PERISCOPIO
21/11/2015
NACHO ALDAY
PARÍS
Para implantar la República Universal la Revolución necesita
provocar una tercera guerra mundial no convencional.
Es a lo que estamos asistiendo especialmente
desde 1991 en que Sadam Husein invadió Kuwait
induciendo así a la intervención americana.
A partir de entonces las dos grandes
potencias vienen enfrentándose, solapadamente a través de terceros países para
no despertar a la opinión pública. Ucrania es un ejemplo. Siria otro. Allí Asad
es el peón de Rusia y tras los islamistas aparece la patita de los Estados
Unidos. Lo mismo se da con Irán y Arabia Saudí respectivamente, etc.
Dado que los europeos parecen reacios a
embarcarse en una guerra necesitan algunos estímulos para hacerlo como la
reciente matanza en París.
Todo esto explica la indignante complicidad de los gobiernos europeos,
sicarios del Nuevo Orden Mundial, con los musulmanes.
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