5 de enero de 2010

«Cogimos el toro por los cuernos, se iba de las manos»

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Martes, 5 de Enero de 2010

Madrid

Toros

«Cogimos el toro por los cuernos, se iba de las manos»

J. G. CALERO | MADRID
Mientras la Fiesta vive en Cataluña su propia pesadilla, en el País Vasco ya es cuestión de semanas la aprobación del Reglamento pactado con todos los interlocutores del sector. Desde el Gobierno de Patxi López se asegura que garantizar la continuidad de los toros no es tanto una cuestión de voluntad política como de «poner fin a un riesgo de plante que hacía peligrar las ferias de verano, en un país en el que los toros tienen una enorme tradición», según fuentes de la Consejería de Interior.
No hay comparación con el problema en Cataluña y no sólo porque las comparaciones sean odiosas. El consejero Rodolfo Ares decidió arremangarse para arreglar el entuerto en una de sus primeras actuaciones nada más acceder al cargo el pasado mayo, desde la convicción de que la Fiesta está fuertemente arraigada y no se puede poner en peligro. Y se ha demostrado que un poco de buena voluntad y el diálogo abierto han cambiado el horizonte de los toros en el País Vasco. «Cogimos el toro por los cuernos porque si no el tema se iba de las manos», añaden las mismas fuentes. Es más: «La corrección de la norma se ha hecho con absoluta rapidez».
En el PP viven este consenso con el mundo taurino como algo natural. Y se sienten dentro: «La intención es corregir todos los artículos que irritaban al sector y por tanto acercar la norma a la que rige la actividad de las más importantes plazas de España, como las de Madrid, Andalucía y Castilla-La Mancha», afirma Iñaki Oyarzabal, secretario general del PP vasco, encantado con esta «garantía de continuidad de la importante tradición taurina».
«El PNV no era tan taurino»
Este ejemplo ha hecho posible que el anterior Reglamento, promulgado por el PNV, no rompiera la Fiesta. Mientras en el PSE achacan los problemas del PNV con el mundo taurino a la falta de sensibilidad de quien llevaba 30 años gobernando, en el PP ponen el énfasis en que «los nacionalistas vascos nunca defendieron la Fiesta sin complejos. El PNV dejaba morir la fiesta en Álava y Guipúzcoa, donde no hubo toros durante 25 años. De hecho el empeño personal de Gregorio Ordóñez tuvo mucho que ver en la construcción de la plaza de Illumbe. El PNV ha quedado como taurino, pero es una fama algo injusta porque nunca se les vio mucho», señala Oyarzabal.
Lo importante, para unos y otros, es que el problema se ha resuelto y el País Vasco no cumple ya con su arquetipo de lugar conflictivo, sino que vive una etapa muy distinta.