20 de abril de 2018

La «farsa» del arrepentimiento de ETA: equipara a víctimas con terroristas y habla de conflicto

La «farsa» del arrepentimiento de ETA: equipara a víctimas con terroristas y habla de conflicto

AVT: «Justifica lo que hizo equiparando a las víctimas al nivel que a los torturados o personas que se han huido»

Mari Mar Blanco: «Llega tarde, muy tarde y no cumple las expectativas. Lo único que ha existido son víctimas y verdugos»

Arrepentimiento farsa de ETA que equipara a víctimas con terroristas
MadridActualizado:
La banda terrorista ETA ha hecho público este viernes un comunicado en el que sigue sin entregar las armas ni anunciar su disolución, pero por primera vez reconoce «el daño causado», admite su «responsabilidad directa» en el «sufrimiento desmedido» que la sociedad vasca ha padecido, y afirma que «lo siente de veras» por las víctimas, a las que expresa su «respeto».
Pero, como en todos los comunicados de los terroristas desde su derrota policial, vendida en 2011 como un «cese definitivo de la actividad armada», este nuevo movimiento tiene un fin más propagandístico, en vistas al anunciado acto de disolución para la primera semana de mayo, que de asunción de responsabilidades.

Víctimas

Así lo han entendido las asociaciones de víctimas. La reacción de la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) ha sido la de pedir al Gobierno que acabe con este «paripé de comunicados, farsas y puestas en escena y que tome la iniciativa para neutralizar esta campaña propagandística orquestada por ETA con la única finalidad de venderse a la comunidad internacional».
A juicio de la AVT, ETA «justifica lo que hizo equiparando a las víctimas al mismo nivel que a los torturados o personas que se han visto obligadas a huir. Igualmente, dicen respetar que unos consideren que su actuación ha sido inaceptable e injusta pero ellos no lo reconocen y lo justifican equiparándolo a la supuesta violencia ejercida por el Estado».
Por su parte, Mari Mar Blanco, presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo ha dicho que a ella no le «vale este perdón» porque «llega tarde, muy tarde y, desde luego, no cumple para nada las expectativas» de las víctimas del terrorismo. ETA mantiene el lenguaje que «tanto dolor» causa a sus víctimas al utilizar términos como lucha armada o insistir en que ha habido un conflicto con bandos enfrentados, cuando «lo único que ha existido son víctimas y verdugos».
Para Covite esta postura implica la justificación del asesinato de centenares de personas en el contexto de un «conflicto inexistente que ETA se empeña en mantener para fundamentar su historia y difuminar su responsabilidad sobre los crímenes cometidos». «Enunciar una petición de perdón selectiva significa insultar a las víctimas del terrorismo y a toda la sociedad», afirma Covite.

Asesinatos sin resolver

En efecto, con su comunicado ETA sigue intentando mantener un relato que blanquee su pasado. En una «nota explicativa de ETA de la declaración sobre el daño causado», hecha pública también a través del diario «Gara» antes del citado comunicado, la banda terrorista anunciaba su disposición de «mostrar empatía respecto al sufrimiento originado», siendo «plenamente conscientes de que la sociedad vasca ni necesita ni quiere ejercicios de cinismo o hipocresía».
E inmediatamente después subrayan que «todavía hoy existen muchas acciones violentas producidas en Euskal Herria que nadie ha asumido, que nadie ha esclarecido. Más aún, los responsables de esas acciones han negado su responsabilidad en las mismas». Los terroristas no se refieren a los cientos de asesinatos aún sin resolver —hay más de 300 víctimas mortales sin autor condenado en 245 atentados—, sino a las supuestas víctimas causadas por el Estado.
Ya en el comunicado, ETA se refiere al «daño causado en el transcurso de su trayectoria armada», que no terrorista, y a las «consecuencias del conflicto», un «conflicto político e histórico». Las víctimas denuncian que con este lenguaje ETA pretende justiciar su nacimiento como organización criminal, que relaciona con «un sufrimiento que tendría su origen en el bombardeo de Gernika». ETA hace referencia en la nota remitida a «Gara» a la «violencia y lamento» heredados por las «generaciones posteriores al bombardeo de Gernika».

Acción policial

ETA sigue poniendo al mismo nivel a las víctimas asesinadas por sus pistoleros y a las consecuencias de la labor policial cuando se refiere a los «muertos, heridos, torturados, secuestrados o personas que se han visto obligadas a huir al extranjero». Los «torturados» y «huidos» son una clara referencia a los miembros de los comandos etarras que fueron detenidos o consiguieron escapar de la acción policial.
«Queremos mostrar respeto a los muertos», dice la organización, «lo sentimos de veras», pero ETA sigue distinguiendo dos tipos de víctimas, las necesarias y las que fueron «consecuencia de errores o decisiones erróneas». «ETA ha provocado también víctimas que no tenían una participación directa en el conflicto», señala la banda, como si hubiera otras que sí lo merecieron.
Mari Mar Blanco, hermana de Miguel Ángel Blanco, asesinado en 1997, ha señalado todos los que murieron son «víctimas inocentes de la imposición totalitaria y mafiosa» de la banda terrorista.
La organización terrorista hace también referencia a los «ciudadanos y ciudadanas humillados» por la acción de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, una labor que los terroristas consideran «inaceptable e injusta». «Nadie puede cambiar el pasado, pero una de las cosas más perjudiciales que se podría hacer ahora sería intentar desfigurarlo o ocultar determinados», dice ETA. «Todos deberíamos reconocer, con respeto, el sufrimiento padecido por los demás».

Disolución de la banda

Según la AVT, este es un nuevo intento de justificar «el uso de la violencia en el marco de un conflicto inventado y equiparando a las víctimas del terrorismo con las supuestas del Estado» y «se trata de un paso más en su estrategia de manipular la historia e imponer su relato dirigido a blanquear el pasado criminal de la organización».
ETA tiene previsto anunciar su disolución el próximo 5 de mayo en un acto que se celebrará en Bayona (País Vasco francés), un «evento» de alcance internacional al que serían invitados instituciones, entre ellas el Gobierno Vasco, partidos políticos y sindicatos. Aunque se desconocen los términos exactos que utilizarán para hacer pública su disolución, el anuncio se realizaría el 5 de mayo.

El pasado día 8 de abril, el líder de EH Bildu, Arnaldo Otegui, ya anunció en Bayona, con motivo del primer aniversario del desarme de ETA, que la organización terrorista daría «nuevos pasos» en las próximas semanas y meses.

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