8 de octubre de 2017
Masiva manifestación en Barcelona a favor de la Constitución y la unidad de España
Masiva manifestación en Barcelona a favor de la
Constitución y la unidad de España
Los manifestantes
afirman que ya no callarán y gritan en favor de que Puigdemont acabe en prisión
EL
PAIS - Barcelona 8
OCT 2017 - 17:50 BRT
Manifestantes
llegando a la plaza Urquinaona de barcelona. M. MINOCRI / EPV
Una marea humana inundó ayer el centro de Barcelona
en defensa de la Constitución y la unidad de España. Bajo el lema Recuperem
el seny, la masiva protesta añade una enorme dosis de presión al
presidente catalán, Carles Puigdemont, que se plantea hacer mañana en el
Parlament una declaración de independencia. Los manifestantes expresaron su
rechazo a un posible diálogo y a una mediación si antes no se restablece la ley
en Cataluña. La marcha, convocada por Societat Civil Catalana, resultó
histórica por su envergadura y lanza un rotundo mensaje al independentismo de
que no tiene el monopolio de la calle. “Sin nosotros no hay solución. Oirán nuestra
voz: no van a tener otro remedio: ya no vamos a callar más”, recalcó el
manifiesto de la convocatoria.
La manifestación desbordó por completo todas las
previsiones de los organizadores, que admitieron que no habían imaginado una
respuesta igual. La cabecera partió oficialmente a las 12.00 de la plaza de
Urquinaona, pero una hora antes las calles adyacentes ya estaban atestadas.
Portando banderas españolas, con mástiles o a modo de capa, y también
muchas senyeras, los manifestantes, expresando el rechazo más firme
a una posible ruptura, lanzaron el mensaje al Govern de que no permanecerán
impasibles ante una declaración de independencia unilateral e impuesta.
Los mossos d'esquadra registraron al término de la
manifestación ocho incidentes entre los que destacan tres peleas y dos
agresiones, una a un fotógrafo aficionado, cuando quería tomar una imagen de un
grupo de manifestantes -en las imágenes se ve como corre; acabó con una herida
en la cabeza- y a un grupo de periodistas de Tele 5. Tras la marcha, un grupo
de manifestantes rodeó también a una patrulla de la policía autonómica, frente
al Liceo, y tuvieron que buscar refugio en una comisaría de la Guardia Urbana.
Posteriormente, se registró una pelea con ciudadanos árabes. Un coche de
bomberos, en el lateral de la Gran Vía con el Passeig de Gràcia, tuvo que
retroceder al barrarles el paso los manifestantes. Cientos de personas se
manifestaron después en la plaza de España, ante la comisaría de los Mossos,
increpando a los agentes. En el Parlament, grupos de ultras destrozó vallas que
cercaban la Cámara.
Con el lema Prou! Recuperem el seny (“¡Basta!
Recuperemos el sentido común”), la pancarta principal reunió al Nobel de
Literatura Mario Vargas Llosa y a representantes de los partidos
constitucionalistas, especialmente del PP —el delegado del Gobierno, Enric
Millo; la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, o la presidenta madrileña,
Cristina Cifuentes— y de Ciudadanos. Por primera vez, el popular Xavier García
Albiol e Inés Arrimadas, líder de la oposición catalana, de Ciudadanos,
coincidieron en una marcha. Antes de desfilar, Albiol remarcó la trascendencia
histórica de la jornada al equipararla a la movilización masiva por Miguel
Angel Blanco, asesinado por ETA en 1997. El PSC llamó a participar y estuvo
representado por su número dos, Salvador
Illa y el exministro Josep Borrell.
Los organizadores cifraron la participación en más
de un millón de personas, según Àlex Ramos, vicepresidente de Societat Civil y
militante del PSC. La Delegación del Gobierno no dio cifras. La Guardia Urbana
la calculó en 350.000 asistentes, mientras fuentes de la Policía la estimaron
en 400.000 personas, informa Patricia Ortega. La participación supone un salto
de gigante con respecto a las movilizaciones contra la secesión de los últimos
años en Barcelona. La más numerosa, en 2014, reunió a unas 40.000 personas. El
éxito de la convocatoria refuerza la posición del Gobierno de Rajoy en su
decisión irrevocable de no aceptar una mediación como propone la Generalitat y
mucho menos de aceptar un referéndum como desearía la mayoría del soberanismo,
empezando por Catalunya en Comú.
“¿Dónde está la alcaldesa?”, gritaron los
manifestantes contra Ada Colau Las pancartas fueron elocuentes. “Gobierno de
España; cumpla y haga cumplir la Constitución. Artículo 155 ya!”, decía una.
“La unidad de España no se vota ni se negocia: se defiende”, rezaba otra. O
“Trapero traidor”, en referencia al jefe de los Mossos. Los lemas coreados
fueron meridianos. Además de pedir cárcel para Puigdemont, los manifestantes
gritaron: “No somos fachas, somos españoles” y arremetieron contra TV3: “TV3
manipuladora” o “Luego dirán que somos cinco o seis”. La protesta se detuvo
varias veces ante la Jefatura Superior de Policía. “Esta es nuestra policía”,
gritaron los presentes. Grupos de independentistas indignados con las cargas
del 1 de octubre habían gritado el martes en el msimo lugar: “Este edificio
será una biblioteca”.
Societat Civil aseguró que la marcha reunió a gente
de todas las ideologías. La entidad fletó 70 autocares, 10 de ellos de Madrid,
y animó a ciudadanos del resto de España a viajar a Barcelona: llegaron desde
Madrid, Castilla-La Mancha, Galicia, Aragón, Valencia, Andalucía o La Rioja.
Pero había muchísima gente de Barcelona y de toda Cataluña. “No me imagino una
España sin Cataluña”, dijo Jorge, manchego. “Teníamos la impresión de que la
gente tiene miedo a hablar y hemos venido a apoyarla”. Cinto, de 60 años,
votante de toda la vida de Convergència, se manifestó por primera vez en su
vida. “Me he quedado huérfano de partidos. Soy catalanista pero no quiero
quedarme fuera de la legalidad”, dijo. Y pidió algo: que Rajoy no humille y que
Puigdemont no acabe en la cárcel para no enconar más el conflicto.
FOTO:
Josep Borrell, Mario Vargas Llosa, Xavier García Albiol, Albert Rivera, Inés
Arrimadas, Dolors Montserrat, entre otros, en la cabecera de la manifestación.
/ VÍDEO: Declaraciones de los líderes políticos. ALBERTO ESTÉVEZ (EFE) / EPV
La marcha acabó con el himno de España, El cant de la senyera y
el Himno de la Alegría. Antes de eso, en el escenario varios de los invitados
tomaron la palabra y, en algunos casos, fueron más allá del discurso de
Societat Civil Catalana: Vargas Llosa definió al soberanismo como un movimiento
“racista”; el exfiscal jefe Anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo llamó a
Puigdemont y a sus consejeros “presuntos delincuentes”. Borrell lamentó el
silencio de los empresarios, que ahora huyen de Cataluña, y pidió un “control
democrático” de los medios públicos. “Son una vergüenza”. A la convocatoria
asistieron empresarios como el presidente de Freixenet y de la Cámara de
Comercio de España, Josep Lluís Bonet.
El independentismo cumplió a rajatabla la consigna
de evitar confrontaciones y desapareció de Barcelona. No se vio ni una
estelada. No hubo incidentes en la manifestación previa en la que participaron
grupos de extrema derecha como Falange o Legión Urbana. Las dos marchas
confluyeron durante un tramo. A la manifestación con presencia de ultras se
sumó Javier Tebas, presidente de LaLiga, y Óscar Belmon, exedil del PP que dijo
que Colau debía ir a fregar los suelos. Los ultras gritaron contra los balcones
donde colgaban esteladas. Unos 200 acabaron ante las puertas del Parlament, custodiado
por los mossos.
Con información de Camilo.
S. Baquero, Alfonso Congostrina, J.J. Gálvez,Jessica Mouzo y Guillem Andrés.
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