18 de agosto de 2011
El Papa pide respeto a la identidad cristiana en su primer discurso
INÉS SANTAEULALIA EL PAISMadrid 18 AGO 2011 - 08:40 CET789
El Papa Benedicto XVI ya está en Madrid. Muy puntual, a las 12 del mediodía como estaba previsto, el pontífice ha asomado por la puerta del avión que lo ha trasladado al aeropuerto de Barajas. En la pista le esperaban 2.000 jóvenes, en representación de los miles que inundan desde el pasado lunes Madrid para celebrar la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). En su primer discurso en Madrid, el Papa ha pedido respeto para los católicos. "No pocos jóvenes, por causa de su fe en Cristo, sufren en sí mismos la discriminación. (...) Se les acosa queriendo apartarlos de Él, privándolos de los signos de su presencia en la vida pública".
Los jóvenes presentes, que han escuchado atentamente las palabras del Papa, han estallado en aplausos cuando este se ha dirigido a ellos para pedirles: "Que nada ni nadie os quite la paz, no os avergoncéis del Señor". Poco antes, en el interior del avión, el pontífice también les había hecho un guiño al hablar del paro juvenil y advertir que "la crisis económica es también ética y, sin ella, la economía no puede funcionar".
El primer encuentro con los jóvenes será hoy en la Puerta de Alcalá
En su discurso, una vez en la pista, también ha hablado de la situación financiera. "Aunque haya actualmente motivos de preocupación, mayor es el afán de superación de los españoles, con ese dinamismo que los caracteriza y al que tanto contribuyen sus hondas raíces cristianas", ha dicho.
Benedicto XVI ha estado acompañado desde su llegada a Madrid por los reyes, que lo han recibido en la misma escalerilla del avión junto al arzobispo de Madrid, Rouco Varela. Los monarcas -el rey Juan Carlos ayudado de un bastón- y el Papa han escuchado los himnos del Vaticano y de España, interpretados por una banda de música del Ejército, y juntos han recorrido la alfombra roja hasta el palco de las autoridades donde se han pronunciado los discursos.
El primero en tomar la palabra ha sido el Rey Juan Carlos I, que ha asegurado que no son tiempos fáciles para los jóvenes y que en el trasfondo de ello se percibe una "profunda crisis de valores". "La juventud busca colmar sus legítimas aspiraciones en este mundo complejo e interdependiente", ha dicho el monarca, que ha remarcado: "Es hora de redoblarles nuestro apoyo. No podemos defraudar a los jóvenes. Sus aspiraciones y problemas deben ser nuestras prioridades”.
En el aeropuerto esperaba al pontífice el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que acudió acompañado por sus ministros de Exteriores, Justicia y Presidencia, además de los presidentes del Congreso, del Tribunal Constitucional y del Supremo. También han asistido al acto el presidente del PP, Mariano Rajoy, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, y la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre.
Los 2.000 peregrinos que han podido recibir al Papa en su llegada han sido grupos de alumnos de algunos colegios y miembros de las parroquias, en las que se han repartido algunas invitaciones. Jaime Mansilla, de 16 años, ha conseguido situarse en primera fila para ver la llegada, acompañado por un grupo de 50 alumnos y profesores del colegio Parque (Galapagar). "Tengo muchas ganas de que llegue. Esto es para los jóvenes, para nosotros", ha dicho emocionado minutos antes del aterrizaje.El lema "esta es la juventud del Papa" ha sonado coreado por los invitados durante toda la mañana en Barajas, siempre acompañado del agitar de banderas de España.
Con la llegada del Papa se inicia el plato fuerte de la JMJ, aunque los peregrinos han ido llegando a Madrid desde el pasado lunes. Los fieles han inundado la ciudad con la vista puesta en los próximos cuatro días, en los que Benedicto XVI dará hasta nueve discursos y compartirá su tiempo con los jóvenes. Su visita, sin embargo, también ha dado lugar a críticas. Ayer, más de 5.000 personas participaron en una marcha laica por el centro de Madrid, que acabó en enfrentamientos entre católicos y manifestantes y con ocho personas detenidas y 11 heridas.
Tras los discursos, Benedicto XVI se ha dirigido hacia el centro de la ciudad en Papamóvil. A su paso, centenares de personas le han dado la bienvenida a Madrid con confeti y serpentinas. Después, el pontífice se ha retirado a descansar en la Nunciatura, desde donde se desplazará hasta la plaza de la Independencia y cruzará la Puerta de Alcalá a las 19.15 para mantener su primer encuentro con los jóvenes de la JMJ y pronunciar su segundo discurso en Cibeles.
Para el viernes está programada una visita de cortesía a la familia real en el Palacio de la Zarzuela y reuniones con el rey, con religiosas jóvenes y con profesores universitarios. Ese mismo día mantendrá un encuentro oficial con José Luis Rodríguez Zapatero y presidirá el Via Crucis con jóvenes en la plaza Cibeles, donde está previsto que dé un discurso.
Madrid se ha adaptado a la visita a base de cortes de tráfico. Después de dos días de restricciones que han afectado fundamentalmente al eje del paseo de la Castellana y Recoletos y a toda la Gran Vía, a partir de hoy se sucederán interrupciones paralelas a todos los desplazamientos del pontífice por la ciudad.
La agenda del Papa para el sábado incluye la confesión de jóvenes en el Retiro y misa y homilía con seminaristas en la catedral de la Almudena, así como una comida con cardenales y obispos. Después se reunirá con la organización de la JMJ, pronunciará un discurso en la Fundación Instituto San José y participará en una vigilia de oración, también con discurso. El domingo celebrará una misa de clausura y dará una homilía en el mismo punto, el aeródromo de Cuatro Vientos. A las 17.30 se reunirá con voluntarios de la JMJ y volará a las 19.00 tras pronunciar otra charla. Durante los cuatro días, en total, pronunciará nueve discursos y tres homilías.
La llegada del papa Ratzinger tiene lugar precisamente cuando se cumplen 22 años de el tercer viaje oficial de su predecesor, Juan Pablo II, a España. En el caso del alemán, su último contacto directo con los católicos españoles tuvo lugar en noviembre de 2010, cuando se desplazó a Santiago de Compostela y a Barcelona. La primera vez que visitó como Papa España fue en 2006, en Valencia.
La visita papal de 2011 no ha estado exenta de polémica. Además de lamanifestación laica y los incidentes posteriores, el debate se ha centrado en la financiación. Según la JMJ, la jornada ha costado 50 millones de euros sufragados con fondos propios. Entre los gastos no incluyen la cesión de edificios públicos o el descuento del 80% en los abonos del transporte público de los peregrinos. Desde la organización agregan que el 1% de los turistas que viene este año a España lo hace por la JMJ.
Algunos políticos han apoyado con energía el amplio despliegue de medios para recibir al Papa. Como Ana Botella, interlocutora del Ayuntamiento de Madrid con las Jornadas Mundiales de la Juventud, queha negado que se les haya otorgado un trato de favor y opina que “el Papa debe tener la misma libertad de expresión que el indignado de Sol”. El vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, ha indicado en la Ser que entiende que haya una parte de la población que no comparta la visita del Papa, pero se ha mostrado sorprendido de que "visitas de líderes internacionales que no respetan los derechos internacionales" no provoquen rechazo.
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