N O V E D A D E S
CONTRA-REVOLUCIONARIAS
jueves, 5 de marzo de 2020
SUPERVIVENCIA – 06/03/2020
Con motivo de la pandemia china la gente se acuerda de las personas preparadas para el caos como de Santa Bárbara cuando truena. En Estados Unidos se les conoce como preppers, preparados para las catástrofes, en España como "supervivientes" y aunque hay quienes les tildan de exagerados ellos argumentan que no hacen daño a nadie, solo se preparan para lo que pueda venir. Están organizándose desde hace tiempo para una probable catástrofe de cualquier índole. Hacen acopio de alimentos, construyen búnkeres como el de la foto, aprenden técnicas de supervivencia y entrenamiento médico para enfrentar mejor la caída del sistema. Miran al futuro teniendo en cuenta el desvarío del mundo y las repetidas señales de alarma que llegan.
Ahora están adquiriendo alimentos para una posible cuarentena, material médico, medicinas, vitaminas, equipos de protección individual como gafas de seguridad, guantes desechables y mascarillas, explica una de las 2.000 personas que en España están prevenidas para cualquier imprevisto, ya sea de fenómenos atmosféricos, terremotos o epidemias. Ente ellos hay de todo, camareros, militares, sanitarios, policías, etc. Suelen tener una pequeña despensa con alimentos, reserva de agua potable y mochila de evasión para sobrevivir 72 horas. Además, realizan prácticas, ejercicios y convivencias, aprendiendo unos de otros.
Hay quienes incluso han construido un búnker bajo su casa. Antonio Alcahud, ingeniero industrial residente en Barcelona, lleva décadas diseñando blindados para empresas y particulares, explica que un refugio atómico, es un habitáculo no solo para la guerra, los ataques nucleares o catástrofes naturales sino también para infecciones masivas bioquímicas. Fue el primer ingeniero que patentó en los años ochenta la construcción de búnkeres en nuestro país y han sido numerosas personas las que han acudido a él para diseñar compartimentos estancos. Desde primeros ministros y multimillonarios hasta ciudadanos humildes. Explica que en España hay centenares de refugios, pero no todos ofrecen las garantías necesarias para sobrevivir en caso de que el caos se apodere de la civilización. En situación como la que estamos viviendo las personas que tienen un buen refugio solo tienen que bajar al sótano cerrar la puerta, activar la ventilación y ahí no penetra ningún virus. En ellos se puede sobrevivir durante semanas y hasta meses. Hay electricidad, ventilación filtrada, agua, víveres, así como comunicación con el exterior a través de internet. Están preparados, son previsores. Él mismo tiene uno de 100 metros cuadrados en el sótano de su casa. Eso sí, la ubicación de muchos de estos reductos es secreta, nadie quiere indicar su posición exacta por razones obvias, pues en caso de catástrofe toda la gente iría allí y sólo caben 30 personas aproximadamente. Lo fundamental es hormigón armado en paredes de medio metro, pero no sirve de nada si no es estanco, sin sistema de ventilación segura. No hay que pensar en un gran espacio, la mayoría se construyen en las bodegas de las casas y en algunas a la espera de la catástrofe lo utilizan como gimnasio o sala de ensayos.
https://www.larazon.es/sociedad/20200301/ydlgndg2gfbndofl5cyocyxfpe.html
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