N O V E D A D E S
CONTRA-REVOLUCIONARIAS
martes, 3 de marzo de 2020
POSSENTI – 04/03/2020
Francisco Possenti nació en Asís undécimo de los trece hijos del embajador de los Estados Pontificios y una mujer de familia aristocrática. Se trasladaron a Spoleto donde inició sus estudios en los Hermanos de las Escuelas Cristianas. El comandante de la guarnición militar le enseñó a usar la pistola y el fusil, haciéndose un excelente tirador. La caza con agradable compañía era su afición favorita.
El 22 de agosto de 1856, teniendo 18 años, participaba en una procesión mariana cuando mirando el rostro de la Imagen sintió en su interior que le decía "el mundo ya no es para ti, la religión te espera". Aunque había recibido varias llamadas anteriormente, con motivo de graves enfermedades, sin haber hecho caso esta vez la llamada fue tan vehemente que no lo dudó e ingresó en el noviciado de los Padres Pasionistas con el nombre de Gabriel de la Dolorosa. Su principal característica era la devoción a la Madre de Dios, a quién consagró su vida.
Cuando después de la batalla de Castelfidardo una veintena de mercenarios aparecieron en la ciudad para saquearla obtuvo autorización del rector de su seminario para hacerles frente. Uno de los soldados, que estaba a punto de violar a una joven, lo ridiculizó por enfrentarse a ellos solo. Sin embargo, con una maniobra rápida Gabriel le quitó el revólver de la cintura y le ordenó soltar a la víctima. Mientras el individuo obedecía, a otro soldado que se acercaba le quitó también la pistola. En el momento en que se aproximaron varios más para reducirle, una lagartija se detuvo entre él y los pistoleros, matándola de un solo disparo. Luego apuntó los dos revólveres hacia la banda conminándoles a dejar sus armas y se marchase inmediatamente de la ciudad. Este episodio hizo que se le considere patrono de los francotiradores.
Murió de tuberculosis con tan solo 24 años y los muchos prodigios realizados por su mediación llevaron a San Pío X a beatificarlo y a Benedicto XV a canonizarlo en 1920. Seis años después, Pío XI lo convirtió en patrón de la Juventud Católica Italiana.
Contrasta con el modelo para la juventud que proponía la antiiglesia cuando el antipapa Wojtyla declaro al polígamo y corruptor de menores Marcial Maciel ejemplo para los jóvenes.
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