9 de octubre de 2019

EQUITACION

martes, 8 de octubre de 2019


EQUITACIÓN - 09/10/2019

La Escuela Española de Equitación es una destacada institución de Viena, dedicada a la equitación y basada en la doma clásica manteniendo intacta su técnica desde hace más de 400 años. Fue fundada en el año 1571, siendo una de las pioneras en este campo. Es llamada española debido a la utilización de la doma tradicional española.

La institución es más antigua que el edificio que la alberga ya que Carlos VI del Sacro Imperio Romano Germánico hizo construir el edificio en 1730. Cinco años más tarde se inauguró la Escuela de Invierno con la intención de ofrecer a los jóvenes aristócratas la oportunidad de recibir clases de equitación. Se trata de un impresionante picadero barroco en el que hoy en día realizan sus prácticas y exhibiciones. Se encuentra situada dentro del antiguo palacio imperial de los Habsburgo, el Hofburg, del que es un anexo.

Trabaja preferentemente con caballos lipizzanos, originarios de Lipizza, en la actual Eslovenia que antes formaba parte del Archiducado de Austria, los cuales han contribuido a dar fama a la escuela y a la inversa, la escuela a los caballos. La corte imperial austríaca disfrutaba con la cría y doma de caballos de raza, de forma que, a finales del siglo XVI, el archiduque Carlos fundó el picadero de Lipizza, lugar donde se mantiene la tradición de cría. Se trata de caballos que son negros hasta los ocho años, edad a la que la mayoría de ellos se vuelve de color blanco. Actualmente el criadero federal de caballos de Piber es una caballeriza dedicada a la cría de caballos Lipizzanos, en esa ciudad austríaca. Se fundó en 1789, en 1920 se empezaron a criar lipizzanos y es uno de los principales criaderos que proporciona sementales a la Escuela Española de Equitación, donde se llevan los mejores de cada generación para entrenarles. ​ Uno de los principales objetivos de este criadero es mantener el patrimonio cultural de Austria y conservar una de las mejores y más bellas razas de caballo.

Los jinetes requieren una preparación de años junto a sus caballos para lograr que parezcan uno mientras efectúan los precisos movimientos en armonía con la música.

Es uno de los símbolos de la ciudad y del país, hasta el punto de que la Escuela fue el motivo elegido para la moneda de cinco euros que celebraba la presidencia austriaca de la Unión Europea en 2006. También es un referente del turismo vienés. En 2015, la equitación clásica y la Escuela fueron designadas por la Unesco como patrimonio cultural mundial.

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