17 de julio de 2012
Miles de ultraortodoxos protestan contra el servicio militar obligatorio
ANA CARBAJOSA Jerusalén 16 JUL 2012 - 22:42 CET157
Miles de judíos ultraortodoxos han desfilado esta tarde en Jerusalén para protestar por la nueva ley que pretende obligar a los religiosos a alistarse en el Ejército. Con esta protesta quieren dejar claro al Ejecutivo de Benjamín Netanyahu que no piensan acatar órdenes que no sean las que emanen de las autoridades divinas y en su defecto de los rabinos.
Una marea de hombres vestidos de negro y de niños esposados en señal del castigo que consideran supondría su reclutamiento tomaron el corazón de Meah Sharim, el barrio ultraortodoxo por excelencia de Jerusalén. Las mujeres, como marca la habitual segregación de sexos de estas comunidades fueron relegadas a un lateral de la protesta en la que no participaron más que como observadoras.
Jonathan Shechter, un judío mejicano de 20 años que estudia en unayeshiva —escuela talmúdica— de Jerusalén ha venido a protestar porque si reclutan a los estudiantes de yeshivas, “el sistema se viene abajo. Aquí venimos de todo el mundo a estudiar la Torá y el Talmud. Esto no se puede acabar”, pidió.
Otro ultraortodoxo de la rama lituana que estudia en una yeshiva del barrio asistió a la protesta cuenta que “no podemos ir al Ejército, especialmente durante los años en los que estamos mejor preparados para estudiar”, sostiene Joseph Landau, judío de origen estadounidense.
La mayoría de los judíos ultraortodoxos dedican sus días al estudio de los textos sagrados. No trabajan, se benefician de importantes subsidios estatales y están exentos de hacer el servicio militar desde el nacimiento del Estado de Israel en 1948. Las prerrogativas de los religiosos genera un creciente malestar entre el resto de los israelíes, obligados a hacer el servicio militar —tres años los hombres y dos las mujeres—.
La justicia israelí ha concedido al Gobierno hasta principios de agosto para consensuar un texto que se convierta en la nueva ley que determine quién debe ir al Ejército y quién no. La iniciativa legislativa ha provocado fuertes tensiones en el Ejecutivo de coalición que amenaza con desmembrarse.
La protesta de hoy es sólo la primera de una batalla que los ultrareligiosos ya han advertido piensan trasladar a las calles y sembrar el caos si es necesario. “Nunca vamos a rendirnos antes las decisiones del Gobierno”, rezaba una pancarta. “Quieren reclutarnos a todos cuando seamos mayores. Esto no sucederá. De ninguna manera, antes entregaremos nuestras vidas”, aseguraba otro de los carteles que portaban los cientos de niños que los haredim —temerosos de dios— sacaron ayer a la calle para protestar.
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