domingo, 29 de diciembre de 2019
CELEBRACIONES – 30/12/2019
Estas fechas de tradiciones para la mayoría de las familias reales se mantienen casi invariables a lo largo del tiempo, pero las costumbres en Navidad difieren de unas cortes a otras.
En Dinamarca cada año se informa a través de un comunicado de cómo y dónde van a pasar las Navidades la reina Margarita, sus dos hijos y nietos. La tradición marca que la familia real se reúna la víspera de Nochebuena en el Castillo de Marselisborg, una de las residencias oficiales de los Glücksburg, situado en la ciudad de Aarhus. La reina y su prole se encargan de ultimar la decoración navideña en el castillo y preparan los regalos. El día 24 asisten a un oficio religioso en el mismo lugar antes de la cena, que suele incluir ganso o pato asado. Este año las celebraciones han supuesto el reencuentro de la reina y los herederos Federico y Mary con el otro hijo de la monarca, Joaquín, que reside en París, donde el príncipe realiza un curso superior de estudios militares. La familia real regresa a Copenhague el 30 porque el 31 la reina pronuncia en directo su Mensaje de Año Nuevo desde su despacho del Palacio Real. Además, el 1 de enero la familia real ofrece la espectacular Recepción al Cuerpo Diplomático que, en su simbología, recuerda las escenas de los cuentos sobre príncipes y princesas del danés Christian Andersen.
No menos tradicionales son las Navidades de los Windsor. A Isabel II no le gusta que nada altere sus costumbres. De hecho, este año ha tenido que retrasar su desplazamiento a la residencia real de Sandringham porque tuvo que abrir la legislatura con un solemne discurso en Westminster, tras la victoria de Boris Johnson en las elecciones, pero no alteró sus planes y viajó hasta el condado de Norfolk, como acostumbra, en tren. Reúne en su residencia de invierno, su hogar favorito, a toda su prole, aunque a veces falla alguien. Los Windsor cenan en Nochebuena ataviados con sus mejores galas y, al día siguiente, tras degustar un desayuno típicamente inglés, acuden al oficio religioso en la iglesia local, donde siempre les aguardan centenares de personas para ver a la monarca de cerca. Después, de nuevo en casa, ven por televisión el discurso de la reina, en la foto, antes de dar cuenta de una cena informal en la que no falta el pavo relleno con sus correspondientes y tradicionales guarniciones.
La familia real rumana también se traslada para estas fiestas desde su residencia oficial, el Palacio Elisabeta en Bucarest, hasta el Palacio de Savarsin. Se trata de una tradición con una enorme significación simbólica después de recuperar viejas costumbres como ésta que mantiene la Custodia de la Corona, la princesa Margarita, y su esposo Radu. Participan en numerosos eventos como presidir el tradicional concierto de villancicos.
En Noruega la familia real siempre se traslada para celebrar la Nochebuena a su mansión privada de Kongsseteren.
Y en Holanda, Máxima acudió a la localidad de Zwolle para asistir a un concierto infantil navideño. Con su sonrisa imborrable, la consorte aprovechó para desear a todo el mundo felices fiestas y año nuevo.
https://www.elmundo.es/loc/casa-real/2019/12/27
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