14 de abril de 2014
La rebelión de los fiscales de Madrid obliga a intervenir a Torres-Dulce
el pais - MARÍA FABRA Madrid 14 ABR 2014 - 00:00 CET11
El proyecto de nueva organización y distribución de trabajo que el fiscal jefe de Madrid, José Javier Polo, pretende aplicar sobre los cerca de dos centenares de miembros del ministerio público ha desatado una revolución. Después de conseguir que Polo sometiera a votación su propuesta, pese a que tiene competencia para sacarla adelante sin consulta, los fiscales han decidido trasladar el problema al Fiscal General del Estado, Eduardo Torres-Dulce, a través del Consejo Fiscal para que este se pronuncie. No es, además, la primera ocasión en la que los fiscales de Madrid acuden a la Fiscalía General por las decisiones de la jefatura madrileña.
El informe remitido para su próximo debate en el consejo explica que en la junta en la que Polo explicó su propuesta de organización del trabajo, que se extendió a lo largo de cerca de cinco horas, la medida obtuvo 135 votos en contra, 20 a favor, 18 abstenciones y dos votos en blanco.
Los más de 80 fiscales que, de momento, se han adherido al escrito remitido al Consejo Fiscal señalan que la fórmula de distribución del trabajo que se pretende para los representantes del ministerio público en Madrid va a provocar un trasiego de causas “con los peligros que conlleva”, los conflictos entre secciones y una reducción del plazo para dedicarse a las diligencias en las que tengan que actuar.
José Javier Polo pretende cambiar el modelo de especialización que funciona en el resto de fiscalías por un sistema en el que cada fiscal esté adscrito a un juzgado y, por tanto, trabaje sobre casos de todo tipo. El escrito califica de “radical” el cambio que plantea Polo sobre el que augura que no supondrá una “mejor prestación del servicio público” y que, por tanto, “no está justificado”. Por ello, piden suspender la implantación del nuevo sistema.
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