viernes, 31 de enero de 2020
BIOGUERRA - 01/02/2020
Aunque la versión oficial dice que el coronavirus, que se está propagando a nivel mundial, tuvo su origen en algunos animales salvajes vendidos en un mercado de mariscos de la ciudad de Wuhan, esto no tiene credibilidad.
El Laboratorio Nacional de Bioseguridad de Wuhan, epicentro de la epidemia, uno de los laboratorios biológicos más importantes de China, se ubica a solo 32 kilómetros del mercado de abastos donde aseguran se inició el brote por medio de transmisión animal a humano. Hay razones para pensar que esa instalación biológica haya sido la responsable del virus.
Según el experto israelí en guerra biológica china y ex oficial de inteligencia, Dany Shoham, ese laboratorio está vinculado de forma encubierta a la producción de armas biológicas de Bejing y es el único sitio declarado en ese país capaz de trabajar con virus mortales. El coronavirus todo indica haber sido creado en ese laboratorio de armas biológicas para la bioguerra.
Construido en 2015, el laboratorio estuvo en pruebas de seguridad hasta el 2017. En aquel entonces, científicos estadounidenses advirtieron que un virus tipo síndrome respiratorio agudo podría "escapar" del laboratorio, uno de los más peligrosos del mundo. De hecho, ese virus se había escapado varias veces de un laboratorio en Pekín, según la revista Nature.
Todo el que entre en esas instalaciones de gran hermetismo oficial debe cambiarse de ropa al entrar y al salir, y nada, ni el agua que sale por el lavabo o el aire que respire, saldrá al exterior sin pasar por un complejo proceso de desinfección.
El comité chino para la salud advirtió que las personas pueden infectarse desde una distancia de hasta dos metros. El virus se transmite principalmente por vía aérea, pero también es posible infectarse a través de la conjuntiva de los ojos.
La Señora de todos los Pueblos ya advirtió de la guerra biológica el 26 de diciembre de 1947. Ida Peerdeman escribe: Entonces se me presenta una imagen extraña. Tengo que mirar el cielo, parece que dispararan algo en el aire. Algo pasa volando frente a mí, tan rápido, que casi no puedo verlo. Tiene forma de cigarro o de torpedo, y es de color aluminio. De pronto, veo que algo estalla en la parte posterior. Con la mano percibo diferentes sensaciones terribles. Primero, una completa insensibilidad. Estoy viva, pero no vivo. A continuación, veo imágenes espantosas de personas frente a mí. Veo caras hinchadas, llenas de úlceras, como una especie de lepra. Luego siento enfermedades terribles y mortales, cólera, lepra, todo lo que esa gente tiene que sufrir. Entonces eso desaparece y veo cositas negras flotando a mi alrededor. Intento saber qué es, pero no lo logro, parece como polvo muy fino. No puedo distinguir lo que es. Es como si tuviera que mirar a través de algo, (microscopio) y allá abajo veo magníficos campos blancos y sobre ellos veo esas cositas negras, pero ahora agrandadas y como si tuvieran vida. No sé cómo explicarlo. Pregunto a la Señora: "¿Esos son bacilos?" Ella responde muy seria: "Es algo infernal". Entonces siento que se me hincha la cara y todo el cuerpo. Siento que tengo la cara muy hinchada y toda rígida. No puedo moverme. Oigo decir a la Señora: "Y eso lo están inventando" y luego en voz muy baja: "ese ruso, pero también los otros". Después dice con fuerza: "Pueblos, ¡estáis avisados!".
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