19 de abril de 2018
Manuel Valls: “El problema catalán no es interno de España, sino de Europa”
Manuel Valls: “El problema catalán no es interno de
España, sino de Europa”
El ex primer
ministro francés critica la inactividad del Gobierno de España en la
internacionalización del conflicto secesionista
EL
PAIS - Madrid 19 ABR 2018 - 17:32 BRT
Manuel Valls, durante el coloquio sobre el futuro
de Europa. EMILIO NARANJO EFE
El ex primer ministro
francés Manuel Valls ha criticado este jueves la inactividad
del Gobierno de España para explicar en Europa los entresijos del conflicto
catalán. "Me sorprende que sea Sociedad Civil Catalana la que se haya
desplazado a Berlín para explicar la situación en Cataluña", ha dicho el
socialista durante el coloquio El futuro de Europa, Francia y
España en un mundo globalorganizado por el Máster Universitario en
Asesoría Jurídica de Empresas de la Universidad Carlos III y patrocinado por
Cepsa. El francés considera que no sólo los políticos en España deben hablar de
Cataluña, sino todos los líderes europeos. Felipe González, ponente
también en el mismo acto, ha suscrito todo lo dicho por Valls y ha
afirmado que, según él, la euroorden de detención
de Carles Puigdemont sigue vigente. "Pido que la euroorden
no se cuestione y además creo que el tribunal alemán la ha entendido mal",
ha dicho el expresidente "con todo el respeto" hacia las autoridades
alemanas.
Valls ha vuelto a reiterar en el coloquio —moderado
por la subdirectora de EL PAÍS Eva Sáiz— que es "optimista" respecto
a la solución del conflicto catalán y que la única salida debe ser política. El
político francés, nacido hace 55 años en Barcelona, dice sentirse especialmente
conmovido por el secesionismo de su región natal: "España sin Cataluña y
Cataluña sin España no tienen ningún sentido", ha dicho el político francés.
González, muy crítico con las decisiones de las
autoridades judiciales alemanas, ha criticado que los jueces no vieran el
componente de violencia durante el denominado 'procés' y los días anteriores y
posteriores al referéndum de
independencia del 1 de octubre del pasado año. Es
"preocupante" que los jueces alemanes califiquen en días lo que la
justicia española lleva estudiando meses, ha dicho González, quién ha recordado
que ningún Land (región) tiene derecho a
plantear ninguna autodeterminación porque afecta a un principio constitucional,
y ha pedido que Alemania respete también los principios constitucionales de
España. "La decisión [de Alemania] es equivocada y eso tienen que decirlo
los europeos", insistió Valls en su campaña por elevar el desafío
independentista a las dimensiones comunitarias. “El problema catalán no es
interno de España, sino de Europa”, ha dicho el ex primer ministro francés.
Valls, muy insistente en promover la convergencia
inherente a su europeísmo, ha asegurado que si Puigdemont huebiera pasado por
Francia, Francia lo hubiera entregado a las autoridades españolas. "Por
supuesto", enfatiza dejando clara su postura, "porque respetamos la
Constitución, la justicia y la democracia españolas", ha sentenciado.
A pesar de que el coloquio estaba dirigido a
repasar los desafíos y oportunidades que enfrenta Europa, el secesionismo, el
populismo y los nacionalismos ocuparon un lugar central en el discurso de ambos
exdirigentes socialistas. "La globalización se ve amenazada por parte de
los nacionalismos", ha ilustrado González. Y lo explica haciendo una
autoevaluación y admitiendo que algo se habrá hecho mal —dentro del establishment europeo— para que los movimientos
secesionistas y populistas hayan encontrado un espacio protagonista. "¿En
qué fallamos para abrir tanto espacio a la demagogia?", se ha preguntado
retóricamente el expresidente español, lo que ilustra que, en su opinión,
el debate está mal orientado. "No se trata de más o menos Europa, sino de
una mejor Europa".
Trump, un “regalo”
para Europa
Ante la “crisis de identidad” de la que tanto Valls
como González han alertado, ambos líderes han visto la luz en el polémico
presidente de EE UU, Donald Trump. “El magnate no es ni populista, ni
nacionalista. Es imprevisible. Y eso tiene que hacer pensar a Europa,” ha dicho
González quien defiende que el magnate es “el último regalo para que Europa
espabile” tras una década de policrisis.
Los dos socialistas, que asumen asistir al
hundimiento de la socialdemocracia como modelo político —no como valores, matiza
el francés— están de acuerdo en que es ahora, con los autoritarismos creciendo
en el Este y la incertidumbre en el Oeste, cuanto el proyecto europeo debe dar
lo máximo de sí. Y en opinión de Valls, esa nueva refundación de Europa la
deben liderar Francia y Alemania porque el momento es “muy peligroso” con los
neonazis subiendo como la espuma. González, con algo más de trayectoria, añade
además Italia. “Atención en lo que allí sucede” porque luego es lo que pasa en
el resto de Europa 20 años más tarde, ha bromeado.
En el discurso pesimista que desde hace años tienen
los grandes líderes sobre el futuro de la UE, González ha marcado mucho las
diferencias con la Alemania de la canciller Angela Merkel. El expresidente ha
criticado —y no es la primera vez— la voluntad actual de Berlín de alemanizar
Europa y no de construir una Alemania europea. “Es cierto que la UE no va a
avanzar hasta que Francia y Alemania estén de acuerdo. Pero no sólo basta esa
condición”, ha remarcado en relación al auge de los movimientos nacionalistas
en el Este europeo.
González ha confesado entender dichos movimientos
nacionalistas porque, dice, ellos mismos a veces confunden la dependencia de
Moscú con la dependencia de Bruselas. Y no es igual.
“La UE es cesión de
soberanía para compartirla, y no para que otros la usen”.
Coloquio
El futuro de Europa, Francia y España en un mundo global
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