28 de julio de 2012

El Gobierno identifica 150.000 tarjetas de muertos que estaban activas


El Gobierno identifica 150.000 tarjetas de muertos que estaban activas

Sanidad vuelve a apuntar a un fraude sin aportar cifras

El desajuste puede deberse también a que los datos están sin actualizar

El primer mes de copago cierra con una caída del número de recetas de entre el 15 y el 20%

El ministerio de Sanidad vuelve a hablar de fraude con las tarjetas sanitarias. Esta vez con las tarjetas de ciudadanos fallecidos. La secretaria general de Sanidad, Pilar Farjas, ha asegurado en una entrevista con Efe que al cruzar los datos de Sanidad, Trabajo y Hacienda se han detectado 150.000 tarjetas de personas fallecidas que aún o se habían dado de baja. Sin embargo, no ha especificado en cuántos de estos casos además de existir la tarjeta activa, ésta se utilizó para la compra de medicamentos y la suplantación de personalidad.
La secretaria general de Sanidad ha asegurado que se han localizado ciertos casos de fraude en Andalucía. Una portavoz de la consejería de Sanidad andaluza explica, sin embargo, que hace unos meses se detectó que en algunas residencias de ancianos de Cádiz se estaban empleando las tarjetas de fallecidos para obtener más recetas de fármacos. Hay cinco imputados en el caso que, afirman en la consejería, salió a la luz durante las inspecciones rutinarias y no con la actualización de datos que ha llevado a cabo Sanidad. "Se trata de un caso de fraude, pero muy puntual", apunta.
Las dudas de posibles fraudes con las tarjetas sanitarias las activó la ministra de Sanidad, Ana Mato, hace algo más de un mes, que aseguró que con el cruce de datos realizado para poner en marcha el nuevo copago farmacéutico se habían localizado 200.000 activos que figuraban en el sistema como pensionistas. Tampoco en ese momento Sanidad aclaró si se trataba de un fraude claro o un caso de desactualización de datos. No informó de cuántos de esos pensionistas falsos habían utilizado las tarjetas, algo susceptible de ser sancionado por las autoridades autonómicas, que ostentan la competencia en materia sanitaria. De hecho, algunas comunidades que, como Andalucía, han solicitado al ministerio de Sanidad los datos para verificar esa utilización fraudulenta de las tarjetas sanitarias, todavía no han recibido contestación.
Sanidad cifra en un 10%  la medicación no consumida, lo que supone 1.100 millones de euros malgastados
El caso de la afloración de tarjetas sanitarias activas o asignadas de manera incorrecta podría obedecer así a la desactualización de los datos o a la falta de notificación de cambios de estatus. No serían los únicos casos: el nuevo copago farmacéutico también se está calculando con datos antiguos. Algunos pensionistas recientes figuran en el sistema como activos y están teniendo que pagar un porcentaje mayor por sus medicamentos.
En su entrevista con Efe, Farjas ha ofrecido un avance de los datos del mes de julio sobre el gasto farmacéutico, aún no cerrados. La secretaria general ha apuntado que, según las estimaciones, se ha producido una disminución del número de recetas de entre el 15 y el 20%, lo que supone también un impacto en la reducción de la facturación.
Estas cifras demuestran, según Farjas, que este nuevo modelo está funcionando ya que se está disuadiendo a los usuarios para que no acumulen fármacos innecesariamente y hagan un uso racional de ellos.
"Pido la colaboración de los médicos -continúa- para que no prescriban los medicamentos que no necesita el paciente, y la del farmacéutico para que no dispense fármacos innecesarios e invite al usuario a que vaya a recoger la medicación dos o tres días antes de que se le acabe".
Al paciente, también le ha pedido su colaboración para que no retire de las farmacias medicamentos que no necesite, ya que con ello se evitará un "acúmulo en los domicilios".
De hecho, un 10 por ciento de la medicación que se adquiere en las farmacias no se llega a utilizar, lo que se traduce en 1.100 millones de euros malgastados, según datos de Sanidad.
En las últimas semanas de junio se produjo "un anticipo de la retirada de la medicación de las farmacias" ante la proximidad del copago, aunque el gasto medio por receta, con la potenciación de los genéricos y los nuevos precios de referencia, ha bajado más del 6% en los últimos meses, una tendencia que podría mantenerse en el mes pasado, tal y como ha indicado.
Farjas quiere tranquilizar a los pensionistas que están anticipando dinero por encima de los topes establecidos -entre 8 y 18 euros- en el nuevo sistema de copago, al asegurar que el reembolso "se hará automáticamente desde los servicios de salud, sin que el paciente tenga que realizar ninguna solicitud".
No obstante, la representante del Ministerio ha recomendado a los jubilados que guarden los tickets de compra y las recetas en el caso de que compren fármacos en una comunidad autónoma que no sea la suya, por si los tienen que aportar para asegurarse la devolución.
Este nuevo modelo de participación de los ciudadanos en el gasto farmacéutico ha sido posible, según Farjas, gracias a la receta electrónica, cuya implantación ya está muy desarrollada: el 80% se prescriben de esta forma, aunque sólo se dispensan así un 50%.
El objetivo del Gobierno es llegar al 100% de prescripción y dispensación electrónica a finales de este año o principios de 2013. Entre las comunidades que han hecho sus deberes, en este sentido, se encuentran Galicia, Cantabria, Cataluña, Baleares, Comunidad Valenciana,
Andalucía, Canarias, Extremadura, Murcia y Castilla La Mancha. A otras autonomías como Madrid, Castilla y León y el País Vasco, además de Ceuta y Melilla, "aún les falta avanzar en la dispensación", aunque "tienen un elevado nivel de prescripción".
Farjas se ha mostrado en sintonía con las diez sociedades científico-médicas, que esta semana le han presentado un documento con propuestas de ahorro para racionalizar los recursos sanitarios y frenar "la fragmentación" del SNS.
Sin referirse explícitamente a si en España, en algunos sitios, sobran hospitales, como mantienen estas sociedades, Farjas ha asegurado que "las políticas de creación de infraestructuras en el conjunto de los servicios de salud, al igual que en las comunidades autónomas, no siempre han respondido a criterios de calidad y excelencia en la ordenación de los servicios sanitarios".
Por eso, Sanidad está centrando los esfuerzos en mejorar los recursos "allí donde están los pacientes", porque "lo eficiente no es tener un servicio de urgencias, donde no hay urgencias".

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