26 de octubre de 2017
Putin alienta la independencia con un enviado a Cataluña
Putin alienta la independencia con un enviado a
Cataluña
Medóev llegó a
Barcelona el lunes con una agenda privada, se reunió con empresarios y abrió
una oficina de interés de Osetia del Sur
EL
PAIS - Madrid 26
OCT 2017 - 11:38 BRST
El
presidente de Rusia, Vladimir Putin, este miércoles en el Kremlin. MIKHAIL
SVETLOV GETTY IMAGES
Uno de los políticos afines a Vladímir Putin, fundamental en la
estrategia rusa de anexionarse territorios de antiguas repúblicas soviéticas,
ha visitado Barcelona esta semana con la intención de establecer lazos entre la órbita del Kremlin y una
posible Cataluña independiente, según fuentes de la inteligencia española.
Dimitri Medóev, funcionario osetio afín a Moscú y ministro de facto de
Exteriores de la república irredenta de Osetia del Sur estuvo de visita oficial
en Cataluña lunes y martes y abrió una oficina para establecer relaciones
bilaterales.
Medóev llegó a Barcelona el lunes con una agenda privada, se reunió con
empresarios y abrió una oficina de interés de Osetia del Sur (53.000
habitantes) para “promover las relaciones bilaterales en el campo de los
asuntos humanitarios y culturales”, según anunciaron ayer medios públicos
rusos, como el portal Sputnik. Estos citan a Medóev en el acto de inauguración
de esa nueva embajada, recalcando el paralelismo entre el caso catalán y el de
las repúblicas prorrusas teóricamente independientes y en realidad anexionadas
por Moscú: “Hace 26 años, el propio pueblo de Osetia del Sur llevó a cabo los
mismos pasos políticos decisivos en el camino hacia la formación de su propio
Estado”.
Osetia del Sur y Abjasia (240.000 habitantes) proclamaron su
independencia de Georgia en los noventa y, un cuarto de siglo después, solo han
sido reconocidas como Estados por Nicaragua, Venezuela y, por supuesto, Rusia,
que lo hizo en 2008 tras haber asistido logística y militarmente en su
emancipación. En 2014, Rusia y Abjasia firmaron un acuerdo de cooperación para
crear agrupaciones militares y policiales comunes. Según cálculos del Gobierno
de Georgia, Moscú cuenta con 10.000 soldados propios repartidos en Abjasia y
Osetia del Sur.
El ministro de facto Medóev visitó antes de Cataluña las regiones
italianas de Lombardía y Véneto, justo cuando celebraban un referéndum para
pedir a Roma más autonomía. Allí Medóev se reunió con diversas autoridades
regionales y locales. Ni el Gobierno catalán ni
las autoridades separatistas de Osetia del Sur confirmaron o desmintieron ayer
si hubo alguna reunión con altos funcionarios o legisladores catalanes.
El 25 de septiembre, antes de la celebración del referéndum ilegalizado
por el Tribunal Constitucional, las autoridades separatistas de Osetia del Sur
emitieron un comunicado en el que pedían respeto “al derecho de soberanía de la
ciudadanía de Cataluña” y advertían de que “la represión y los dobles raseros
son inadmisibles”.
Rusia no solo ha apoyado la ruptura de Georgia cuando ese país de 3,7
millones de habitantes se acercaba a Occidente. Hizo lo propio en 2014 con
Ucrania (42,5 millones de habitantes) al anexionarse directamente la península
de Crimea cuando aquel país depuso a sus gobernantes prorrusos.
Guerra
digital
En años recientes, Rusia ha invertido una gran cantidad de recursos en
medios propagandísticos como RT y Sputnik y en una verdadera guerra digital en
redes sociales con la que ha fomentado divisiones en las elecciones de Estados
Unidos el año pasado y Francia y Alemania en este. Según publicó EL PAÍS,
perfiles prorrusos con gran seguimiento en las redes sociales han compartido
informaciones a favor de la independencia de Cataluña en semanas pasadas, en
algunos casos haciéndose eco de noticias falsas o manipuladas.
Junto a temas habituales en las redes informativas prorrusas, como
Ucrania, Donald Trump o Siria, desde septiembre se ha colocado de forma
frecuente Cataluña y todo lo que tiene
que ver con el proceso de independencia, según las herramientas
de medición digital de la Alianza para Asegurar la Democracia, un proyecto
creado por el German Marshall Fund después de que las agencias de inteligencia
norteamericanas comenzaran a investigar la influencia de Rusia en la elección
de Donald Trump.
De la visita de Medóev sólo ha trascendido su reunión con empresarios
rusos y osetios y la apertura de esta especie de embajada desde la que se van a
fomentar, según el alto funcionario, las relaciones entre Cataluña y Osetia del
Sur. El actual presidente de la república irredenta, Anatoly Bibilov, ha
manifestado en repetidas ocasiones que su Gobierno sopesa la posibilidad de
entrar a formar parte de la federación de Rusia y Bielorrusia, consumando lo
que para muchos es una anexión con efectos similares a la de la península de
Crimea.
Aunque la diplomacia rusa ha mantenido públicamente que considera la
crisis catalana un asunto estrictamente interno de España, el presidente ruso
ha sido mucho más crítico. Vladímir Putin ha acusado a Europa de haber
fomentado “de forma irreflexiva” y “sin reservas” la secesión de Kosovo,
provocando ahora procesos similares en otras regiones. Para Putin, que hizo
esas declaraciones en un foro político en Sochi la semana pasada, Kosovo fue la
caja de Pandora de problemas posteriores. Al apoyar la independencia de Kosovo,
“países prósperos y formados” como España habían puesto en riesgo “su frágil
estabilidad”.
“Había que haber pensado antes sobre esto. ¿Acaso nadie conocía la
existencia de contradicciones semejantes que se han prolongado durante siglos
en el interior de la misma Europa? ¿Lo sabían, verdad? Lo sabían. Pero en otra
época, de hecho, aplaudieron la desintegración de varios Estados, sin ocultar
su alegría por ello”, dijo Putin. En realidad, España no ha reconocido hasta la
fecha la independencia de Kosovo.
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