N O V E D A D E S
CONTRA-REVOLUCIONARIAS
miércoles, 1 de abril de 2020
MADRID – 02/04/2020
Madrid es una ciudad rebosante de muertos. El efecto de la pandemia ha sido tan devastador que el número de fallecidos se ha triplicado. Nadie recuerda algo parecido. Por mucho que se utilicen los crematorios públicos y privados no hay manera de dar abasto, comenta un agente del sector. En incinerar un cuerpo se tardan cuatro horas, de manera que se amontonan los cadáveres. Por esta razón se están llevando a otras ciudades para su incineración.
En las empresas funerarias están trabajando a destajo, horas extras, festivos etc. y la Unidad Militar de Emergencia está ayudando al traslado de los fallecidos desde los hospitales y las residencias hasta la morgue del Palacio del Hielo. Si no fuera por los camiones del Ejército habría sido muy difícil el traslado en coches fúnebres.
Una de las cosas más duras ha sido ver como los familiares no podían despedirse de sus muertos. No han podido estar en las unidades de cuidados intensivos y por la complejidad del virus tampoco han podido estar presentes en las salas de los tanatorios ya que están clausuradas para evitar la propagación de la enfermedad. Los velatorios están prohibidos. Los ataúdes tienen que estar cerrados con los cuerpos dentro de una bolsa estanca que garantice su impermeabilidad, sellados y rociados con lejía. Además, el personal que se encarga de los féretros debe tener equipos de protección especiales. Todo este procedimiento hace que el trabajo sufra muchos retrasos.
El acondicionamiento como morgue de la pista de patinaje olímpica, de 1.800 metros cuadrados, ha supuesto un cierto alivio para el sector funerario. Esto habla por sí mismo del desbordamiento de las empresas, que hace tan solo unas semanas era imposible de prever. En la provincia de Madrid se acumulan 2.412 muertos por coronavirus. Con estos datos, no extraña que los fabricantes de ataúdes, uno de ellos en la foto, hayan tenido que duplicar su producción. También ya se está instalando una segunda morgue en la inacabada Ciudad de la Justicia, edificio diseñado para ser la sede del Instituto Anatómico Forense, que podrá acoger 200 cadáveres en cámaras de conservación.
Se suceden casos como el que refiere el presidente del Colegio de Médicos en el que un trabajador de una funeraria recomendó al familiar de un difunto que lo metiera en su coche y lo trasladara él mismo al Palacio del Hielo, porque de lo contrario podría pasarse con el cadáver dos días en su casa. Otra madrileña tuvo que convivir trece horas con su suegra fallecida hasta que consiguió los 3.100 euros para que una funeraria se llevase el cuerpo.
Por cierto, ¿cuántas personas en Madrid atendieron el pedido de la Señora de todos los Pueblos de rezar diariamente la oración dictada por Ella para ser preservados de las calamidades? Pregunta extensible a toda España y al resto del mundo.
https://www.hoy.es/sociedad/salud/madrid-capital-duelo-coronavirus-20200328215612-ntrc.html
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