bancos hayan comenzado -o no- a abrir el grifo del crédito a los ciudadanos y a las empresas.
Para los expertos del sector, sin embargo, que la primavera haya llegado al mercado de los electrodomésticos sólo indica que «hemos tocado fondo», tal y como explica Alberto Zapatero, director general de la patronal Anfel. En su opinión, el primer trimestre de 2013 fue «especialmente malo, con una caída del 12%: la Semana Santa coincidió en marzo y aún estábamos pagando los efectos de la supresión de la paga extra y la subida del IVA».
Según Zapatero, en el año 2006, se vendieron en España algo más de 10 millones de unidades. Siete años después, el año 2013 cerraba con unas ventas de 5.024.000 unidades, es decir, la crisis ha reducido el mercado a la mitad de su tamaño. De ahí que, con los datos de los primeros meses de 2014, el sector ha regresado «a los niveles de 2012». Tampoco descartan que «a lo largo del ejercicio se suavice este arranque con cifras más discretas».

Cambio de tendencia

Pese a esta cautela, en las estadísticas que publica desde hace más de una década la patronal de fabricantes e importadores de electrodomésticos el cambio de tendencia es más que notable, sobre todo después de un 2013 en que el sector se contrajo un 6,4% en facturación y un 5,6% en unidades vendidas respecto a 2012. Y en esta tendencia destacan los frigoríficos de una puerta, cuyas ventas crecieron sólo en el pasado marzo un 45,35%. O el repunte del 59,38% de las cocinas.
La reposición de una lavadora, un frigorífico o una cocina estropeada, por inevitable, parece al margen de tendencias. De este modo, el mercado ha funcionado estos años por debajo de la tasa de reposición, que Anfel sitúa en España en los 6,5 millones de electrodomésticos al año. Es decir, que los consumidores siguen optando mayoritariamente por arreglar lo que se estropea e, incluso, aguantar el mayor tiempo posible antes de sustituir un aparato.
«La construcción se llevaba en los años del boom el 20% de lo que se fabricaba, el resto lo canalizaban los propios consumidores, que cambiaban cada seis o siete años sus electrodomésticos a veces simplemente por modas», relata Alberto Zapatero, para quien es fundamental «hacer que emerja la demanda embalsada».
Bajo esta dictadura del precio, de poco sirve que la eficiencia energética de frigoríficos, lavadoras, lavavajillas u hornos «puede reducir hasta 300 euros del recibo de la luz», aseguran desde Anfel. «España tiene ahora 11 plantas de fabricación de electrodomésticos tras la quiebra de Fagor, pero casi la totalidad de los aparatos de alta eficiencia energética que producen se destina a la exportación», lamenta Zapatero.
El frenazo a la compraventa de viviendas, símbolo de la crisis del ladrillo y que tras la caída del 27,6% en febrero demuestra seguir ajena a cualquier discurso de brotes verdes, arrastró consigo a empresas y sectores enteros, especialmente el del equipamiento doméstico. Baste recordar los resultados de 2013 que ha presentado Ikea Iberia. La filial del gigante sueco cerró su peor ejercicio desde que opera en España, con una caída del 6% de la facturación, hasta los 1.070 millones de euros y un recorte del beneficio del 44%, hasta los 46 millones.
Del lado de las expectativas, y tras un 2013 en que cerró sus tiendas Saturn, Media Markt anunciaba en enero inversiones en España y tres nuevos centros en 2014, bajo la nueva premisa del modelo multicanal, urbano y de proximidad y con un formato más pequeño, de entre 2.000 y 2.500 metros cuadrados. También Leroy Merlin trabaja con estas expectativas, con 22 nuevos puntos de venta en el próximo lustro con lo que ellos definen como «modelo omnicanal».

La compras a plazo también repuntan

Hubo un tiempo en que el crédito al consumo era un auténtico filón para la banca y para la industria, que multiplicaba su clientela con quienes, no pudiendo pagar al contado -o no queriendo-, sí podían financiar «en cómodos plazos». Con la crisis, el paro y las restricciones al crédito, el negocio perdió fuelle y se vio obligado a reinvertarse para, a día de hoy y ante la incipiente mejora de la economía, presentarse de nuevo como «potenciadores de la demanda interna». Así las cosas, la Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito (ASNEF) confirmaba a finales de marzo que el crédito al consumo detuvo su caída y creció un 3,25% en 2013. Según estos datos, la inversión nueva de las entidades de ASNEF alcanzó los 20.221,7 millones de euros. De ellos, 14.374,4 millones correspondieron al sector del consumo y 5.847,3 millones a la automoción. El ejercicio comenzó con caídas, aunque se recuperó por un sólido cuarto trimestre. Por productos, el grueso de la financiación nueva lo lideraron las tarjetas de crédito, con 10.545 millones (73,3%). Los créditos al consumo sumaron 3.355 millones (23,3%) y 474 millones (3,3%) los préstamos personales.

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