N O V E D A D E S
CONTRA-REVOLUCIONARIAS
lunes, 16 de marzo de 2020
VÍVERES – 17/03/2020
Cuando la semana pasada se anunció en España que se suspendían las clases escolares por el coronavirus miles de personas se lanzaron a los supermercados en busca de víveres. Las imágenes de colas en los supermercados y de estanterías vacías han hecho que el miedo se apodere de la población ante el temor de que haya un desabastecimiento de productos de primera necesidad.
Para poder pasar el aislamiento impuesto a la sociedad es conveniente tener una buena despensa. De alimentos perecederos conviene comprar lo menos posible, aunque hay hortalizas que aguantan bien el paso del tiempo. Es el caso de la col, la coliflor, las zanahorias o las cebollas. No el brócoli, la lechuga o los tomates. Las verduras es recomendable no almacenarlas en la nevera, aguantan más tiempo fuera. Por lo que se refiere a las frutas algunas duran menos tiempo como el plátano, la manzana y la pera. Al contrario, las naranjas o mandarinas aguantan más.
Se recomienda almacenar mayor cantidad alimentos no perecederos o con unos procesos que alargan su vida útil. Se trata de alimentos que ya vengan cocidos, como por ejemplo las legumbres, verduras en lata o bote de vidrio, que tienen además una fecha de caducidad a largo plazo, o aquellos que se pueden comprar crudos, como legumbres secas o arroz. La pasta elaborada con harinas refinadas es un alimento nutricionalmente superfluo que no aporta ni vitaminas ni minerales. En caso de querer consumirla, mejor integral.
Por lo que se refiere a las latas y conservas, como atún, sardinas o moluscos, son algunos de los productos estrella debido a que ocupan menos volumen, no requieren refrigeración y su fecha de caducidad es lejana en el tiempo. Eso sí, recomiendan que siempre sean con aceite de oliva virgen, evitando aceites refinados.
Si nos quedamos en casa la actividad física va a disminuir, hay que limitar e incluso suprimir los productos procesados de mala calidad como es la bollería. Otros alimentos más saciantes como frutos secos o encurtidos podrían ser buenas opciones para almacenar. Los nutricionistas dan, además, vía libre a los congelados, siempre y cuando no sean precocinados o ricos en sal o grasas de mala calidad. Pescado y carne congelada, verduras congeladas o fruta congelada son un buen sustitutivo del alimento fresco ya que conserva todas sus propiedades nutricionales, pero no una pizza o palitos de pescado.
Se pueden comprar varios litros de leche, al igual que las bebidas vegetales, como las de soja o almendra. No es conveniente hacer acopio de grandes cantidades de lácteos fermentados, como yogures, ya que requieren refrigeración. Los huevos pueden almacenarse varios días fuera o dentro de la nevera, pero sin sacarlos y meterlos, ya que pueden aumentar el riesgo de salmonelosis.
larazon.es
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