22 de agosto de 2011

El papa y los hombres con falda



El papa y los hombres con falda

Por: Blogs ELPAIS.com

EL PAIS -Charo Nogueira
El papa y la religiosa Belén González en San Lorenzo de El Escorial. / Gorka LejarcegiLa visita del papa, con profusión de obispos y sacerdotes alrededor, nos deja una imagen poco común, la de numerosos hombres confalda (así se llama la parte baja de la sotana). Un atributo que la cultura occidental identifica con las mujeres. Un sexo, por cierto, que queda excluido de cualquier poder en la Iglesia Católica, donde prevalecen patrones misóginos, patriarcales y antidemocráticos tras XX siglos de historia. Falda sí, mujeres, menos.
Ellas no pueden ser sacerdotes (ni los curas casarse, por supuesto: elcelibato, que les aleja de las féminas, es "un don peculiar de Dios",según el Códex canónico). Las mujeres siguen pagando aún que una fuera la responsable del pecado original que relata la Biblia. Eva sigue ahí: ella mordió una manzana que contaminó a todas sus iguales. Relegadas a un papel secundario desde el punto de vista del poder religioso, en la estructura católica solo pueden aspirar a ser esposas de Cristo. Es decir, monjas. Benedicto XVI, en el monasterio de El Escorial ante 1.664 religiosas, les recordó el viernes sus misiones: la vida contemplativa (clausura), la educación de niños, el cuidado a los enfermos y ancianos, el acompañamiento de las familias, la caridad, el apostolado… Tareas de amor y cuidado mientras los hombres administran los sacramentos y dirigen la iglesia, de la que llegan a ser príncipes, o sea cardenales, y, papas. Unos pueden elegir (ellos pueden ser sacerdotes o religiosos), otras, no. Una segregación clara y discriminadora. 
Entre los laicos Cardenales en la plaza de Cibeles a la espera de la misa del papa. / Cristóbal Manuelexiste una equiparación mayor. Y las mujeres dan el do de pecho en esas tareas parroquiales del día a día, como la catequesis a los niños o la obra social. Con todo, son ellas las más fieles,las más creyentes en un país donde el catolicismo pierde fuelle. Y las más discriminadas en todo el orbe católico, aunque no en alguna otra confesión cristiana, como el luteranismo, abierta desde hace años al sacerdocio femenino.
"En la sociedad actual se constata una especie de eclipse de Dios, una cierta amnesia, más aún, un verdadero rechazo del cristianismo y una negación del tesoro de la fe recibida, con el riesgo de perder aquello que más profundamente nos caracteriza", les decía Ratzinger a las monjas en el monasterio que levantó Felipe II, adalid de la Contrarreforma. ¿Por qué echar la culpa de la creciente desafección al "lacisimo agresivo", a los tiempos que corren? ¿Por qué no preguntarse si "los pecados del Vaticano", como los llama Juan Arias, contribuyen a vaciar las iglesias también de mujeres? ¿Por qué esa cierta amnesia?
P.S. Para los interesados en sotanas, esa vestimenta talar cuya parte desde la cintura hacia abajo se llama falda y que está asociada al clero más tradicional, un enlace sobre sus ventajas.

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