Alfredo Pérez Rubalcaba, líder del equipo socialista que negocia con el PP la reforma constitucional para fijar el techo de déficit y candidato del PSOE a la Presidencia, ha propuesto que la cifra concreta de déficit no figure en la Constitución sino en una posterior ley orgánica, según fuentes socialistas. Las mismas fuentes aseguran que las negociaciones van bien encaminadas y que puede haber acuerdo. Los representantes de ambas partes se afanan en una negociación que debería concluir mañana viernes para cumplir los plazos previstos y que la reforma se realice antes de las generales del 20-N.
Las conversaciones entre dirigentes de PSOE y PP para acordar
una modificación de la Constitución que fije un límite al déficit público se complicaron ayer por la tarde. La reclamación de una “cierta flexibilidad” en el compromiso de déficit por parte del PSOE, cuya delegación encabeza el portavoz parlamentario, José Antonio Alonso, choca con la rigidez de la representación del PP, con Soraya Saénz de Santamaría al frente. “El PP ha venido con un planteamiento de equilibrio puro y duro, de déficit cero”, explicaban ayer fuentes de la delegación socialista.
La negociación se inició ayer mismo y a contra reloj, porque debe cerrarse mañana, viernes, para que el Congreso pueda tomar en consideración la reforma el próximo día 30 y aprobarla el
2 de septiembre.
El pasado martes por la noche, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero reunió en La Moncloa a la vicepresidenta primera, Elena Salgado; al candidato, Alfredo Pérez Rubalcaba; y al jefe del grupo parlamentario, José Antonio Alonso. Les comunicó su enorme preocupación por lo que pueda pasar en el panorama financiero internacional en septiembre y defendió su propuesta de reforma constitucional como la “menos agresiva” de las medidas que se podían tomar para tratar de frenar la inestabilidad de los mercados.
Ayer, Zapatero cedió las riendas de la negociación al candidato socialista,
Alfredo Pérez Rubalcaba, que se fijó como objetivo apostar por “una norma constitucional que sirva, también, para el futuro y sea útil para distintas situaciones económicas y ponga a salvo las políticas sociales”. Lo que se traduce en introducir una “cierta flexibilidad” en la negociación del compromiso de déficit. También pretende ampliar el consenso, más allá del PP, con los partidos nacionalistas y de izquierdas, de modo que resulte lo más parecido al que tuvo la Constitución de 1978.
En un terreno más preciso, su propuesta pretende que la Constitución recoja que, en situaciones de crecimiento económico normal —entre el 2% y el 3% en España—, el déficit debe ser cero, con posibilidad de superavit si se supera el 3%; pero también con la posibilidad de incurrir en un pequeño déficit si el crecimiento es inferior al 2%.
Ese margen de flexibilidad, ese “pequeño déficit“, podría aplicarse en momentos excepcionales, como catástrofes naturales o situación económica muy grave (excepciones que también figuran en la Constitución alemana, la única que hasta el momento recoge un tope al déficit). Y la negociación de ese margen se ha convertido en la clave que ha complicado la negociación del PSOE con el PP.
La vicepresidenta
Elena Salgado adelantó ayer que ya existen algunas referencias, como la alemana, que fija un déficit tope del 0,35% del PIB. Aunque el de España no tiene por qué ser el mismo, Salgado precisó que el Gobierno negociará con los partidos a partir de unos parámetros cercanos a esa cifra. No obstante, aclaró que las excepciones incluidas en la norma permitirán que el déficit sea mayor. “Lo otro sería atarse de manos y no poder estimular la economía ni atender a los más necesitados en una situación de grave recesión económica como la que estamos viviendo”, dijo.
Además del PP, el PSOE ya ha entrado en contacto con
CiU y pretende hacerlo también con el
PNV y
Coalición Canaria. El portavoz del PNV, Josu Erkoreka, adelantó ayer su “gran reticencia” a la reforma constitucional, porque “privaría a las Administraciones públicas de una herramienta muy útil para afrontar las recesiones económicas”.
Las bases de la negociación las discutieron los socialistas el martes por la noche en La Moncloa. Zapatero expresó su temor de que las turbulencias financieras vividas por la economía española en la primera quincena de agosto se puedan repetir en las próximas semanas. Y defendió la reforma constitucional como la fórmula “menos agresiva” entre todo lo que “se puede hacer”.
El presidente no se refirió a la carta que supuestamente le envió hace días el Banco Central Europeo. Pero otras fuentes socialistas señalan que en dicha carta podría figurar la propuesta de reforma constitucional junto a otras “más duras” y con mayor coste social como el endurecimiento de la reforma laboral. Zapatero, en su encuentro en La Moncloa, defendió que España siga la pauta marcada por los grandes países de la UE, como Alemania, Francia e Italia, de constitucionalizar su compromiso de déficit como mensaje contundente a los mercados.
La vicepresidenta primera adelantó en la Cadena SER que el déficit tendrá que calcularse de acuerdo con el crecimiento económico de cada año. En cuanto al plazo, adelantó que, aunque la reforma constitucional se materialice ahora, se fijará la fecha de 2018 o 2020 como el momento a partir del cual el déficit estructural deba ser limitado.
El ejemplo alemán
Alemania reformó en 2009 los artículos 109 y 115 de su Ley Fundamental
Quedó así:
- Artículo 109.3.- “Los presupuestos de la Federación y de los Länder [regiones autónomas] deben ser, por regla general, equilibrados, sin ingresos provenientes de créditos”.
- “La Federación y los Länder podrán prever la posibilidad de regulaciones concretas cuando el desarrollo coyuntural se aparte de la situación normal, tanto en momentos de expansión económica como de recesión, así como una regulación de excepción para casos de catástrofes naturales o situaciones extraordinarias de emergencia que escapen del control del Estado y que graven considerablemente la situación financiera estatal. Cada regulación de excepción deberá prever [una] regulación de amortización”.
- “[El presupuesto federal] se regula conforme al artículo 115”.
- Artículo 115.2.- “Ingresos y gastos deben equilibrarse sin ingresos provenientes de créditos. Se cumple este principio si los ingresos provenientes de créditos no superan 0,35% del Producto Interior Bruto nominal”.
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