27 de abril de 2020

GOYA

domingo, 26 de abril de 2020


GOYA – 27/04/2020

La familia de Carlos IV es un retrato colectivo pintado en 1800 por Francisco de Goya que se conserva en el Museo del Prado de Madrid.

Está inspirado en el cuadro La familia de Felipe IV de Velázquez, más conocido como Las Meninas. No obstante, Goya decide colocar a los personajes sobre un fondo austero, sin alfombras ni grandes adornos.

Representa a Carlos IV, rey de España, a su mujer, la reina María Luisa, que ocupa el centro de la escena pasando el brazo maternalmente sobre los hombros de la infanta María Isabel a la vez que lleva cogido de la mano al infante don Francisco de Paula, quien a su vez se la da al rey.

A la izquierda se sitúa el futuro Fernando VII sujetado por la espalda por el infante Carlos María Isidro y una joven elegantemente vestida, pero sin rostro, recurso empleado para representar a la futura esposa del príncipe de Asturias cuando esta aún no había sido ni siquiera elegida.

Pese a que la reina se sitúa en el centro del retrato se puede apreciar que tanto el rey como el heredero al trono, están situados un paso por delante del resto de los integrantes de la familia real. Al fondo de la sala aparece el propio Goya.

El modo como se disponen sus protagonistas, se ha concebido con una intención claramente dinástica. Con un mensaje tranquilizador, la reina se presenta como madre prolífica a la vez que, mediante la inclusión prematura de la futura princesa de Asturias, cobraba mayor fuerza la seguridad en la descendencia, garantizada en cualquier caso por la presencia del pequeño en brazos de la infanta María Luisa.

La figura de la reina pretende imitar la postura de la joven infanta Margarita del cuadro de las Meninas, lo que varios autores han considerado en realidad una sátira hacia la reina ya de edad avanzada. Estas opiniones proceden de las críticas contemporáneas de los embajadores franceses, los mismos que opinaban sobre los amoríos de la reina con Manuel Godoy.

Sin cuestionar lo más mínimo el evidente talento del artista, la mayor parte de sus cuadros resultan desagradables. En ellos, el pintor manifiesta una tendencia a la detracción, al vilipendio y al escarnio, que causa una profunda antipatía.

Se diría que cada uno de los personajes del cuadro es una pesadilla de fatuidad e imbecilidad.

Se supone que Goya los pintó tal como eran. ¿Se antipatiza por tanto con la verdad? No, con lo que se antipatiza es con cierta alegría malévola de Goya en que sus modelos fuesen así.

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