13 de septiembre de 2011
Los ciudadanos creen que la Justicia está anticuada y los jueces fuera de onda”
EL PAIS- JULIO M. LÁZARO Madrid 13 SEP 2011 - 14:14 CET
La confianza de los españoles en la Justicia cae a plomo. En los últimos tres años, coincidiendo con la crisis económica, los españoles han reducido su confianza en el Estado de Derecho de un 31% a un 54%, pasando a ser mayoría absoluta los que creen que la situación de España es peor que la del resto de países avanzados. A los calificativos usuales de la Justicia de ser "lenta, cara y mala”, se añade el de “anticuada”, en la legislatura que paradójicamente más dinero ha destinado a modernizar la institución. Son las valoraciones del IV Barómetro sobre “La Imagen de los Abogados y de la Justicia en la sociedad española”, encargado por el Consejo General de la Abogacía, que ayer presentaron su presidente, Carlos Carnicer, y el responsable del estudio, José Juan Toharia, realizado por Metroscopia sobre 4.000 entrevistas.
Para el ciudadano la Justicia funciona mal, da una imagen anticuada, es tan lenta que más vale no acudir a ella siempre que se pueda, su lenguaje y procedimientos con excesivamente complicados y en muchas ocasiones no sirve de nada que te dé la razón pues en la práctica la sentencia es papel mojado y no se cumple, según el informe. La ciudadanía está "bastante harta de la Justicia”, concretó Carnicer.
Además, los jueces no dedican la atención ni el tiempo necesario a cada caso, tienden a estar “fuera de onda” respecto a la sociedad y a la hora de dictar sentencia, por lo general no actúan con total independencia. Tampoco todo es negativo: constituyen la garantía última de defensa de la democracia; suelen dar finalmente la razón a quien la tiene; no están predispuestos, de entrada, a favor o en contra de una de las partes, aunque luego tienden a dejarse influir y son tan buenos como los de otros países de la UE.
La desconexión también procede de la propia Judicatura, que considera que el CGPJ no conecta con ellos
Los derechos fundamentales de la persona experimentan un claro retroceso, ya que un 31% de los encuestados cree que estamos entre los países del grupo de cola., el doble de los que daban esta respuesta hace tres años.
El estudio destaca la severa desafección ciudadana sobre el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), sobre el que siete de cada diez encuestados opina que está politizado y decide los nombramientos de altos cargos judiciales más por criterios políticos que profesionales; y que no es independiente del Gobierno y de los partidos en sus decisiones.
“Lo cierto es que el CGPJ no termina de conectar con la ciudadanía”, aseguró Carlos Carnicer, al explicar que la imagen del Consejo del Poder Judicial es “deplorable” para ocho de cada 10 ciudadanos, que piden un cambio “de inmediato” en el organismo de gobierno de los jueces. Toharia admitió que esa desconexión también procede de la propia Judicatura, que considera que el CGPJ no conecta con ellos. La calificación obtenida por la institución es la peor desde que el organismo existe.
Para Toharia, la situación de la Justicia en general responde al “clima de desánimo” y a que la ciudadanía “está muy asustada por la crisis”, lo que “impregna el clima de desconfianza en las instituciones”. “La situación es normal cuando hay una crisis tan profunda” prosiguió, porque “se deteriora la imagen de todas las instituciones y grupos sociales”.
A preguntas de los informadores, Carnicer opinó que “está claro” que algunas recientes declaraciones de políticos, que han hecho “manifestaciones brutales contra la eficacia de la Justicia”, como recientemente en relación al catalán, reflejan esta percepción de los ciudadanos.
Por contra, los abogados obtienen un grado de satisfacción “muy elevado”, con una puntuación de un 6,9 destacando lo clientes de un modo especial “la atención y el trato recibidos” y la preparación técnica y el interés por el asunto. Según el estudio, incluso el importe de los honorarios cobrados es evaluado de forma claramente positiva, con un 6,7.
Para Toharia, la situación de la Justicia en general responde al “clima de desánimo” y a que la ciudadanía “está muy asustada por la crisis”
Como responsable del estudio, Toharia indicó que la lucha que ha llevado adelante la Abogacía para proteger la justicia gratuita ha sido percibida por los ciudadanos, que han valorado el interés social y la “vocación de servicio público” de la profesión. “de todos los operadores jurídicos es el más valorado”, aseveró.
El presidente del Consejo General de la Abogacía apuntó que no hay muchas quejas por los honorarios de los abogados desde que el Tribunal Supremo suprimió los honorarios mínimos y ahora “se puede cobrar lo que sequiera”. Pero aunque “los honorarios son enteramente libres”, el Consejo recomienda a los letrados que pacten por anticipado el precio de los servicios.
Carnicer reconoció que “el corporativismo existe”, pero puntualizó que “es menor que el que se produce entres otras profesiones del mundo de la Justicia” y añadió que “ninguna otra profesión abre tantos expedientes y tiene tantas expulsiones” como la de los abogados.
Toharia dijo en otro momento que de todos lo operadores jurídicos, los abogados con los más valorados, “incluso por encima de los notarios”.
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