18 de diciembre de 2010
REPORTAJE
"No seguiremos buscando"
La Junta de Andalucía descarta más excavaciones para encontrar los restos de Lorca.- Hoy se cumple un año del fracaso de los trabajos en Alfacar
NATALIA JUNQUERA - Madrid - 18/12/2010
EL PAIS
"Ni un solo hueso. Ni una esquirla, por pequeña que fuera". Francisco Carrión, jefe de las excavaciones del paraje de Alfacar (Granada) donde se creía yacían los restos del poeta Federico García junto a dos banderilleros, Francisco Galadí y Joaquín Arcollas, y un maestro, Dióscoro Galindo, comunicaba hace justo un año el fracaso. Tras casi dos meses de búsqueda, 73 años de espera, y 70.000 euros de inversión, todo lo que habían encontrado era una enorme roca. Hoy, la Junta de Andalucía asegura que el Gobierno no tiene ninguna intención de seguir buscándoles. El poeta español más célebre seguirá siendo el desaparecido español más célebre.
Tras 70.000 euros de inversión, solo se ha encontrado una enorme roca
Las familias de los fusilados con el escritor en 1936 no se resignan
Cinco arqueólogos rastrearon una superficie de 276,75 metros cuadrados
Gibson: "Tengo 71 años y me dolerá hasta la muerte este fiasco"
"Aquel era el sitio donde apuntaban más referencias históricas. Hicimos todo lo que pudimos hacer. Nunca buscamos a Lorca, sino a Francisco Galadí, como pedía su familia. Cerramos la carpeta con el expediente y la colocamos en una estantería. No vamos a seguir buscando esa fosa en ningún otro sitio", asegura Juan Gallo, comisario para la Recuperación de la Memoria histórica del Gobierno andaluz.
La familia de Galadí, y la nieta adoptiva de Galindo, Nieves García, no se resignan. "Ahora no es el momento. Hay otras fosas que abrir, otros fusilados que buscar, y estamos en crisis. No podemos volver a pedir dinero para esto. Hay que esperar. Pero yo sí quiero que vuelvan a buscar a mi abuelo en un futuro. Que no les encontraran en el lugar donde excavaron fue una decepción enorme después de tantos años esperando, pero tiene que estar ahí, a 15 o a 20 metros...", asegura Francisco Galadí, nieto del banderillero del mismo nombre.
Nieves García opina igual. "Claro que quiero que sigan buscando a mi abuelo. Aún tengo la ilusión y la esperanza de encontrarle. Creo que está en esa zona, muy cerca. Pero entiendo que todos los que tenemos familiares fusilados estamos deseando recuperarlos y en este contexto de crisis quizá no es el momento. En cuanto pase, sí". Para Nieves, el empeño en rescatar de una fosa común los restos de su abuelo ha sido un motivo de enfrentamiento con su familia. Una de sus hermanastras -Nieves fue acogida en casa de los Galindo a los tres días de nacer- se opuso a la excavación en el paraje de Alfacar donde finalmente no apareció nada.
La excavación del lugar al que apuntaban casi todas las referencias históricas -las encuestas a investigadores y testigos realizadas por la Diputación de Granada, y el testimonio del enterrador de los cuerpos, Manuel Castilla, al hispanista Ian Gibson- duró 47 días. Cinco arqueólogos rastrearon una superficie de 276,75 metros cuadrados y extrajeron 75,76 metros cúbicos de sedimientos. Pero ni un solo hueso. Solo una roca tozuda y antigua, que probaba que en aquel lugar nunca había habido enterramientos.
Gibson, que ha dedicado 45 años de trabajo a Lorca, tampoco se resigna. Ayer presentó un libro, La fosa de Lorca, crónica de un despropósito (Alcalá Grupo Editorial), que le ha servido, asegura, para descargar su frustración. "Me siento enfermo. Pienso en esto todo el día. Temo por mi salud mental", confesaba a este diario dos días antes de conocer el informe de la Junta de Andalucía que daba cuenta del fracaso. "Para intentar guardar el equilibrio fui escribiendo un diario, que terminó en este libro. Sentía mucha angustia. Me llamaban de EE UU, de Francia... para preguntarme por las excavaciones y yo no sabía nada porque nadie de la Junta me llamó o consultó, a pesar de que en su día me dieron la medalla de Andalucía por mis libros sobre Lorca. Creo que hicieron muy mal en no ampliar la zona de búsqueda. Puede estar fuera del parque, a pocos metros, bajo un pinar que yo creo que levantaron para ocultar las fosas", asegura.
El hispanista lamenta que la Junta obviara que el vicepresidente de la Diputuación de Granada durante la construcción del parque García Lorca hubiese asegurado que durante las obras "se encontraron unos huesos, se metieron en un saco, y se enterraron en otro sitio", recordó Gibson. Y sugiere un posible pacto entre el régimen y la familia Lorca, que siempre se opuso a la exhumación, para no hablar.
No ha dejado de darle vueltas. "Si el PP gana las próximas elecciones, no va a hacer nada por buscar a Lorca, porque todavía impide que se asuma el holocausto que tuvo lugar en este país", asegura. "Tengo 71 años. Y me dolerá hasta la muerte el fracaso de esta búsqueda".
Tras 70.000 euros de inversión, solo se ha encontrado una enorme roca
Las familias de los fusilados con el escritor en 1936 no se resignan
Cinco arqueólogos rastrearon una superficie de 276,75 metros cuadrados
Gibson: "Tengo 71 años y me dolerá hasta la muerte este fiasco"
"Aquel era el sitio donde apuntaban más referencias históricas. Hicimos todo lo que pudimos hacer. Nunca buscamos a Lorca, sino a Francisco Galadí, como pedía su familia. Cerramos la carpeta con el expediente y la colocamos en una estantería. No vamos a seguir buscando esa fosa en ningún otro sitio", asegura Juan Gallo, comisario para la Recuperación de la Memoria histórica del Gobierno andaluz.
La familia de Galadí, y la nieta adoptiva de Galindo, Nieves García, no se resignan. "Ahora no es el momento. Hay otras fosas que abrir, otros fusilados que buscar, y estamos en crisis. No podemos volver a pedir dinero para esto. Hay que esperar. Pero yo sí quiero que vuelvan a buscar a mi abuelo en un futuro. Que no les encontraran en el lugar donde excavaron fue una decepción enorme después de tantos años esperando, pero tiene que estar ahí, a 15 o a 20 metros...", asegura Francisco Galadí, nieto del banderillero del mismo nombre.
Nieves García opina igual. "Claro que quiero que sigan buscando a mi abuelo. Aún tengo la ilusión y la esperanza de encontrarle. Creo que está en esa zona, muy cerca. Pero entiendo que todos los que tenemos familiares fusilados estamos deseando recuperarlos y en este contexto de crisis quizá no es el momento. En cuanto pase, sí". Para Nieves, el empeño en rescatar de una fosa común los restos de su abuelo ha sido un motivo de enfrentamiento con su familia. Una de sus hermanastras -Nieves fue acogida en casa de los Galindo a los tres días de nacer- se opuso a la excavación en el paraje de Alfacar donde finalmente no apareció nada.
La excavación del lugar al que apuntaban casi todas las referencias históricas -las encuestas a investigadores y testigos realizadas por la Diputación de Granada, y el testimonio del enterrador de los cuerpos, Manuel Castilla, al hispanista Ian Gibson- duró 47 días. Cinco arqueólogos rastrearon una superficie de 276,75 metros cuadrados y extrajeron 75,76 metros cúbicos de sedimientos. Pero ni un solo hueso. Solo una roca tozuda y antigua, que probaba que en aquel lugar nunca había habido enterramientos.
Gibson, que ha dedicado 45 años de trabajo a Lorca, tampoco se resigna. Ayer presentó un libro, La fosa de Lorca, crónica de un despropósito (Alcalá Grupo Editorial), que le ha servido, asegura, para descargar su frustración. "Me siento enfermo. Pienso en esto todo el día. Temo por mi salud mental", confesaba a este diario dos días antes de conocer el informe de la Junta de Andalucía que daba cuenta del fracaso. "Para intentar guardar el equilibrio fui escribiendo un diario, que terminó en este libro. Sentía mucha angustia. Me llamaban de EE UU, de Francia... para preguntarme por las excavaciones y yo no sabía nada porque nadie de la Junta me llamó o consultó, a pesar de que en su día me dieron la medalla de Andalucía por mis libros sobre Lorca. Creo que hicieron muy mal en no ampliar la zona de búsqueda. Puede estar fuera del parque, a pocos metros, bajo un pinar que yo creo que levantaron para ocultar las fosas", asegura.
El hispanista lamenta que la Junta obviara que el vicepresidente de la Diputuación de Granada durante la construcción del parque García Lorca hubiese asegurado que durante las obras "se encontraron unos huesos, se metieron en un saco, y se enterraron en otro sitio", recordó Gibson. Y sugiere un posible pacto entre el régimen y la familia Lorca, que siempre se opuso a la exhumación, para no hablar.
No ha dejado de darle vueltas. "Si el PP gana las próximas elecciones, no va a hacer nada por buscar a Lorca, porque todavía impide que se asuma el holocausto que tuvo lugar en este país", asegura. "Tengo 71 años. Y me dolerá hasta la muerte el fracaso de esta búsqueda".