1 de diciembre de 2008

La Armada admite que se ve obligada a «una reducción significativa de actividad»

ABC - Lunes 1, diciembre 2008 - Últ. actualización 14:19h

La Armada admite que se ve obligada a «una reducción significativa de actividad»

Chacón en el avión P-3 Orión de la Fuerza Aérea española que vigila las aguas del Índico amenazadas por los piratas / ABC

El PP califica de «negligencia y despropósito» el recorte a costa de la operatividad de la FAS

ÁNGEL COLLADO MADRID
El recorte de fondos aplicado por el Gobierno a los presupuestos de Defensa para el próximo año -un 2,98 por ciento, el único ministerio que pierde de los llamados «de inversión»- amenaza la operatividad de los tres ejércitos según reconocen los respectivos estados mayores, como reveló ayer ABC. Pero el que puede resultar más afectado es la Armada, pues comenzará el ejercicio con una nueva misión, el desplazamiento de una fragata, la «Victoria», con Infantería de Marina y un petrolero de apoyo, a aguas del Índico (Somalia) para combatir la piratería.
Obligado por un recorte del 26,69 por ciento en el capítulo de inversiones y mantenimiento, el Estado Mayor de la Armada reconoce en su directiva sobre medidas de austeridad que se hace inevitable «una reducción significativa de la actividad de la fuerza» y «una ralentización en su proceso de modernización».
Ante el recorte de gastos en combustible, munición, pluses, actualización de equipamientos, renovación de armamentos y demás partidas incluidas en el citado capítulo, la Armada se ha visto obligada a dar instrucciones para «ajustar el plan de preparación de la fuerza a las disponibilidades presupuestarias reales para combustibles, pluses, gastos portuarios, etc.».
Salir menos
En teoría, los barcos tendrán que salir menos de sus bases, estudiar bien en qué puertos sale más barato el atraque y cuidar de que en los ejercicios de entrenamiento que se sigan haciendo en alta mar -se recomienda aumentar los que los navíos pueden hacer fondeados- se vigile que combustible, munición y dietas cubran los días imprescindibles. Pero en la práctica los barcos de la Armada tienen por delante un año con más misiones internacionales. El recorte se tendrá que cargar en instrucción y formación.
«El número de días de actividad se adecuará a la partida de menos disponibilidad para que ninguna de ellas resulte deficitaria», se insiste en la directiva de medidas de austeridad de la Armada.
Aparte de los reajustes generales de las Fuerzas Armadas que redundan en una menor operatividad, en el caso de este ejército se ordena a las unidades que limiten al máximo la participación en actos representativos de carácter festivo, deportivo o social. Pero al mismo tiempo se les sugiere que aprovechen «patrullas, tránsitos o salidas al campo» para colaborar en labores de captación y reclutamiento. Por supuesto, no se insta a reducción alguna de esas actividades «en aquellos actos que no supongan gasto para la Armada».
Y como detalle de hasta qué punto hacen números los jefes militares está la advertencia de que deben aprovecharse las imprescindibles salidas al mar de los alumnos de las escuelas «con otras actividades de la fuerza». Es decir, que novatos y veteranos entrenarán juntos y las maniobras deberán servir para que unos se inicien y otros se perfeccionen en instrucción en alta mar para ahorrar, por ejemplo, en combustible.
Sólo está en estudio una medida que afecta a las necesidades de personal pero que vendría a agravar el único problema que le queda a las Fuerzas Armadas para cumplir sus necesidades y objetivo de «efectivos»: la captación de marineros. La directiva ordena realizar un estudio sobre el ahorro que supondría la disminución de las plazas de reservistas voluntarios que se convocan.
Reservistas y marineros
Es otro dato sobre lo fino que tienen que hilar los estados mayores para buscar capítulos de recorte. La crisis económica ya favoreció durante el año que termina el interés de los jóvenes por ingresar en las Fuerzas Armadas hasta el extremo de que, por primera vez desde que empezó el proceso de profesionalización, han llegado a registrarse hasta cuatro aspirantes por plaza convocada.
En Defensa se ha solucionado el problema de reclutar soldados, pero no el de marineros. Las plazas más cualificadas de la Armada quedan sin cubrir por falta de nivel de estudios entre los aspirantes y las de simple marinero son las menos solicitadas.
La patria, la unidad de España y su independencia son, hoy en día, meras entelequias. El Ejercito (ojalá no fuese así) es una especie de ONG, al sevicio de los intereses mundialistas de la ONU, la OTAN, así como una larguito etcétera. Las restantes declaraciones de intenciones sobran, salvo mantener la poltrona y algunos privilegios. España siempre será la Patria a quien habría que defender mejor.