30 de marzo de 2011
Día 26/03/2011 - 15.53h
La vida debe ser protegida en todas sus etapas y a pesar de todas las dificultades. Este es el mensaje que más de medio centenar de asociaciones pro vida han lanzado este sábado a la sociedad y también al Gobierno a través de una concurrida manifestación, que arrancó sobre el mediodía desde la Plaza de Cibeles y concluyó en el corazón mismo de Madrid, en plena Plaza de Sol.
Más de 160.000 personas, según la organización, secundaron esta marcha con motivo del Día de la Vida y que se repetirán a lo largo de este fin de semana en otras 70 ciudades españolas.
Detrás de cada pancarta, de cada camiseta, de cada bandera: la misma esperanza, que la vida sea siempre respetada, especialmente en los momentos de mayor fragilidad, como son antes del nacimiento, en la enfermedad y en la muerte. “Hoy nos unimos por algo más que una causa justa. Estamos aquí para volver a poner la dignidad de la persona en el centro de la democracia. Estamos aquí porque no aceptamos que la vida sea objeto de experimentos políticos. Nadie tiene derecho a decidir sobre la vida”, aseguró Gádor Joya, portavoz de la Plataforma Derecho a Vivir, una de las 49 asociaciones convocantes de esta concentración aconfesional y apolítica.
En un escenario de ocho metros de largo, y debajo de una pancarta de 1.200 metros cuadrados suspendida por 120 globos gigantes, con el lema “Todos tenemos derecho a vivir”, Joya reclamó la restitución del derecho a la vida en el ordenamiento jurídico español y recordó que “las leyes injustas se derogan”. “Los políticos deben elegir. O están con la sociedad o están contra ella. O están con la vida o están contra ella. Tenemos el poder de nuestro voto y tenemos la razón jurídica, científica, ética y moral”, aseveró.
El mismo sentir se percibía en cada rincón de los dos kilómetros y medio que separan Cibeles de Colón. Familias al completo, mujeres embarazadas y hasta algún niño pequeño que con un dibujo hecho a mano estos días en casa recordaba a todos que vale la pena defender la vida. “He venido porque me gusta la vida y digo no al aborto”, aseguraba Jorge Navarro, de siete años, bajo la mirada atenta de su padre y uno de sus siete hermanos, todos presentes en la manifestación.
Nadie faltó la cita. Carmen, embarazada de siete meses también se mezclaba entre el gentío, junto a su marido y su hijo de diez meses. “Cuando me enteré sentí que tenía que venir. Por mis dos hijos y también para decir públicamente que no importa la condiciones que tengas, ni la dificultades, siempre hay alguien que te puede ayudar. Hay que defender la vida. Solo con ver a mi hijo creo que hay que estar aquí”.
Entre los convocantes, caras muy conocidas como Benigno Blanco, presidente del Foro Español de la Familia; Jaime Urcelay, de Profesionales por la Ética; Carmina García Valdés, directora de Red Madre; Fernando Larrain, coordinador general de SOS Familia; José Miguel Mohedano, de Red Misión; Carlos Romero, presidente de la Asociación Católica de Propagandistas (AcdP) y Manuel Ortuño, el coordinador general la Plataforma Sí a la Vida, organizadora de esta manifestación.
Durante la lectura del manifesto, las asociaciones convocantes solicitaron a los partidos políticos que incluyan de cara a las próximas elecciones autonómicas en sus programas electorales “el compromiso de defender la vida y cortar el paso a la cultura de la muerte, que se ha ido imponiendo en España en las últimas décadas”.
En este sentido, reclamaron la “abolición de toda legislación permisiva del aborto y el rechazo a todas las iniciativas que facilitan la eutanasia y la manipulación de los embriones humanos, así como la exclusión, en nuestra sociedad, de cualquier forma de condescendencia con el terrorismo y el maltrato”.
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