martes, 2 de junio de 2020
ENVENENADO – 03/06/2020
El P. Pio estaba muy preocupado con la situación de la Iglesia según diversos testimonios como el exorcista Gabriele Amorth. En el libro titulado "El secreto mejor guardado de Fátima" cuenta que sobre 1960 se reunió con él mostrándose muy atormentado por la gran apostasía en la Iglesia afirmando que Satanás se había introducido en el seno de Ella y dentro de muy poco la gobernaría como una falsa iglesia.
Dado el discernimiento de los espíritus que poseía no se le podía engañar como a muchos otros. Un ejemplo de ese discernimiento lo vio un matrimonio de Barcelona que fue a visitarle y como había mucha gente no pudieron pedirle oraciones para conseguir tener descendencia, así que escribieron su pedido dentro de un sobre y se lo entregaron sin decirle nada, a lo que él sin abrir el sobre les respondió: "el año que viene le bautizaré yo". Ellos se quedaron muy sorprendidos porque a nadie se lo habían comentado y efectivamente al año siguiente tuvieron un niño que él mismo bautizó.
Se comprende por tanto que Montini, alias "Pablo sexto", mandase envenenarlo para evitar ser desenmascarado. Existe abundante documentación que no deja lugar a dudas.
Él propio declaraba a las hermanas Mastrorosa: "me están envenenando con píldoras". No quería tomarlas, pero el superior se lo imponía por obediencia.
El director de la Casa Alivio del Sufrimiento, Giuseppe Gusso, hombre devoto, relata que algunos médicos amigos, a ocultas de los frailes, hicieron analizar su orina en el laboratorio de la clínica y se encontraron rastros de barbitúricos que habrían hecho morir a un caballo en tres días.
Varios capuchinos encargados de su cuidado como el P. Eusebio, P. Honorato, P. Alessio, o el P. Pellegrino fueron unánimes al afirmar que estaba siendo envenenado con las medicinas que le hacían tomar.
Su hermana, perteneciente a la Orden de Santa Brígida de Suecia, inmediatamente después de su muerte, presentó un pedido formal para que se hiciera la autopsia, pero nada se supo de los resultados, si es que llegaron a realizarla.
La persona que le ordenaba ingerir todo tipo de venenos mezclados con sopas, barbitúricos y medicinas era el P. Carmelo, el superior del convento de San Giovani Rotondo. Este a su vez dependía del P. Clemente, Administrador Apostólico de esa provincia y este estaba a las ordenes únicas y directas de Montini.
Mons. Antonio Piolanti, rector de la Universidad Lateranense, le había escrito: "Pablo VI no puede soportar a los que no piensan como él. Pablo VI no te asesina. ¡Te manda asesinar!"
https://moimunanblog.com/2018/02/23/quien-enveneno-al-padre-pio-y-por-que/
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