18 de enero de 2010

Las protestas de los presos etarras demuestran la fractura del colectivo

Ejemplar de «Gara» de ayer que recogía el comunicado de la banda

ABC.es - Noticias de España y del mundo

Lunes, 18 de Enero de 2010

Madrid

España

Terrorismo

Las protestas de los presos etarras demuestran la fractura del colectivo

Sólo uno de cada cinco las siguen y, además, «lo hacen a la carta»

ETA advierte a Batasuna que no pacte con otros partidos independentistas

El debate de Batasuna moviliza al 2 por ciento de sus posibles votantes

D. MARTINEZ / J. PAGOLA | MADRID
La campaña de «lucha en las prisiones» con la que ETA pretende frenar las crecientes disensiones internas y cortar «las fugas de agua» de su «frente de makos» está tendiendo un seguimiento «a la carta». Si revelador es que sólo uno de cada cinco presos la esté secundando, no menos lo es cómo los reclusos están cumpliendo las órdenes de sus cabecillas. Puede decir que cada uno está «acomadando la lucha a sus intereses». De momento, la orden de «autoaislamiento» en la celda es obedecida por pocos.
Botón de muestra de esta situación se produjo la semana pasada en una de las cárceles de la Comunidad de Madrid. A la hora del desayuno un preso etarra, que confesó estar siguiendo «la jornada de lucha», bajo al comedor. No obstante, su presencia no llamó mucho la atención a uno de los funcionarios que le preguntó si no estaba en «autoaislamiento», es decir, que por ello no debía salir de su celda ni para comer ni pasear por el patio ni para tener comunicaciones, etc. El recluso respondió que volvería al «txabolo» cuando hubiera terminado de desayunar, por lo que el funcionario le inquirió si eso suponía que tenía que romper la instancia que presentó ante la dirección del centro informando de su propósito de seguir la «jornada de lucha». El preso no tardó en decir que «cumplía el autoaislamiento».
Y es que muchos de los reclusos que lo que verdaderamente están haciendo es «un paripé». En las cárceles hacen un seguimiento «a la carta» y se esfuerzan para que en el exterior su comportamiento no sea interpretado como un acto de desobediencia.
Según las fuentes consultas, uno de cada cinco presos no está siguiendo la «lucha en las prisiones», lo que supone que unos 150 etarras han hecho oídos sordos a las instrucciones. Puede decirse que en los centros de Zuera (Zaragoza) y Villabona (Asturias), donde están recluidos los más «críticos» con los actuales cabecillas, el seguimiento brilla por su ausencia. Por el contrario, en las prisiones del sur, donde cumplen condena muchos de los «irreductibles», así como etarras de la «última generación», el seguimiento es casi total, aunque muchos de ellos mantienen un comportamiento poco ortodoxo respecto a lo ordenado por ETA. Por otra parte, la agencia Europa Press informaba ayer de que varios reclusos han presentado escritos en los centros penitenciarios desvinculándose de la banda. Este hecho se habría producido la semana pasada.