17 de octubre de 2017

Latinoamérica ve en Cataluña el riesgo de sus propios secesionismos

Mariano Rajoy y el presidente brasileño, Michel Temer, en Madrid en el mes de abril
Mariano Rajoy y el presidente brasileño, Michel Temer, en Madrid en el mes de abril - REUTERS
CLAVES DE LATINOAMÉRICA

Latinoamérica ve en Cataluña el riesgo de sus propios secesionismos

Apoyo a Rajoy ante los separatismos locales: el sur de Brasil celebra un referéndum no oficial y el alcalde de la Isla de Pascua pide la independencia

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Latinoamérica ha reaccionado como la Unión Europea. Países como México, Brasil, Chile y Bolivia se han expresado de forma contundente contra el secesionismo catalán, por romper la integridad territorial proclamada en la Constitución española. En Iberoamérica no hay movimientos independentistas consolidados, pero sí pronunciados regionalismos que podrían poner en aprietos a los gobiernos de esos países si algunos, como se ha visto los últimos días, invocan el ejemplo de la «vía catalana».
Los fuertes particularismos de Chiapas o de la península de Yucatán en México y de la región de Santa Cruz en Bolivia explican la posición expresada por sus gobiernos en relación a Cataluña. También el chavismo venezolano, aunque ha aprovechado la ocasión para cargar contra el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, tiene claro que la unidad del país impide cualquier veleidad separatista del Zulia, el rico estado noroccidental.
Chile ha salido al paso de la petición del alcalde de la Isla de Pascua de abrir un proceso de independencia siguiendo el modelo catalán, mientras que Brasil ha desconsiderado el referéndum no oficial celebrado el 7 de octubre en zonas del sur del país.

Chile: Isla de Pascua

El alcalde de la Isla de Pascua acaba de plantear la posibilidad de la independencia y pide una mediación internacional entre Chile y los habitantes de esa isla del Pacífico, conocida por sus enigmáticas esculturas de grandes cabezas. Pedro Edmunds segura que sus ciudadanos se «identifican enormemente» con lo que ocurre en Cataluña. En una entrevista con «El Mercurio de Valparaíso» declaró haber tenido contacto con los independentistas catalanes durante un viaje que hizo a Girona. «Sé que ellos vienen trabajando más de 60 años lo que hoy vemos en televisión», dijo.
Los catalanes llevan trabajando más de 60 años lo que hoy estamos viendo en televisión. De aquí a que lleguemos al ejemplo de Cataluña pasarán algunas décadas»Alcalde de la Isla de Pascua
«De aquí a que nosotros lleguemos al ejemplo de Cataluña, posiblemente van a pasar algunas décadas», reconoció Edmunds, pero por de pronto reclamó que la cuestión sea llevada al comité de descolonización de la ONU. En realidad, el deseo de independencia no tiene tradición en la Isla de Pascua, donde la aspiración mayoritaria de la población, de etnia rapa nui, es la de contar con autonomía en las decisiones que afectan a su territorio. El Gobierno de Chile, a través de la gobernadora de la provincia, Carolina Hotu, ha recordado estos días la participación pactada de los isleños en la administración directa de los bienes naturales de su entorno.
El relación a Cataluña, un comunicado del Gobierno de la presidenta Michelle Bachelet indica que Chile «no reconocerá cualquier acto o declaración unilateral de independencia». El texto pela al diálogo y destasca la «plena vigencia del orden constitucional y el resto de los derechos y libertades de todos los españoles».

Brasil: del Sur a Sao Paulo

El ejemplo catalán también ha sido invocado en el sur de Brasil, donde el secesionismo del territorio entre Sao Paulo y Uruguay, formado por los estados de ParanáSanta Catarina Río Grande del Sur, viene un momento de cierta agitación. Este particularismo, de raíces históricas (la región declaró su independencia entre 1835 y 1845), comenzó a despegar en 1992 con el movimiento «El sur de mi país». En 2016 hubo una consulta informal, en el que participaron unas 600.000 personas (la mayoría a favor de la independencia), y el pasado 7 de octubre hubo otro referéndum, en el que los votantes descendieron la mitad (96% de síes, pero solo el 3% de participación).
Este no es el único secesionismo brasileño. El área de Sao Paulo, la más rica del país (supone un tercio del PIB), conoce desde hace tiempo voces separatistas. En 2014 surgió el movimiento «Sao Paulo Livre» y en 2016 se celebró un referéndum informal de independencia, en el que apenas votaron 50.000 personas (los organizadores hablaron de un 54,2% de votos favorables). Un tercer caso, la región de Pernambuco, en el noreste del país, también plantea una cierta tensión territorial.
Refiriéndose a la situación en España, Gobierno de Brasil ha invocado el diálogo «en el marco de la legislación de ese país, resaltando la importancia del pleno respeto a la Constitución española y al Estado Democrático de Derecho».

México: Chiapas y Yucatán

«México, con apego al derecho internacional, no reconocerá a Cataluña como un estado independiente», declaró tras el referéndum unilateral catalán el canciller mexicano, Luis Videgaray. También México tiene razones internas para no apoyar una iniciativa que rompe sin consenso la integridad de un país democrático.
El México que en su día acogió a mucho exiliados de la Guerra Civilespañola y que históricamente ha simpatizado con algunos procesos revolucionarios, como el cubano, pone su prioridad en evitar alimentar cualquier movimiento que cuestione su propia integridad territorial.
El Ejército Zapatista de Liberación Nacional, aunque venido a menos, sigue actuando como fuerza centrífuga en el estado de Chiapas, y la península de Yucatán, si bien hace tiempo dividida en tres estados, sigue cuidando su propia personalidad cultural (ambas entidades podrían ser hoy países independientes centroamericanos de haberse resuelto de otro modo los vaivenes territoriales que siguieron a la era colonial española).

Bolivia: Santa Cruz contra La Paz

Bolivia es el país hispanoamericano donde la unidad nacional puede verse más amenazada en un futuro. Por eso el presidente Evo Morales ha sido vehemente en rechazar un proceso como el llevado a cabo por los independentistas catalanes. En declaraciones a un programa español de televisión, Morales justificó su actuación contra los separatistas de la región de Santa Cruz. «¿Pero cómo puedo permitir dividir Bolivia? Es algo sagrado, eso es violar la Constitución, es dividir el territorio en dos naciones, eso no se puede», dijo.
¿Pero cómo puedo dividir Bolivia? Es algo sagrado, eso es violar la Constitución, es dividir el territorio en dos naciones, eso no se puede»Evo Morales
Como cualquier mandatario boliviano, Morales tiene bien presentes las particiones que en el pasado sufrió su país y que contribuyeron a la postración histórica de Bolivia. En 2008 tuvo especial fuerza el Movimiento Nación Camba, que enfrenta a la Media Luna boliviana (las áreas bajas y llanas de la mitad oriental del país, ricas en gas y petróleo –significan el 28% del PIB–, llamadas así por su forma en el mapa) con el altiplano andino: Santa Cruz contra La Paz. Ese 2008 hubo referéndums de autonomía en los cuatro departamentos de la Media Luna (Santa CruzTarijaBeni y Pando), aprobados por más del 80% de los participantes, pero no fueron reconocidos por el Gobierno.

Venezuela: el Zulia petrolero

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, no ha perdido ocasión de criticar a España por querer impedir a la fuerza el referéndum catalán. Tiempo atrás ya se dejó fotografiar con la bandera independentista catalana. Pero Maduro no admitiría un proceso semejante en Venezuela en el que estuviera en juego la posible separación del Zulia, estado separado del resto del país por las estribaciones de los Andes y que aporta el 80 por ciento del petróleo extraído en Venezuela.

Varias veces Hugo Chávez alertó de cualquier difusión de ideas secesionistas en el Zulia, cuya capital es Maracaibo, atribuyéndolas a un interés de Estados Unidos de provocar un levantamiento zuliano y así hacerse con esa zona petrolífera.

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